Año: 2020
-Bienvenido al limbo-.dijo una chica sobre un árbol del que no tenia idea de adonde habia salido, incluso sus palabras me extrañaron.
-¿Bienvenido al que?-.me acerque al árbol.
-Al limbo, lamento ser yo que te diga esto, pero has muerto, o tal vez en el mejor de los casos en coma.
-Si estuviera asi, ¿No debería recordar que me sucedió?-pregunte ya que dentro de mi lógica esto podría ser fácilmente un sueño, no podía estar muerto.
-Cincuenta contra cincuenta.
-Entonces, ¿tu recuerdas que te sucedió?
-Claro que sí, fue la muerte más estúpida que haya oído por aquí.-dijo saltando de la rama del árbol en donde estaba, cayendo al frente de mi.-Metí un tenedor a un tostador, quizás no lo recuerdas porque moriste de una forma más estúpida que la mía. ¿En qué año estaban?
Quede mirándola por unos segundos, aparentemente yo debería tener la respuesta a su única pregunta, sin embargo, no entendía nada de nada, a excepción de la pregunta sobre el año en el estábamos.
-Creo que estábamos en el dos mil veinte. ¿En qué año te quedaste?
-Dos mil doce-.dijo sonriendo- Estire la pata en el fin del mundo.-la mire bastante serio, el mundo no habia acabado en el dos mil doce, tal vez habia metido el tenedor al tostador como suicidio, para evitar morir en el juicio final, vaya forma de morir y de morir por evitar algo que jamás paso.-Es una broma. No puedes pensar todo aquí en el Limbo, olvídate de toda lógica. ¿Cómo te llamas?
-Samuel ¿y tú eres?
-Tu ángel de la guarda.
-Dime algo más creíble, como¿Ángel de la muerte?
-Roger Taylor-la mire casi con una mirada de ¿enserio?, eso basto para que abriera la boca-Oh how I want to be free,Oh how I want to break free.
Después de decir aquellas frases de aquella canción de Queen, empezó a caminar por la calle, la empecé a seguir y me percaté de que todo estaba de color verde, era como si un bosque se hubiera apoderado de una ciudad. Recogió una ramita del piso y empezó a moverla, casi como si fuera una varita mágica o una espada.
-Eres muy inmadura para estar muerta.
-Y tu muy amargado para haber estado vivo. Creo que por eso estas aquí, no disfrutaste tu tiempo, pero este si que lo vas a tener que gozar.
-¿Contigo? De seguro que si pasara un día contigo mientras estaba vivo-marque las comillas con mis dedos, de seguro esto era un sueño o más bien una pesadilla, no podía creer como era la chica que me acababa de recibir en la muerte-acabaría muerto al final del día.
-Créeme que si puedes morir-dijo volteándose en mi dirección, comenzando a caminar de espaldas- te presento a los come almas.
-¿A los come qué?-ella señalo con su dedo y mire hacia atrás. Habia una especia de niebla que tenia vida propia, era negra y se movía, tenia casi brazos que eran como tentáculos, cuando creo que nos vio, se lanzo a nosotros a toda velocidad. El ángel de la muerte empezó a correr, sin soltar la rama.
Sinceramente, era un sueño muy elaborado, muy realista e increíble para ser un sueño mío, definitivamente el Ángel de la Muerte debería tener razón, no se me ocurría nada más que explicara eso más que su propia explicación, asi que esto si es el más allá y por ahora, no creo que vaya a ser el paraíso. La niebla negra se me acerco y quizás fue un instinto de supervivencia lo que me llevo a correr detrás de la chica, no me percate que estaba corriendo hasta que sentí uno de los tentáculos tocar uno de mis tobillos, que a pesar de llevar pantalón su tacto quemaba tanto como si me estuviera tocando con acero recién calentado en las mismas llamas del infierno. De un impulso corrí más rápido, intentando alejarme, la sombra hizo lo mismo, casi fue pura suerte de que no me pudiera tocar. En medio de mi carrera, al frente de mi vi a un chico con traje de color negro, toda su ropa era negra exceptuando la corbata de color blanco.
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Relatos cortos
Short StoryUna recopilación de las historias cortas que he realizado desde 2018. Espero que les gusten y disfruten la lectura.