Louis.
Comenzó con varios garabatos, para terminar con un rostro bien definido, pómulos suaves y la nariz delicadamente dibuja por líneas.
Pensó dos veces antes de dibujar el cuerpo, comenzó con el torso, marcando cada detalle de el. Hizo una línea audaz para comenzar a dibujar las piernas, tal como las había visto, un trazo por aquí, un trazo por allá, cuando dio por terminado el dibujo lo tomó entre sus manos y lo miró, no se arrepentía de nada, ni si quiera de un mínimo trazo en el miembro de el rizado, a él le gustaba aquel dibujo y era lo único que importaba.
Sería un lindo recuerdo, hasta que la hoja se arrugara y el lápiz perdiera color, seguiría siendolo.
El cuerpo de Harry desnudo era, perfecto. Cada una de sus partes, sus muslos, sus ojos, esos labios carnosos y delgados. Eran sólo de él. Pero, Harry sólo lo probó, sólo era un favor, sonaba como un eco aquella frase.
Había pasado tanto después de ese favor, ya había cruzado lo más difícil de la vida, la universidad, ¿tanto tiempo había pasado? Wow.
Era tiempo de que Louis decidiera que hacer con su vida, pero, ¿qué podría hacer? Necesitaba un trabajo, algo con que mantenerse, por ahora.
Revisó varias veces aquel artículo en el periódico, nada difícil, sólo una empresa que buscaba un secretario. Todo le parecía aburrido. ¿Porqué? Ningún trabajo se acoplaba a lo que el oji-azul quería, se dispuso a leer la parte inferior de los clasificados y se dio con uno.
Follar es divertido, ahora es un trabajo, llamanos.Ponía un número telefónico y una dirección. Ya era tarde así que fue a dormir, al no lograr conciliar el sueño, miró al techo, pensó en aquel artículo, ¿trabajar follando? Prácticamente prostituirse, y, Louis no haría eso, aunque, si lo necesitaba, lo haría. Después de unos minutos, agotado, quedó dormido, acurrucado entre las sábanas la alarma era vulnerable, sin ningún efecto al oído de el oji-azul. Por fin despertó, se dio una ducha rápida y se vistió normalmente, llamó al número que aparecía en el artículo, la chica le dijo amablemente a Louis que podía pensarlo dos veces antes de hacerlo, y, no lo pensó, desayunó cualquier chuche y se dirigió a la dirección que le había indicado Jidenna. Era una casa grande, parecía una mansión, se dispuso a acercarse a la puerta y dar varios golpecitos. Abrió un chico de rizos, alto...santa mierda, era él, pero, al parecer el rizado no logró reconocerlo.
-Tú debes ser Louis William Tomlinson.-Le tendió la mano, Louis la tomó, estrechándola.Vamos pasa. Harry se hizo a un lado y dejó que el oji-azul pasara tímidamente. El rizado pellizcó el trasero del chico e hizo que este dirigiera su vista hacia él.
-Mi oficina es por allá, vayamos. Después de varios minutos ambos se encontraban sentados uno en su respectivo puesto, jefe, empleado.
-Veamos, Louis. Aquí hay reglas, al entrar sólo tienes dos opciones si cambias de opinión, salir o salir. Serás calificado por mi, tu cuerpo, cosas obvias para este trabajo, ahora, levantate y siguime a la habitación.-Louis se levantó y siguió al rizado, llegaron a la habitación, había una cama con sábanas blancas, y el piso estaba alfombrado, de un color rojo pasión. Harry le indicó a Louis que había un baño en el que podría quitarse la ropa, para darle más privacidad. Este entró al baño y se quitó toda la ropa que llevaba puesta, admiró su cuerpo desnudo frente al espejo y salió, mirando a Harry, el cual estaba sentado en el borde de la cama.
-¿Te has portado mal?-Harry preguntó tomando a Louis por la cintura acercándolo más a él para después tumbarlo a la cama.
Louis asintió y miró a Harry mordiendo su labio inferior.
-Bueno, hoy te castigaré. Harry se acercó a una mesita, abrió el cajón, saco varios juguetes, lubricante y...¿esposas? Se acercó a el lentamente y tomó sus muñecas poniéndolas en su pecho, después colocó las esposas.
-Tienes que sonreír para la cámara, lo escencial.-Harry le guiñó y apuntó la cámara que estaba en una esquina de la habitación, el oji-azul relamió sus labios.
-Jugaremos antes, ¿te parece? Louis gimió en respuesta y el rizado tomó el consolador, se lo mostró a Louis, este jadeó. Lo untó de lubricante, antes se percató y, vió la entrada de Louis, la cual estaba apretada, encendió el consolador y lo rozó contra la entrada del chico, haciendo que soltara un gemido suave, lo introdujo lentamente, dejando que Louis se acostumbrara a la invasión. Louis trataba de desatarse, pero un no lo intentes salió de los labios del rizado, puso una mano en el muslo del oji-azul aumentando la velocidad en la que metía y sacaba repetidamente el consodor.
H-arry..e-s d..- Harry lo interrumpió y lo miró disminuyendo la velocidad de su mano metiendo el consolador.
¿Harry? Tú eres mi esclavo, por lo tanto, soy tu amo, ¿me oíste? A el rizado le causaba gracia la forma en la que le hablaba a Louis, no le gustaba ser tan rudo.
Louis sintió un cosquilleo en el estómago, lo cual decía que no tardaría en venirse, Harry penetro las últimas tres veces a el oji-azul con el consolador, este a la última penetración, se vino. Harry jadeo, obtuvo lo que quería.
-Bueno, hemos terminado.-Louis trataba de recuperar el aliento.
Puedes tomar una ducha, te esperaré aquí. Louis asintió, se dirigió al baño y se metió en la ducha, abriéndola, haciendo que el agua resvalara por su piel y mojara su cabello, se bañó adecuadamente y después se colocó la ropa y salió del baño.
-Tengo tu calificación. -Louis se asustó al sentir una mano posada sobre su hombro, al voltear, suspiró, sólo era Harry.