My dancing crush - JENLISA (G!P)

Capítulo 11:

(Esa foto merecía estar ahí, Jennie nuestra patrona ;)))) 

Jennie Pov: 

Sigo observando a Lisa sin tan siquiera pestañear. La sangre me arde y un debate se crea en mi cabeza entre la lujuria y la rabia. No soy la misma persona de hace tres meses, al volver a casa me di cuenta de que todo lo que me había pasado ocurrió porque era demasiado débil.  Ahora, me he encontrado a mí misma y he hecho cambios en mí que antes no me habría atrevido a hacer por miedo a la opinión de los demás. 

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Hace 3 meses...

- Jennie, hija, ¿qué ocurre? - dice mi madre acercándose a mí, que sigo parada en la entrada. Me envuelve con sus brazos en un cálido abrazo mientras su mano acaricia mi espalda. Dejo caer las maletas al suelo y me aferro a ella, dejando que mis lagrimas mojen su hombro. 

- H-ha vuelto a o-ocurrir... - mi voz sale entrecortada por los sollozos, hundo mi cabeza en su pecho y suelto todo lo que estaba intentando retener. Mi padre aparece por el salón observándonos con ojos tristes. 

- Oh cariño...lo siento tanto- dice mi madre dejando escapar un sollozo mientras me aprieta entre sus brazos. Mi padre se acerca acariciando mi cabeza y deposita un pequeño beso en ella. 

- Jen, iremos a ver a la doctora Jessica, de acuerdo?- lo escucho hablar y asiento aún escondida en el pecho de mi madre. La doctora Jessica es la psicóloga que mi padre contrató antes de que yo me trasladara a la ciudad , me ayudó con mis problemas relacionados con el bullying y la ansiedad. No es mucho mayor que yo y confío mucho en ella, además sé que es la única que puede ayudarme a salir de toda esta mierda. 

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- Joder Kim, sí, así...-dice con la voz ronca, ahogada por los gemidos mientras la embisto con fuerza. Rodeo mis brazos alrededor de sus muslos y me inclino para penetrarla llegando a su punto G, se retuerce de placer bajo mis brazos y sus manos cogen el borde de la mesa justo antes de llegar al climax. Sus contracciones presionan mi miembro y gruño de placer antes de sacar mi pene y correrme en su estomago. Ella me mira con ojos lujuriosos aún encima de la mesa con todos los papeles esparcidos encima y su blusa blanca por encima de sus pechos, una vista realmente exquisita. 

- Kim...- me dice extasiada. - Eres jodídamente increíble, no puedo creer que sea tu primera vez - Deja escapar una sonrisa mientras apoya su cabeza en la mesa y yo me dejo caer en la silla, exhausta. Me acabo de tirar a mi psicóloga y me he sentido increíble, no pensé que perdería mi virginidad así, pero tampoco me arrepiento. La observo incorporarse y arreglar su ropa, no sin antes limpiarse y yo sonrío picara al ver como la he dejado hecha un desastre.

- Que te quede claro todo lo que hemos hablado Kim, espero no verte por aquí más. - La observo levantando una ceja. -Bueno, siempre y cuando no necesites otro tipo de terapia...- sonríe picara y yo río. Recojo mis prendas y me visto sintiendo su mirada encima mía.

- Está todo más que claro, doctora.- Digo caminando hacia la puerta, pero justo antes de abrir me giro a verla, apoyada en la misma mesa donde lo hemos hecho momentos antes, mirándome con ojos penetrantes y el pelo ligeramente alborotado. Sonrío traviesa al ver el desorden de la habitación, los papeles están esparcidos por toda la mesa, las cosas que se encontraban encima, ahora están por todo el suelo y la típica silla de paciente está volcada. 

- O tal vez no...- le guiño un ojo antes de salir y cierro detrás mía. Suelto un suspiro y mi cara se torna roja de vergüenza al ver cómo la recepcionista me mira con los ojos abiertos. Salgo de allí lo más rápido que puedo, pero esta vez es diferente, salgo con la cabeza bien alta y feliz, muy feliz.