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Me levante con ganas de verme bien, nunca se sabe cuando El callejero (así lo apode en mi mente) pase por Tristan. El camino fue tranquilo, nunca es la gran cosa a decir verdad. Hoy, por ser jueves, llegué 8 justo, qué pasa, a esa hora sale El callejero.

-Buenos días Toto.-Me estaba esperando recostado sobre la puerta de su edificio.

-Solo la gente de confianza me puede decir así.-Soy consciente de que lo corte, fue a propósito. Saque las llaves del bolsillo.

-Tengo unos minutos antes de ir al trabajo...

-Que bueno.

-Así que se hace el difícil...-Le guiñe el ojo y entre al local.

Luego de eso el día fue muy poco interesante. Hice un tratamiento de keratina, hice un flequillo, corte puntas, retoqué raíces, fueron cosas bastante simples. El callejero no pasó por Tristan en todo el día y me quede con el remordimiento de no haber hecho algo más en la mañana cuando llegué.

En fin. A la noche la rutina del sueño se repitió, era como si cada vez que durmiera una parte de la película se desbloqueara, cada vez escalaba más. Esta vez nuestras "partes nobles" se rozaban por sobre la ropa y se ponían "felices". Había pocos diálogos, pues había cosas más importantes en las cuales centrarse en ese momento, por ejemplo alcanzar a sacarme la camiseta antes de despertar.

-¡MIERDA! -Grite al levantarme, desearía tener sueños lucidos.

Nuevamente ocho de la mañana en la puerta del local y El callejero recién saliendo.

-Buenos días, peluquero.

-A la mierda.- a decir verdad los últimos 3 días fueron un detonante para mi paciencia, y soy una persona bastante pacífica como para que mi ímpetu se rompa tan fácil. -Voy a besarte.

-Okay. -Dijo más que encantado.

-No fue pregunta. -Lo empuje hacia el pequeño trozo de pared que dividía su edificio del local, lo vi fijamente a los ojos y le empotré un beso muy bien recibido. Fue un muy buen desahogo y una buena manera de empezar la mañana. -Ahora esfúmate, nos vemos en la tarde.- se fue con una gran y linda sonrisa de tonto.

Apenas entré me senté en la primera silla que vi a mi disposición a chillar por lo bajo de la emoción. Me sentía como un niño, la cosa iba bastante rápido pero no me importaba, se sentía correcto. Fui interrumpido por Jirou y Kiri entrando. Viven en el mismo edificio y por eso siempre llegan juntos.

-¿Y a ti que te pasó?

-Mucho y muy rápido.

Estaba comenzando anhelar otro beso, pero no iba a ser posible, por lo menos no hasta más tarde. A la hora de la llegada de Denki, Kiri y Jirou se enteraron de el por que de mis pequeños gritos de hace un rato, todo porque a Denki nunca en su vida se le ocurre cerrar el hocico inmenso que tiene.

-¿COMO QUE TE CHAPASTE A SERO HACE LITERALMENTE 30 MINUTOS?

-Si lo decías un poquito más alto estaba bien también.

-Así que eso era, ay mi vida se lo van a empotrar, felicidades.

-Jirou, quítate de encima.

-ESO SI QUE ES RUDO.- Kiri se limitó a dar varias palabras de aliento y felicitaciones, cuando simplemente me chape a un vecino, pero cada quien sus cosas.

Agarre todas las toallas sucias del día anterior y las metí en la lavadora. Se me va a hacer largo el día solo por la espera hasta cortarle el pelo a El callejero, le verdad tenia muchísimas ganas de arreglarle ese arabatijo que tenia en la cabeza, y también por obvias razones.

Hair cut called mulletDonde viven las historias. Descúbrelo ahora