"Si quisiera empezar a matar, no quedaría ni uno solo de ustedes."
— Jeon jungkook ( Kyoko)Hospital Psiquiátrico Rang.
Se erguía imponente sobre las ruinas de un antiguo sanatorio, un lugar del que la gente huía, temerosa de su sombría historia plagada de suicidios, experimentos oscuros y apariciones que desafiaban toda explicación lógica.
Su construcción se elevó sobre los cimientos de un sanatorio erigido en 1870 en Busan, Corea del Sur, inaugurado en 1890 para acoger a aquellos que habían caído víctimas de una epidemia de tuberculosis. A pesar de ser considerado uno de los hospitales más avanzados de su tiempo, las paredes de este edificio guardaban secretos tétricos, ya que muchos pacientes sucumbieron a la enfermedad y a prácticas médicas despiadadas.
En un esfuerzo desesperado por contener la enfermedad, los médicos llevaron a cabo operaciones desastrosas, de las cuales apenas sobrevivía un 5% de los pacientes. Hidroterapias y choques electroconvulsivos fueron métodos que, lejos de sanar, sumían a los pacientes en destinos casi siempre siniestros.
Los pacientes menos afortunados, aquellos cuya suerte se consumía tras jornadas intensas de terapias, eran transportados en un carrito a través de un túnel subterráneo que conducía directamente a la morgue. El director del hospital sostenía que la recuperación de los demás internos sería imposible si todos los días observaban un macabro desfile de cadáveres.
Tras el cierre en 1900, el sanatorio se sumió en un silencio perturbador, pero susurros nocturnos aseguraban que los gritos de dolor y desesperación aún resonaban entre las sombras. Se hablaba de decenas de figuras espectrales que deambulaban por el oscuro túnel hacia la morgue.
En 1915, la demolición comenzó, solo para reiniciar la reconstrucción en 1947, dando lugar al renacimiento del Hospital Psiquiátrico Ok Rang, ahora envuelto en misterio y fama.
Estación de Policía Busán, 12:30 PM
— Señor oficial, ¿conoce la existencia de monstruos? No aquellos que acechan en la oscuridad, no, me refiero a los que caminan a plena luz del día, aquellos de los que no se puede escapar por más que lo intentes.
— ¿Por qué no podría escapar?
— Una vez que entras en su juego, señor detective, no te permiten partir hasta que estés lo suficientemente desgarrado como para escuchar sus risas al final.
— ¿Ellos? ¿Entonces son varios? Interesante.
— Así es, escuchó correctamente, detective. Ellos. ¿Alguna vez ha oído hablar del monstruo cruel del armario?
— Supongo, ¿cuál es la relevancia?
— Ellos son... monstruos, pero antes de arrebatarte la vida, juegan contigo. Les encanta divertirse. Al final, te despojas de tu propia existencia.
— ¿Puede proporcionarnos algún nombre que le venga a la mente? ¿Algún nombre clave?
— Kyoko, es lo único que consigo recordar, señor—
Jeon JungKook, una vez un alma amable y gentil, se sumió en las sombras después de un suceso inefable que transformó lo que alguna vez fue bueno en una oscura manifestación de terror.
Kim Taehyung, un enfermero de semblante adorable y curioso, dedicado a su noble tarea de velar por el bienestar de los pacientes en los lúgubres pasillos del hospital. Inocente al principio, Taehyung no tenía idea de que su decisión de aceptar aquel empleo desencadenaría un giro terrorífico en su destino, un destino sellado por la presencia de JungKook.
El cambio se hizo evidente en los ojos de JungKook, que pasaron de ser ventanas del alma a ser portales hacia un abismo oscuro. Ojos rojos flameantes y manipuladores que desataban una locura que, paradójicamente, también traía consigo una extraña forma de vida. Una vida que se regeneraba en las sombras, alimentándose de la esencia corrompida de aquellos que caían bajo su influencia.
En las noches silenciosas del hospital, los pasillos resonaban con susurros inquietantes y risas siniestras, mientras los pacientes se veían envueltos en un miedo palpable, sin entender que algo oscuro acechaba entre las paredes. La presencia de JungKook, ahora más tangible que nunca, se manifestaba como una sombra errante que dejaba a su paso una sensación gélida y una presión opresiva.
Taehyung, inicialmente ajeno a la pesadilla que se desplegaba a su alrededor, comenzó a notar cambios en su entorno y en sí mismo. Las enfermerías se volvían lugares de susurros suspenso, y las luces parpadeantes creaban sombras danzantes que despertaban el terror en cada rincón.
En este oscuro rincón del universo, la unión de JungKook y Taehyung prometía revelaciones aterradoras y una danza macabra entre la redención y la perdición. En cada sombra, en cada susurro, yace un misterio que se desvela lentamente, revelando un horror que trasciende la comprensión humana.
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«Schizophrenia » [ JK.TH]
Fiksi PenggemarJeon JungKook, un chico amable y gentil, irradiaba una luz positiva que tocaba a todos a su alrededor. Sin embargo, todo cambió drásticamente después de un suceso impactante que transformó su esencia benevolente en algo oscuro y desconocido. En ese...