Capítulo II

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La noche de Jiang YanLi llevaba siendo muy tranquila, se había tomado un descanso de estudiar para ir a prepararse un relajante té a la cocina, calentando el agua mientras tarareaba en la pacífica y silenciosa noche acompañada por los suaves sonidos de la lluvia cayendo fuera. Cuando su té estuvo listo, tomó la taza y se dirigió a su cuarto, observando la pantalla de su celular para ver sus mensajes. Jiang Cheng, su hermano menor, acababa de enviarle un mensaje diciendo que se iría a descansar, y le deseaba unas buenas noches. 

Llevaba viviendo sola por meses ya, desde que había cumplido los veinte.

Mientras esbozaba una sonrisa, se tomó unos segundos para detenerse y responderle, sosteniendo su taza con una mano y respondiendo con el otro, sin embargo, cuando estaba terminando de escribir un mensaje, deseándole buenas noches a su hermanito, se sorprendió cuando un sonido, claro pero silenciado por las gruesas paredes del departamento, de cristal quebrándose. Su mano se detuvo inmediatamente en seco, eso se había escuchado como una ventana rota, su ventana, la ventana de su habitación.

Podía sentir su corazón dando un salto en su pecho, los latidos rápidos resonando en sus oídos. Nada normal podría haber roto esa ventana. Su mano tembló en lo que se disponía a buscar un número de emergencias y tenerlo listo, uno especializado en...emergencias relacionadas con ghouls.

Dejando su taza en una mesa cercana, decidió respirar hondo y entrar a su habitación, abriendo la puerta lo más silenciosa y suavemente que pudo para no hacer ruido alguno. Sabía que los ghouls eran más sensibles a los sonidos, sus sentidos agudizados al ser un depredador, por lo que cualquier ruido podría alertarlo. Se sintió más calmada cuando, al entrar, no había nadie aparentemente. Miró los alrededores sin atreverse a entrar por completo, hasta observó el techo para asegurarse, pero por fortuna no había nada.

Si no fuera por el obvio rastro de sangre y trozos de cristal roto que seguían desde la ventana reducida a simples trozos de vidrio mojado por la lluvia, se habría relajado del todo. Los ghouls no sangraban fácilmente, sus pieles eran tan duras que ni las pistolas ni los cuchillos podían hacerles ni cosquillas, ni siquiera un rasguño, así que si había uno en su cuarto, o estaba herido, lo cual tampoco era bueno para ella, o acababa de alimentarse y había tenido que huir.

No quería pensar en que quizás uno buscaba matarla. No era común que se metieran en las casas de la gente, ¡Y ella vivía en un edificio! ¡Uno de los últimos pisos! ¡En el Distrito 2! Era demasiado extraño, sumamente extraño. Pero aparentemente, no imposible.

Aún temblando, entró a la habitación por completo, su mano lista para llamar a emergencias, bastaba darle a un botón para que la alarma se disparara y contactara a las autoridades, siendo este un sistema hecho especialmente para estas cosas, rápido y efectivo. Contactaría al CCG y, siendo que ella no vivía tan lejos de uno de los centros, seguro no tardarían más que algunos minutos en llegar. En el caso de que sí hubiera un ghoul en su habitación.

Vió que el camino seguía hasta el baño que tenía el cuarto, volviéndose cada vez más prominente, brillante sangre que podía ver incluso en el oscuro piso de mármol. Tratando de calmar su respiración, se dirigió con pasos temblorosos a la puerta del baño, desde donde podía escuchar una respiración agitada, quejidos leves le indicaron que efectivamente era un ghoul herido. Eso sería bueno si el otro estaba inconsciente, ya que incluso si estuviese herido, seguía siendo un peligro y estaría a la defensiva. 

Sin embargo, la criatura no parecía haberlo escuchado porque sino ella estaría en terribles problemas, por lo que estiró su brazo temerosa a la puerta semi abierta, para luego empujarla para abrirla levemente.

La puerta rechinó pero se abrió sin problemas, revelando su blanco, limpio y pequeño baño ahora cubierto de sangre. Una figura con ropa oscura se hallaba desplomada en el suelo, dándole la espalda, uno de sus brazos sosteniéndose el estómago de donde continuaba saliendo una gran cantidad de sangre, no parecía estarse curándose en lo más mínimo. No eran heridas normales, se notaba que otro ghoul lo había atacado, ¡¿Pero por qué había decidido meterse en la casa de un humano?! ¡Era un suicidio!

Three Shades  [Wangxian-TG-BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora