Mi nombres es Madison Rase, tengo 15 años y te contare la historia detallada de cómo es que mi vida va siendo encantadoramente destruida por un chico de ojos bonitos, sonrisa deslumbrante y en serio asquerosamente sexy. ¡Maldición! ¿Por qué todo tra...
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---------- SUENA ALARMA DE CELULAR-----------
— ¡Carajo! ¡Carajo! — digo mientras no puedo desactivar la alarma del celular, hasta que por fin logró apagar esa estresante musiquita.
Me levanto de un golpe con mi cabello sobre la cara y aun medio dormida miro a mi alrededor tratando de ubicarme en tiempo, lugar y persona.
—¡Genial, viernes! ¡Es hoy! —digo con una sonrisa fingida, hoy empieza este concurso, que básicamente trata de esto, e primer lugar es para los traumados con libros, es una toca timbre, cuando tienes la respuesta correcta tocas el timbre y respondes la pregunta, !fácil! y por lo general la mayoría de estas serán de tipo " quien escribió este libro", "cuando se publicó?", "en que editorial?", frases y a que libro corresponden etc.
No sé si todo lo que sepa será suficiente para este tipo de competencias.
—Bajo rápidamente las escalares emocionada —Buen día Ma—digo casi gritando.
—¡Wow! Nunca te había visto tan feliz por irte al colegio—dice en tono sospechoso.
—Es que hoy si haré algo que me gusta—le digo sonriendo y esperando que me pregunte que es lo que haré mientras me llevo una manzana a la boca. —no me pregunta nada al respecto, es más ni siquiera me mira y sigue en lo suyo
—Bueno me voy —digo algo decepcionada y apresuro mis pasos hacia la puerta.
—Maddy! — escucho a mi mamá hablarme tras mis espaldas. —Si dime—dijo fríamente, sin voltear.
— Suerte en tu concurso cariño—volteo, la miro y doy un suspiro. — Que no esté mucho en casa no significa que no sé lo que haces —me mira con los ojos entrecerrados, toda la semana escuchaba como hablaban de eso en tu habitación, en el celular o no se, pero te escuchaba.
Mi atención está en ella y me lanzo para abrazarla y darle un beso en la frente.
—Se que te dejo mucho tiempo sola, es porque confió en ti, tu nunca me decepcionarás, pero eso no significa que me desinterese por ti —me mira mientras se le van llenado los ojos de lágrimas.
—Está bien mamá, no es necesario que llores —le dije pasando mi mano por su rostro, ya no llores que inundaras este lugar —se ríe mientras se seca las lágrimas rápidamente. Mamá tiene una manía de llorar en grandes cantidades, es realmente sorprendente de donde salen tantas lágrimas de ella.
— Me voy—le digo mientras suelto su mano y le doy una última mirada de mucho amor y cruzo la puerta, a veces me sorprende lo dura y fuerte que me he vuelto, pero, es bueno saber que no estás tan sola cómo te sientes.
Llego al colegio y en la entrada me aborda la señorita Alicia, que deteniéndome a verla detalladamente, se ve fantástica, es muy joven para ser profesora, debe tener unos 35, tiene ojos verdes con miel y el cabello castaño hasta los hombros, es baja pero no tanto como yo, lleva una pantalón de vestir blanco muy bonito con unos zapatos negros de punta, lleva una blusa blanca edia transparente de flores y se ve muy, muy bien en ella, elegante en todas su letras.