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8:01 de la mañana y llego justo, martes, jueves y viernes trabajaba a la mañana en la peluquería, esta era una sucursal relativamente nueva, hoy es el segundo día y me toca abrir a las 8:30. Apenas voy al bolsillo de mi pantalón una de las personas que vive en uno de los apartamentos del edificio encima del local sale por la puerta, a la derecha de donde me encuentro parado, aproximadamente a 1 metro de distancia. Un chico de cabello negro en un mullet prácticamente  destruido, cerca de mi estatura, llevaba un traje azul marino y un bolso cruzado. Tuvimos un ligero intercambio de miradas y nos saludamos por cortesía.

Finalmente abro la puerta del local para poder entrar. Hago una pausa ¿que acaba de pasar? Me costó, mucho, luego llegué a la conclusión de que era una interacción normal con un extraño. Solo me abrumó el hecho de su cabello con falta de atención de su parte, pero de ahí en más  parecía buen tipo.

Me fijo que todo esté limpio y listo para usar, enrollo las toallas y las acomodo en el estante correspondiente, empaco los carritos con las cosas básicas, tiro cajas usadas de tinte, arreglo sillas y demás hasta que escucho que Denki abre la puerta con una nueva adición a su cabello amarillo.

-Buenaaas.- Dice para pasar de largo hasta la parte de atrás, donde me encuentro acomodando cajas de utensilios.

-Buenos días Denki, me gusta el mechón negro.

-¿No es cierto? Este estilo se quedará por un largo tiempo. Me sorprende haber llegado antes que Kiri y Jirou.

-Y que lo digas, pensé que llegarías a las 9.

-Tan impuntual no soy, solo... soy mas de llegar sobre la hora.

-Muy sobre la hora.

-¿Y tu delantal? - pregunta mientras se pone el suyo.

-Luego me lo pongo, estoy ocupado con esto. Me da placer visual que la mayoría de cosas estén totalmente nuevas, fue bueno abrir una nueva sucursal.

-¡Si! Esta queda más cerca de mi casa encima, puedo dormir más tiempo.- agrega estirando sus brazos en señal de despabilo. Se escucha la puerta abrirse nuevamente, dos voces cantando una canción de Pierce The Veil se acercan a nosotros.

-Buenos días chicos, Wow, Denki llegando temprano, eso es nuevo.

-Ya empezó. - era común que Jirou le hiciera un ligero bullying a Denki.

-¿Que onda chicos? Hoy le pinto el pelo de verde neón a la chica que acompañó a la de los mechones azules ayer.

-Yo tengo 2 citas para luces, las odio, son muy básicas, no me gusta pintarle el pelo a gente heterosexual. - Jirou solía cortar el pelo más que pintarlo, de todos modos lo hacía, aun así todos hacemos de todo.

-Somos la crew de bisexules peluqueros. -Dice Kiri. Todos reímos, pues tenía razón.

Entra la primera clienta y cada uno va a su labor. Mi lista de clientes fue: una chica de un rubio hermoso que quería un shaggy mullet, una pequeña que fue traída por su madre para que le cortara las puntas, otra rubia que quería blanco, un chico que venia a raparse la nuca y un trabajo intenso de una chica que quería el cabello estilo prisma.

Esta vez me quedaba a cerrar, tenia doble turnó, que no era tan doble turno, eran 4 horas más, pues hay días donde yo y el resto entramos a las 12, porque las primeras horas estaba otro equipo que se ocupaba de cosas estéticas de estilo manicuras y demás, y otros días es al revés, ellos entran a las 2 y se van a las 7, siendo hoy el caso. Hoy una de esas personas no podía venir y yo era el único que podía reemplazarla, era cansador pero me pagaban.

Mi día paso rápido sorprendentemente. Barriendo el piso, cerca de las 4 de la tarde, justo cuando Jirou se iba, veo nuevamente pasar al chico de la mañana y vuelvo a hacer contacto visual con el. Jirou capto cada segundo con sus ojos y me lanzo una mirada levantando y bajando las cejas.

-Lo vi cuando entraba esta mañana también, me estresa su cabellera.

-Ya veo, hasta luego helado de fresa y crema.

Creo que tenia un nuevo crush callejero.

En fin seguí con mi trabajo. Me tocó hacerle una limpieza de cutis a una muy amable señora de aproximadamente unos 35 años, fue muy buena onda y entablamos una conversación sobre lo molestos que pueden ser los puntos negros, incluso cuando pagó me dió una muy buena propina.

Finalmente llegó la hora de irme, bueno casi, faltaban 20 minutos, me quedé sentado en el mostrador de recepción con el celular, en eso levanto la mirada y lo veo por tercera vez, esta vez con ropa más casual, estaba acostado en el vidrio de el costado del local, alcancé a ver que estaba fumando. Me le quedé mirando unos sólidos 2 minutos. Lo veo moverse por el rabillo del ojo, se había terminado el cigarro y se dirigía a su casa, no sin antes pasar adentro de la peluquería. Casi me meo encima, no es un chiste, me dio miedo y nervios, lo peor es que desde que abrió la puerta, los 2 metros de distancia del mostrador y hasta que llegó  hicimos contacto visual.

-Hola, vengo a agendar una cita.- por unos momentos se me había olvidado cuan era mi trabajo, también sentía cierto pequeño grado de tensión, era poco, esta persona era bastante fresca como para crear un hambriento hostil.

-Si claro, ¿que es lo que se quiere hacer?- temblé al buscar los horarios en la computadora de escritorio. Que, añado, tuve que pararme para poder usar, esta persona tuvo el descaro de escanearme con la mirada mientras lo hacía.

-Quería cortarme el cabello, un shaggy mullet para ser específico.- encima pidió mi corte favorito de hacer.

-¿En que día querría agendarlo?

-¿Se podrá viernes a la tarde?

-Si, por supuesto, hay turno para las 3:20 este viernes ¿Esta bien?- asintió con entusiasmo.- ¿A nombre de quien sería?

-Sero Hanta. ¿Lo harás tu?

-¿uh?- me tilde y lo pensé, si, lo haría yo.-Oh, si, si, lo atenderé yo.

-¿Podría saber tu nombre?

-Shoto Todoroki.

-Lindo nombre, nos vemos.

-Hasta luego...- me quede parado hasta que se retiró por la puerta. Me pasé la mano por la frente solo para darme cuanta que estaba sudando frío. - Verga.- agarre mis cosas y me fui.

Esa noche tuve un sueño húmedo con el nuevo desconocido. Fue simple, retomaba la situación de el pidiendo una cita, pero en vez de marcharse pasó por detrás del mostrador para agarrarme de los brazos y estancarme un beso y una sesión infinita de toqueteos. No paso nada demasiado explícito, pero fueron besos muy apasionados y fueron suficientes para hacer carpa a la mitad de la noche y tener que levantarme a masturbarme, no me gustaba interrumpir mi sueño y que esta fuese la razón me hizo sentir como un adolescente. En fin.

Hair cut called mulletDonde viven las historias. Descúbrelo ahora