Ya no estaré sola

118 4 1
                                    

Ya hace unos minutos me había perdido de vista el cazador debido a un ruido que venia de la maleza de enfrente a unos pocos metros de mi, para luego escuchar como recargaba su arma y un disparo resonó en mis tímpanos cosa que me aturdió ligeramente e intente recomponerme lo mas rápido posible, en cuanto lo hice me di cuenta que destacaba entre la maleza y alcanzaba a ver cómo el cazador recargaba el arma.

Pensando que ya me había visto me agache y camine lo más rápido que pude hacia un costado, me desconcerté mucho cuando vi que no era a mi a quien apuntaba con su arma sino al parecer a dos niños que empezaban a correr por sus vidas entre la maleza me sorprendí ante el echo de que habían otras dos personas iguales a mi, sin pensarlo dos veces corrí en dirección hacia ellos los tomé de las manos y grité: —¡CORRAN! —y se escucho el segundo disparo, pero para nuestra afortuna el hueco del árbol ya estaba casi a nuestros pies, por lo cual con el impulso del tirón caímos dentro y comenzamos a gatear lo más rápido posible para salir de entre las raíces del mismo.

—¿Están bien?, ¿nadie está herido? —pregunté alarmada respirando de manera agitada, los dos niños parecían confundidos bueno solo uno reflejaba confusión ya que el otro traía una bolsa de cartón con dos orificios a la altura de sus ojos, pero estos no se alcanzaban a apreciar.

—Estamos bien. —respondió una voz tranquila que parecía ser de quien traía la bolsa de cartón en la cabeza.

—Ya veo, me alegro. —respondí ya con mi respiración normalizada.

—¿Quien eres? —preguntó una voz que reflejaba un poco de hostilidad y que está provenía de la persona que acompañaba al de la bolsa.

—Oh lo siento aún no me presento, soy _____, pero que les parece si nos presentamos de camino hasta hallar un lugar seguro. —Terminé por decir luego de haber respondido  su pregunta, ambos asintieron y caminamos a unos pocos metros se encontraba un puente pero este estaba roto.

Nos acercamos más al puente y el chico de la bolsa se acerco al cimiento del puente donde tomo en sus manos una cuerda y comenzó a jalar de ella, nos percatamos de que una parte del puente estaba siendo levantada.

—Salten, rápido que pesa. —dijo con un poco de dificultad debido a la fuerza que tenia que implementar en sostener parte del puente, las dos nos apresuramos a saltar estaba alto pero no era momento de preocuparse por caer, en cuanto aterrizamos al otro lado del puente se escucho un golpe muy fuerte que, hasta me sorprendió que no llamara la atención del cazador.

—Salta y toma mi mano, te atraparé, puedes confiar en mi. —En lo que yo le hablaba al niño de la bolsa la niña merodeo un poco por la zona. El niño lo pensó un momento pero al final decidió saltar, cuando estuvo a mi alcance tome su mano con fuerza y comencé a jalarlo para subirlo en eso la niña se acerco corriendo y termino por ayudarme a subir al niño de la bolsa.

—¡¿Cómo se te ocurrió saltar así sin más?! —le preguntó la niña un tanto alterada, los dos tratamos de calmarla y cuando por fin se calmo el niño respondió su pregunta:

—Es que me dijo que podía confiar en ella, por eso salté. —La niña lo miró incrédula.

—¿Cómo es que eres tan ingenuo? —preguntó frustrada la niña.

—Bueno lo importante es que podemos confiar en ella, ya que realmente me atrapó. —Terminó por decir el niño de la bolsa con tono feliz y la niña solo soltó un suspiro de frustración yo solté una pequeña risita lo que provocó que sus miradas se posaran en mi.

—Y bueno... ahora si. ¿Quiénes son ustedes? —pregunté con una ligera sonrisa que no mostraba mis dientes.

—Yo soy Mono y ella es mi amiga Six. —dijo el chico de la bolsa, la niña llamada Six aún me miraba con un poco de desconfianza tragué saliva y pregunté: —¿Qué les parece si seguimos? —Mono antes de contestar miro a Six y ella asintió por lo que volvió a dirigir su mirada hacia mi y asintió.

Te lo prometo... me quedaré contigo sin importar queDonde viven las historias. Descúbrelo ahora