Capítulo 31.

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Pueden pensar mil cosas sobre mi, que si soy fragil, debil o lloro por todo, pero cada vez que algo sucede mal mis ganas de seguir aquí son mínimas; pero supongo que siempre existe el lado bueno de las cosas

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Pueden pensar mil cosas sobre mi, que si soy fragil, debil o lloro por todo, pero cada vez que algo sucede mal mis ganas de seguir aquí son mínimas; pero supongo que siempre existe el lado bueno de las cosas.

Las palabras que me dijo Noah hace unos días sin duda llegaron a mi corazón, el pensar que el no quiere que lo espere es un tema muy difícil de procesar en mi cabeza.

-No comprendo porque te dijo eso -murmuró Quinton mirando el suelo.

-Si no piensa estar a tu lado porque... -Bryce fue interrumpido.

-Porque nos hizo venir aquí -finalizó Blake manteniendo su vista por la ventana.

-¿Creen que sera hora de regresar a casa? -pregunto Jaden mordiendo su labio inferior.

-No -hable causando que todos se concentraran en mí- no lo dejaremos solo, lo que me dijo fue porque tuvo un mal día, él nos necesita más que nunca -mi tono de voz era bajo pero sabía que todos en la habitación podían escucharme.

-Becca tiene razón, no podemos dejarlo solo, somos sus amigos, ha estado muy mal por todo el peso que de un dia a otro está cargando en sus hombros, tenemos que hacer que pase un momento agradable como lo hacíamos en casa -me apoyo Isabelle.

-Podemos organizar un viaje a casa -propuso Anthony.

-Podemos organizar un paseo fuera del palacio -propuso Griffin alzando los hombros.

-Mejor, podemos organizar un baile -finalice mirando a todos emocionada.

-Esto será interesante -hablo una persona en el marco de la puerta.

-Jamie, no puedes decirle nada a Noah -hable preocupada.

-Claro que no lo haré señorita Miller, solo si yo les ayudó a organizarlo -dijo cruzándose de brazos.

-Todo será por ver a Noah feliz -murmuré sonriendo.

(...)

El salón al que Jamie nos trajo es completamente hermoso, las paredes color arena, muros azules que hacía lucir todo tan elegante, detalles dorados en cada extremo de la sala; todo se volvió un sueño, un sueño de toda chica, es como si automáticamente al entrar te volvieras una princesa.

-Es precioso -chillo Isabelle admirando cada parte del gran salón.

-En verdad que lo es -susurre mostrando una gran sonrisa.

-Me da gusto que les parezca precioso señoritas, solo necesitaba su aprobación para poder seguir con todo lo demás -mencionó Jamie- pero existe una cuestión en la cual yo no puedo encargarme.

-Y, ¿cual es Jamie? -pregunte frunciendo el ceño.

-Pedirle permiso a la reina para el gran evento, este es su palacio -sus labios formaron una línea en señal de silencio.

𝓗𝓮𝔂, 𝓑𝓮𝓬𝓬𝓪 ||𝓝𝓸𝓪𝓱 𝓑𝓮𝓬𝓴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora