Déjame Amarte

Capítulo 9

Amelie

Es lunes y eso significa que hoy empiezo las dos semanas de castigo con Darren. Y sabes qué es lo malo de eso, que no quiero—puedo—estar cerca de él por qué siento que mi cuerpo reacciona de una manera que no me gusta estando los dos en un mismo lugar.

Salgo lista para ir a la universidad y paso por la habitación de Addison y observo que está la puerta abierta y que ella está acostada con una almohada sobre su cabeza y entro para ver qué pasa.

—¡Toc toc!, ¿Pasa algo?— le pregunto y termino de entrar a la habitación y me recuesto a la par de ella e intento quitar su almohada para verla pero ella ejerce fuerza y no me deja— ¿Addison qué ocurre?

Ella gimotea algo que no logro entender por que su voz queda amortiguada en la almohada.

—No entiendo nada, vamos quítate la almohada y dime que tienes.

Se quita la almohada y queda observando al techo y veo cómo le ruedan las lágrimas. No me gusta ver a mi hermana así, odio verla así, es de las que no aparenta debilidad ante nadie y sé que solo lo hace conmigo y cuando ella llora frente a mi siento que un pedacito de mi corazón se rompe.

—¿Que pasa? Anda dime.

—Creo que Bayron tiene a alguien más—dice y veo cómo nuevas lágrimas se reúnen en sus ojos.

—Como puede ser eso posible si ustedes se ven felices— no sé qué pensar, resulta que no me agrada Bayron y que mi hermana esté así por él aviva más el que no me agrade en lo absoluto— dime qué solo son sospechas y que no es cierto, si no ahorita mismo voy y le rompo la cara por hacerte esto.

Addison se incorpora  y se limpia las nuevas lágrimas que derrama.

—No se si es cierto, pero últimamente está extraño, ayer se suponía tendríamos nuestra cita y a última hora canceló, diciendo que le había surgido un problema—Tomo la caja de pañuelos que está en su mesita de noche y se la entro— y no sé si creerle, por qué ya me canceló dos citas poniendo el mismo pretexto.

—Aunque no me gusta esto no puedes sacar conclusiones demasiado precipitadas, intenta hablarle y preguntarle si en verdad lo que te dijo es cierto— intento que entre en razón porque conociéndola sé que le reclamará y le hará un berrinche que luego empeorará el problema.— Vamos, no te pongas así, qué tal si una taza de chocolate caliente arregla ese humor que traes.

Ella sonríe entre lágrimas por qué sabe que iremos a nuestra cafetería favorita y le invitaré un chocolate caliente.

—Tu siempre me haces sentir bien—me abraza y me da un beso en la mejilla todo baboso— amo a mi hermana mayor.

—Yo también amo a mi hermanita.— le digo revolviéndole el cabello.

—¡Oye! Me haces sentir como si tuviera diez años, agh esos 2 minutos siempre me pesarán— dice haciendo pucheros que le salen algo ridículos.

Yo ruedo los ojos, por qué ella siempre se quejará que le ganará la carrera en nacer y yo haya nacido 2 minutos antes que ella.

—Vamos a esa cafetería por esos chocolates entonces.—ella se levanta y se retoca el maquillase que estropeó con su lloriqueo y toma su bolso y nos dirigimos a la escalera.

Bajamos juntas y observo que mamá y papá están en el comedor desayunando, algo extraño, ya que ellos siempre esperan a Addison para desayunar. Les doy los buenos días y me despido y le digo a mi hermana que esperaré afuera en el coche.

Reviso mis redes sociales mientras espero que Addison salga, comparto algunos memes y reacciono a otros y twitteó algunas frases de un libro que termine de leer y estoy a punto de guardar mi teléfono cuando me cae una notificación de WhatsApp de un número desconocido.