Lo que soy por ti// Yoongi

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Yoongi se sentía tan tranquilo en esos días, sobretodo porque todo en lo que había estado planeando desde la graduación era un éxito rotundo y tal vez jugaba a su favor la increíble popularidad de su padre al apostar por la educación del país y por eso consiguió trabajo en uno de los mejores colegios de NYl como profesor de primaria y Jimin también lo había conseguido en el mismo colegio y aunque sorprendido se permitió pensar que tal vez su padre no le había abandonado por completo y se sentía dichoso por pensarlo de esa forma, pues, era difícil encontrar empleo y más en una carrera muy demandada.

—Estoy nervioso —dijo Jimin a su lado, siendo un manojo de nervios y cuerpo tembloroso.

—Me está sudando hasta el corazón de los nervios —confesó, sonriendo en dirección a su león favorito.

—Espero que los niños no nos teman.

—No lo harán —le dijo a Jimin con una suave sonrisa para tranquilizarlo.

Pensandolo bien, y analizando su situación detenidamente, el trabajo de profesor siempre era para cambiaformas suaves que tuvieran como animal interno a Pollos, gatos, puercos, conejos etc, todos animales de corral y Omegas  en su mayoría, por lo que era una completa locura que fieras y sobre todo, alfas, fueran a ser maestros de niños de primaria, siendo estos muy enérgicos y capaces de hacer que cualquiera pierda los estribos.

Contrario a todo lo que pensarán de él  en cualquier lugar al que fuera —porque en realidad su mala fama lo perseguía— a Yoongi verdaderamente le encantaban los niños y aunque nervioso, estaba ansioso por comenzar su nueva etapa como profesor y poner en todas aquellas cabecitas, el fruto de su arduo trabajo como estudiante; por eso, cuando fue presentado en un grupo realmente bullicioso de tercer grado, su corazón latió emocionado, por comenzar a trabajar con ellos.

—Él será su nuevo maestro —mencionó para los niños, el director del colegio —. Presentese por favor, señor Min —le dijo con una suave sonrisa en su arrugado pero adorable rostro, el director Choi, un hombre bajito y que pasaba los 50 años, con un aroma dulzón que delataba su casta como la de un Omega y por aquellos rellenitos cachetes, podía saber que se trataba de un hámster o de cualquier otro roedor.

—Mucho gusto en conocerlos, mi nombre es Min Yoongi y será un gusto trabajar con todos ustedes —sonrió y vio como algunos de aquellos niños se sonrojaban y  hincho el pecho en orgullo, porque incluso en niños, su encanto tenía efecto.

—¡Mucho gusto señor lobo! —gritó un pequeño desde los asientos traseros y Yoongi levantó su mano y saludó desde su puesto, frente al pizarrón.

Después, cuando el director dejó el salón de clases, él se dedicó a hacer algunas dinámica para poder conocerse mejor , los niños le aceptaron con gusto y pese a todo lo que decían de los cambiaformas con fieras internas como animales, ellos no temieron de él y le dieron la bienvenida.

Al salir de la escuela y caminar hacia su casa, se dio cuenta de que algunos niños vivían cerca y lo saludaron al verle, su corazón latió satisfecho, tenía niños a quienes enseñar y proteger, era un maestro en pleno apogeo e iba a disfrutar de ello por el tiempo que pasará, pues, él quería dejar una buena marca en los corazones de quienes ahora eran sus preciados alumnos y sus deseos eran muy buenos para con ellos.

Al llegar a casa, vio a Jimin llegar con bolsas en las manos y le ayudó a meterlas en su hogar, se habían dividido las tareas, mientras el leoncito esperaba la comida el llegaría a casa para abrir la puerta y ayudarle a entrar con los comprados.

—Hoy fue un día extenuante —suspiró Jimin con una sonrisa en su bello rostro.

—Pero satisfactorio —coincidió —. Los niños fueron una experiencia de otro mundo.

—Tienes razón, en mi clase me dijeron señor gato —relató Jimin rindo al recordar al pequeño Sangwoo a quien le faltaban tres dientes delanteros y se veía gracioso al reír como lo hizo en toda la clase.

—En la mía me decían señor lobo —recordó Yoongi entonces al pequeño Eunwo que no paraba de hacerle preguntas acerca de su persona —. Niños muy dulces.

—Sí, pero me pregunto ¿Cuántos meses nos durará está felicidad y satisfacción que sentimos en nuestros pechos? —dijo Jimin sacando su lado negativo de ocasiones en las que se sentí a frustrado.

—Durará, amor —Yoongi se acercó a darle un beso en la frente y el alfa disfrutó mucho de la cercanía porque podía escucharle ronronear —. Juntos vamos a hacer que dure y saldremos adelante.

—Me sorprende lo cursi que puedes ser, siendo que por fuera eres tan serio y todos temen acercarse a ti —le dijo Jimin cruzando sus delgados y musculosos brazos por su cintura, causándole escalofríos y nervios placenteros.

—Es lo que soy por ti —susurró en la pequeña oreja contraria, tomando entre sus labios suavemente, el lóbulo besando y chupando, sacando de lo más profundo del ser un gemido ahogado a Jimin —. Tu me haces ser mejor persona. Mejor en todo.

—Te amo —le dijo Jimin con un sonrojo en sus abultadas mejillas.

—Y yo a ti, Mimi —le regaló un besito en los labios y se separó de la calidez que representaba estar en los brazos de su amado —, pero hay que comer y luego descansar un poco antes de hacer cualquier ejercicio físico —le guiñó un ojo y fue a traer platos para depositar la comida.

—¿Ejercicio físico? ¿Por qué haríamos ejercicio después de almorzar?—escucho preguntar inocentemente a Jimin, esperó unos cuantos segundos y entonces escucho su reacción —. ¡Pervertido, Min!

Y entonces se carcajeo, amaba todo lo que era cuando Park Jimin estaba a su lado y eso nunca iba a cambiar.

NOTA.

Estaba pensando en hacer una reunión en meet para hablar y conocernos, ¿Les gustaría?

Espero les haya gustado el capítulo.

Compañeros/ YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora