Los de cuarto año de Gryffindor y Slytherin estaban bastante nerviosos por asistir a su primera clase de Defensa Contra las Artes Oscuras del año.
Como todos los años anteriores, se les había asignado un nuevo maestro. Sin embargo, la única persona que realmente sintió que el mundo se estaba cerrando a su alrededor, fue Marina Black. Fue la primera lección con Junior como su maestro. Sabiendo que iba a vestirse como Ojoloco, sintió que el estómago le daba un vuelco.
La joven Slytherin encontró su asiento en la parte de atrás del salón, agarrando su pluma y mirando al idiota Harry Potter, quien estaba sentado al frente, riendo a carcajadas con sus amigos. Merlín, ¿podría ser más molesto?
Mientras Draco se dejaba caer en la silla junto a ella, arrojando su copia de Las fuerzas oscuras: una guía para la autoprotección sobre su escritorio, Marina se encontró escuchando el distintivo tintineo de los pasos de Junior. Pasó menos de un minuto antes de que el nuevo profesor entrara a trompicones en la habitación.
─En ese momento ─comenzó─. Estás atrasado, esta clase está muy atrasada, en cuanto a lidiar con las maldiciones. Así que, estoy aquí para ponerlos al día sobre lo que los magos pueden hacerse entre sí.
Caminó hasta pararse frente al escritorio de Harry, Ron y Hermione, les echó un vistazo y se rió entre dientes antes de girar su ojo mágico hacia Marina. Durante el verano, había llegado a gustarle Junior, pero sabía que si él hacía algo mal, lo prendería fuego en un abrir y cerrar de ojos.
─Alastor Moody. Ex-auror, Ministerio Malcontent y tu nuevo maestro de Defensa Contra las Artes Oscuras ─dijo, mirando a la hija del Señor Oscuro con ambos ojos ahora─. Así que, directamente. Maldiciones. Vienen en muchas formas y fortalezas. Ahora, de acuerdo con el Ministerio de Magia, se supone que debo enseñarte contra maldiciones y dejarlo así. No se supone que te muestre cómo se ven las maldiciones oscuras ilegales hasta que estés en sexto año. Se supone que tienes la edad suficiente para lidiar con eso hasta entonces. Pero el profesor Dumbledire tiene una mejor opinión de tus nervios, cree que puedes sobrellevarlo, y yo digo que debes estar preparado. Entonces, ¿alguno de ustedes sabe qué maldiciones son más fuertes castigado por la ley mágica?
Varias manos se elevaron tentativamente en el aire, incluidas las de Ron y Hermione. Junior señaló a Ron, aunque su ojo mágico todavía estaba fijo en Marina.
─Ehm ─dijo Ron tentativamente─, mi papá me habló de uno. ¿Se llama la Maldición Imperius?
Marina conoce todas las maldiciones imperdonables y cómo funcionan. Su padre se los había demostrado, pero ella nunca había probado ninguno.
─Ah, sí ─dijo Junior agradecido, y abrió el cajón de su escritorio. Sacó un frasco de vidrio. Tres grandes arañas negras correteaban por su interior. Draco sonrió y tocó el brazo de Marina, sabía que el mayor miedo de Ron eran las arañas.
Junior metió la mano en el frasco, atrapó una de las arañas y la sostuvo en la palma de su mano para que todos pudieran verla.
─¡Imperio! ─la araña se levantó sobre dos de sus delgadas patas. Junior señaló con un dedo grueso a Goyle, que se reía─. ¿Crees que es gracioso, a ti? ─gruñó─. ¿Te gustaría si te lo hiciera? ─la risa se apagó casi instantáneamente─. Podría hacer que saltara por la ventana, se ahogara, se arrojara por una de tus gargantas... Sabes, muchos magos dicen que hicieron el trabajo sucio de Quien-tú-sabes bajo la Maldición Imperius. Pero ¿Cómo solucionamos a los mentirosos?
Esbozó una sonrisa maliciosa, mirando a Marina directamente a los ojos.
─¿Alguien más conoce una? ¿Otra maldición ilegal?
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PLAY WITH FIRE, harry potter
Fiksi Penggemar𝐏𝐋𝐀𝐘 𝐖𝐈𝐓𝐇 𝐅𝐈𝐑𝐄 ❝ así que mírame a los ojos, padre. dime cómo la guerra y el derramamiento de sangre no son para mí, cuando todo lo que me has enseñado es dolor y sufrimiento. bien sabes que es el único que me puede regalar ternur...