My dancing crush - JENLISA (G!P)

Capítulo 5

Jennie Pov: 

Me despierto con el estridente ruido del despertador, son las 7 de la mañana y siento que no he dormido nada, he pasado la noche dándole vueltas al mensaje de Lisa y admito que me tiene inquieta. Cuando me levanto las secuelas de las heridas de ayer se hacen notar, camino hasta la cocina para tomarme un analgésico y así calmar el dolor. Cuando acabo,  tomo una ducha fría para relajar mis músculos y me visto con unos jogger negros, mis air Force blancas, una sudadera para tapar los golpes y un gorro de lana negro. Desayuno lo primero que cojo del frigorífico y bajo al garaje para sacar mi bebé (o mi moto) a pasear. 

Llego tarde al campus por culpa de Jisoo, la muy idiota se había quedado dormida y ahora nos toca correr como estúpidas por la universidad. Las clases habían empezado hacía 10 minutos y por suerte no hay mucha gente por los pasillos. Al llegar a nuestra clase estamos sin aliento, pedimos disculpas a la profesora y nos sentamos al final de la clase. Las tres primeras clases son infernales, no puedo concentrarme y tengo la sensación de que el puñetero reloj no se mueve. Cuando por fin llega la hora del almuerzo, me tenso, admito que estoy nerviosa. 

-Hey Jendeukie, ¿Vienes?- Pregunta Jisoo cogiendo sus cosas para ir a la cafetería. Al ver que no respondo, insiste- Jennie, ¿Te sientes bien? Hoy estás muy rara- dice dándome golpes en la frente. Reacciono y empiezo a recoger mis cosas para ir a la sala de danza.

-Sí, estoy bien, no te preocupes- La miro -¿Puedes adelantarte hoy para ir a la cafetería? Tengo que recoger unas cosas del concurso de dibujo- me invento una excusa lo más creíble posible. Ella me mira extrañada, pero al final asiente y se adelanta. Sé que debería contárselo, pero me acribillaría a preguntas y no tengo tiempo para responderlas, después se lo diré.

Al salir de clase me dirijo lo más rápido que puedo hacia la sala de danza, la cual no está muy lejos de mi aula, por suerte. Al ir acercándome empiezo escuchar música, es una canción movida, no tengo mucha idea de música, pero es de esas que cuando la escuchas, te dan ganas de bailar. Cuando llego estoy más relajada y antes de entrar me asomo de forma cuidadosa por la puerta, sin llamar la atención. 

El aula tiene un suelo de parqué oscuro y las paredes son grises excepto por una, que está cubierta por un espejo. A un lado hay un banco que abarca casi toda la pared lateral y prácticamente estaría vacía si no fuera por la figura que se mueve al compás de la música. Es Lisa, baila de forma seca, con golpes y pasos bruscos que van a la perfección con la canción que está sonando. Verla bailar te hipnotiza, lo hace con una facilidad que sorprende y es prácticamente imposible apartar la mirada de ella. Me fijo ahora en su cuerpo, delgado pero muy bien proporcionado y tonificado. Lleva una camisa de cuadros verde con un top deportivo debajo y un pantalón vaquero ancho que se acopla exquisitamente a sus curvas. Sacudo la cabeza antes de que comience a babear y me doy cuenta de que mi amiguito se ha quedado contento con las vistas. 

-Mierda- murmuro para mí, sin embargo, parece que no soy la única que lo escucha y la música para de golpe. Levanto la mirada sorprendida  y veo que Lisa se está secando el sudor, coge una botella del banco y se da la vuelta encontrando mi mirada.

-¿Vas a pasar o seguirás viendo detrás de la puerta?- Maldigo en mis adentros por la vergüenza que siento ahora mismo. Intento bajar mi sudadera lo máximo posible para disimular mi erección y entro al aula mirando al suelo, no puedo estar más nerviosa y no entiendo porqué, pero su presencia me acelera el pulso de manera exagerada.

-¿Y bien? ¿Ya has decidido lo que vas a hacer, Kim?- pregunta haciendo que la observe de frente, su cara muestra una sonrisa traviesa que me gustaría borrar en ese mismo instante. Me olvido de mi erección y doy un paso al frente con el ceño fruncido.

-No sé como puedes ser tan cretina de chantajearme con esto, después de que te dejase en leído aquel mensaje - su mirada es ahora seria- Creo que dejé bastante claro mi respuesta- digo dando otro paso quedando a una distancia relativamente corta. Sus ojos me observan con intensidad, al darme cuenta de la cercanía a la que estamos doy un paso hacia atrás, quedando a una distancia prudente.

-Mira, Kim- su mirada se torna oscura capaz de atravesarme sin problemas, poniéndome tensa. Avanza hacia mí mientras yo retrocedo sin poder apartar la mirada.- Dejé pasar por alto el hecho de que no me respondieras, pero soy una persona rencorosa, ¿Sabes?- Dice de manera pícara observando hacia abajo. Sigo su mirada hacia mi amigo y cuando intento taparlo me tropiezo con el banco  quedando sentada con ella aún de pie, mirando fijamente mi entrepierna. No puedo soportar más su mirada, me tiene embobada, mi pulso se acelera y mi respiración se vuelve pesada. 

-Ahora que tengo una posibilidad de conseguir lo que quiero, no voy a parar- Sonríe con arrogancia, vuelve a mirarme a los ojos, apoya su rodilla entre mis piernas y su mano contra la pared, dejando su cara a pocos centímetros de la mía. Cierro los ojos con fuerza antes de volver a abrirlos, la posición comprometedora no ayuda en lo más mínimo y mi erección es cada vez más notable. La miro fijamente, sin decir palabra, pues los nervios no me lo permiten. Abro la boca dispuesta a decir algo que nunca llega.

-¿O prefieres...-Acerca su otra mano a mi entrepierna- ...que esto.. - siento como agarra mi erección acercándose aun más, casi rozando mis labios- ...salga a la luz?- Acaba la frase apretando suavemente a lo que respondo con un quejido cerca de su boca. Su mirada viaja hasta mis labios entreabiertos y vuelve a mis ojos, sonríe con orgullo y un segundo después se lanza a mis labios con ferocidad, abro los ojos sorprendida e intento dejarme llevar lo mejor que puedo. 

Su mano sigue recorriendo mi ahora dura erección de arriba a abajo, volviéndome loca. Desliza su lengua dentro de mi boca y el beso se torna aún más salvaje, caliente. Pasa sus brazos alrededor de mi cuello y se sienta a horcajadas con sus piernas a mis costados, siento mi entrepierna contra su centro y llevo mis manos hasta su cintura dejándome llevar. Nos separamos por la falta de aire,  me mira a los ojos con lujuria, nuestras respiraciones son pesadas, pausadas. No puedo evitar imaginarme como sería volver a besarla. 

-¿Lo harás..?- dice en un susurro ronco y demasiado sexy a mi parecer. Ya no puedo negarme a su petición, estoy demasiado excitada como para pensar con la cabeza.

-Si, lo haré- Suelto en un suspiro exhausto, apoyando mi cabeza en la pared y apretando su cintura. 

-Sabía que lo harías- Sonríe con suficiencia. De un momento a otro, se levanta como si nada y recoge sus cosas dirigiéndose hasta la puerta, dejándome en shock con una dolorosa erección. Antes de salir, se da la vuelta mirándome divertida.

-Te mandaré un mensaje con los detalles- Me guiña un ojo- Y será mejor que hagas algo con ese monstruo antes de que suene el timbre- se ríe provocándome y sale del aula.

Salgo de mi estado de shock después de unos segundos y sacudo mi cabeza con fuerza. ¿Cómo cojones se atreve a dejarme así? ¿Tan mal fue? Cojo mis cosas lo más rápido que puedo y me dirijo hasta el aparcamiento para irme de allí. Doy gracias al no encontrarme a Erik por el camino y  llamo a Jisoo para decirle que no podré llevarla a casa. Me subo en la moto y conduzco en dirección a mi departamento. 

Soy consciente de las clases que tendré que perder, pero no me importa en lo más mínimo. Mi mente aun no procesa lo que acaba de pasar y el dolor en mi entrepierna comienza a ser insoportable. No entiendo como he sido tan idiota de caer en su juego- Eres imbécil Jennie- Me digo a mí misma al darme cuenta de la estupidez que he hecho. 

Una vez en mi departamento, entro corriendo al baño y calmo mi erección. Cuando estoy más relajada, pienso en su propuesta con detenimiento. -Disfruto dibujando y no se me da mal, no creo que sea tan malo dibujar una foto, ¿no?- Discuto conmigo misma- Aunque tampoco me ha dejado otra opción...- continuo mientras doy vueltas por mi habitación. Decido dejar de pensarlo y que pase lo que tenga que pasar.

.

.

.