Compañeros/ Yoonmin

Una petición Part 1 //Yoongi

¡Dioses!

Un año y dos meses se habían pasado volando frente a sus narices y la situación con Jimin no había cambiado en absoluto, a excepción de una pequeña cosa: Ahora Jimin hablaba mientras tenían sexo y ya no iba todos los días a su casa, sino que se turnaba un día si y al siguiente no. Eso hacía que su lobo se desesperase en demasía, pues el chico había logrado acostumbrarlo y hacerlo un adicto y prisionero  del sexo y sus ricas feromonas que le traían loco y desesperado.

—¡Yoongi! —escucho que llamaban su nombre y al voltear pudo ver a Namjoon  correr en su dirección con una gran sonrisa de hoyuelos, así que se detuvo.

—Hermano —saludo, devolviendo la sonrisa —. ¿Qué sucede?

Vio la sonrisa de Namjoon ensancharse en aquel rostro varonil y  serio y supo de inmediato que algo bonito tenía que decir, pues ese alfa no era de los que sonreía a menudo, más que sólo cuando se trataba de familia o amigos que le hicieran el día.

—Conoce a mis hermanitos —le dijo, poniendo frente a sus ojos, una hermosa fotografía en donde aparecía la cansada madre con un bebé en brazos  acostada en una camilla de hospital y sentado a la par, el alegre padre con el otro bebé en brazos, ambos con una gran sonrisa mientras los niños lloraban —. ¿Puedes creer que los ingratos de mis padres aún no les han puesto nombre y tienen dos meses de nacidos? —dijo el chico con un tono indignado de voz, haciendo reír a Yoongi que de alguna forma se lo esperaba.

—Creo que hicieron lo mismo contigo
—dijo conteniendo las severas carcajadas que querían salir de su boca —. Mi papi dijo que tu mamá le contó, que los primeros dos meses después que nacieras, ambos te decían bolita de caca —molestó haciendo un estruendoso "pfff" al estarse aguantando la risotada que quería soltar y riendo finalmente, con la expresión de infantil indignación de su amigo.

—¡Demonios! —exclamó el contrario —. Á uno le dicen bolita de caca y al otro bolsita de pipi —dijo refiriéndose a los nombres temporales de los bebés, que sus padres le habían dado —, ni siquiera son originales —se quejó, ahora enojado.

—Deberías ponerles nombre tu —le dio la idea, pues, tampoco le parecía referirse a los niños con esos horribles nombres espantosos —. Aguanta —dijo después de darse cuenta de algo muy importante que su amigo había dicho —. ¿Tus hermanitos tienen dos meses de nacidos?

—Sí —contestó animado el alfa contrario, para luego adoptar una expresión sería que alertó a Yoongi, de lo que diría a continuación —. Has estado actuando como un idiota —le confirmo lo que ya sabía, respecto a como actuaba últimamente, con todo lo que Jimin le hacía sentir en su cuerpo, alma y corazón —.  Te la has pasado mucho tiempo alejado de nosotros y pasas mucho tiempo con ese pequeño alfa amigo tuyo —le dijo la observación, soñando un poco dolido y Yoongi entonces se permitió regañarse mentalmente por dejar de lado a sus mejores amigos por alguien que quizás sólo estaba jugando con él.

—Lo siento mucho —se disculpó.

Yoongi vio sonreír a Namjoon, ahora mucho más remarcando los hoyuelos que secretamente le daban ganas de hundir más con sus dedos índices a cada lado. Luego recordó que hace un mes había sido él celo de Jimin y este había recurrido a él de forma demandante y posesiva, algo que le había encantado y que vivió por primera vez con ese hermoso alfa al cual amaba con todo su corazón, para luego volver a caer en la realidad y regañarse por distraerse tan fácilmente con todo lo que tuviera como objetivo central a Park Jimin.

—Lo compensaré —dijo —elijan un lugar al cual ir é iremos este fin de semana —hablo en plural. Pues ahora estaba al tanto de que había descuidado por mucho tiempo a sus mejores amigos por pensar en cosas indecorosas que podría hacerle a Jimin, para que este se fuera de su lado satisfecho.

Namjoon, sonrió en grande y así como llegó a su lado, después de despedirse, se marchó, dejándole sólo y pensativo.

Al llegar la noche, no se esperaba ser rodeado por aquellos acanelados brazos a los cuales ya estaba acostumbrado, pues, este era un día que no solo a llegar y escurrirse entre los suyos.

—Jimin —gimió, al sentir una de las manos de este dirigirse a la zona que estaba comenzando a levantarse como una enorme carpa, en su pantalón —. Dame lo que te pida —dijo dándose la vuelta y tomando ferozmente los gruesos labios de su amado entre los suyos en un beso apasionado, en el que ambos gemian y  deseaban mucho más del contrario.

—¿Qué deseas? —hablo entre medio de cada beso que le ponía cada vez más caliente y deseoso por lo que ese alfa podía ofrecerle.

—Quédate conmigo y hazme el amor —susurro excitado como se sentía, en el sensible oído de su fuerte y demandante León, quien le tomó de las piernas levantándole del piso y colgandolo sobre su cadera, para mayor comodidad —, esa es mi petición.

Jimin masajeo con manos rápidas y certeras su trasero por sobre el pantalón y Yoongi disfruto de sus magníficas atenciones.

Continuará.

NOTA.

¿Qué creen de esta historia? ¿Está bien redactada? ¿Le falta algo?

Por cierto, estoy viendo como es el proceso de publicación en físico y me dicen que es mejor autopublicar. Voy a desistir de mi idea de publicar ahora, pero lo voy a hacer cuando termine la historia que tengo planeada y obtenga más dinero y apoyo de parte de los lectores, así que espero que me apoyen leyéndola en wattpad y compartiendo la.

También, gracias por el amor recibido a esta historia, estoy muy feliz.

Nos leemos 😁