Imán de Problemas

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☕Narra Lectora☕

USA me invitó para salir a caminar por el parque, dijo que necesitaba hablar conmigo de algo. Aunque yo pensé lo mismo, al recordar sobre a dónde había ido el día de la "reunión de la ONU". Al llegar a una banca de nuestro destino, me indicó que me siente y él hizo lo mismo a mi lado recostandose en mi hombro.

- Tu me quieres, ¿verdad? - preguntó de repente

- ¿Por qué lo preguntas? - moví levemente mi cabeza hacia un lado, confundida por su pregunta

- Es que, durante tu encierro con Rusia, estaban tan cerca - lo miré atenta - Por un momento creí que se besarían, es raro pero - se levantó de mi hombro - ¿Me dejarías por él? - cuestionó

- ¿Estás loco? Claro que no - lo abracé, apegando mi cabeza en su brazo - No tengas celos de Rusia - susurré en su oído

- Tengo suerte de tenerte - me besó la frente con cariño

- Pero yo también me hago la misma pregunta - esta vez yo fui la que se separó de él

Se me quedó viendo incrédulo, procesó por unos segundos lo que acababa de decirle para luego soltar una risita suave, un poco exagerada.

- Yo te amo, no hay ninguna otra con la que quiera estar - sonrió de lado

- ¿No sales conmigo por ser amiga de Alicia? - pregunté bajando la mirada, temerosa de su respuesta. Me sentí insegura ante esa duda

- Te diré la verdad - suspiró - Al principio quería agradarte por esa razón - volteó hacia otro lado, dándome la espalda - Pero cuanto más tiempo pasaba contigo, te me hacías tan amable, tierna... y recordar tus ojos mientras lo hacíamos me confirma que eres la mejor con la que podría estar - giró levemente su cabeza hacia mí, sonrojado con una bonita sonrisa

No pude evitar ocultar mi rostro entre mis manos con una pena que me hacía querer desaparecer. Sentí que no había una necesidad de preguntarle sobre a donde fue cuando salió con Canadá, pero me deboraba la curiosidad, la duda de saber si en verdad fue a una reunión de países. O si me mintió.

- No parece que te haya quedado en claro que te amo - comentó intentando mantener su sonrisa

Su expresión intentaba no volverse una triste.

- Claro que te creo - me apegué a su espalda - Solo que - pensé unos segundos en sí era necesario preguntar a donde fue ese día

- ¿Pasa algo? - acarició mi cabello

- ¿Recuerdas cuando fuiste a una, "reunión de la ONU"? - cambié mi tono al pronunciar esas palabras

- Ya veo - volvió a girar su cabeza, dejando de verme - Te enteraste de que no fuí allá - suspiró y bajó la cabeza

- ¿A donde habías ido? - pregunté

- ... - se levantó de la banca y de un bolsillo sacó algo

Al reconocer el objeto, deducí que era una díminuta bolsa de cartón que parecía contener alguna joya dentro. Me la extendió y esperó alguna reacción por mi parte. Yo la abrí, encontrando un colgante con, gemas pequeñas, que descubrí que eran esmeraldas.

- Le pedí a Canadá que me ayude a darte un regalo, quería darte algo especial - su cara se torno rojisa - ¿Te gusta? Creo que el verde convina con tu piel - sonrió apenado y nervioso

- Discúlpa - lo miré decepcionada. Pero no de él, sino de mí misma - No creí que fuera un regalo, es que, una tonta idea vino a mi mente cuando me enteré - se quejé por mi desconfianza

¿Sabes lo que es amor? [U.S.A. × Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora