𝐄𝐧 𝐂𝐚𝐬𝐚☥-oneshot

Namjin - One shot

Las personas pasan corriendo sin darse cuenta de nada, el ruido de sus zapatos al chocar contra el suelo, los llamados de las personas, los llantos inconsolables, es abrumador...

Soy un idiota, y eso lo tengo bien en claro.

Todo ha sido mi culpa, fuí horrible cuando tenía la oportunidad, ni siquiera tenía motivos para estar enojado o para reclamar, simplemente quería hacerlo; y lo hice...

Soy un asco de persona, lo he perdido todo.

Y por mi maldita culpa.

Ahora que lo pienso, es chistoso, como yo, quien tenía un gran trabajo, dinero, una hermosa casa, un magnífico esposo al que amaba, me pude amargar la vida solo.

El cielo está estrellado, muy estrellado, sin embargo no siento la luz de las estrellas brillar, solamente es una luz opaca, que tiene la obligación de salir a alumbrar la noche.

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- y dime, ¿Qué se siente estar en nuestro hogar? - dijo plantando un beso en los esponjosos labios de su novio

- "nuestro hogar", suena lindo, simplemente estoy muy feliz, me haces muy feliz, te amo -

- te amo -

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Iba llegando a su casa, eran poco más de las siete de la tarde, una hora perfecta. Justo al momento de abrir la puerta de su casa un delicioso olor llegó a sus fosas nasales. Se retiró su abrigo y saco, y se dirigió a la cocina, como imagino su esposo estaba ahí cocinando aún con ropa de trabajo. Tomó su cintura dejando un beso en su cuello.

- huele magnífico - dijo en su oído de manera dulce

- no se a que halagas, a la comida o a mi - dijo con una risita el otro

- no lo se, tal vez a los dos - rieron y el más alto dejó un beso en su mejilla - voy a cambiarme, me duelen los pies de estar con zapato todo el día - se alejó

- si, después vienes a poner la mesa en lo que yo me cambio - dijo gritando para que lo pudiera escuchar

Un pantalón corto y ligero, una blusa blanca holgada, unas pantuflas, perfecto, estaba totalmente cómodo.

Mientras ponía la mesa su esposo se cambiaba, no podía estar más feliz, simplemente era una persona agradecida con lo que le había tocado.

A la par de que comían hablaban de cosas triviales, su trabajo, las noticias, las compras, etc... Quien diría que esa felicidad no iba a durar mucho.

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Llegó a su casa molesto, realmente molesto. Odiaba las impuntualidades, y mucho más la falta de respeto, y justo eso había visitado a su puerta.

Tuvo una reunión importante con empresarios emergentes, uno de ellos muy joven y arrogante, era solamente un chiquillo consentido que estaba ahí gracias a su padre y no sabía nada de lo que hablábamos pero quería aparentar que si.