Capitulo 2: Una Maldición Hecha con Amor. Primera parte.

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El Cerezo Florece en la Tempestad


Con una cabeza cercenada que con elegancia cae al suelo de un callejón lleno de soledad, la sangre manchaba las paredes de los edificios. El viento movía el cabello de este ser haciendo que la paz le recorriera la espalda, su kimono se había manchado ligeramente con la sangre del asesino. "Amor, recuerda siempre, tu espada debe ejecutar la maldad de esta tierra" pensó Hakai, mientras miraba en el reflejo de la hoja de su sable los ojos grises de quien alguna vez fue quien le arrebató el deseo de poseer poder. El Kitsune de La Obsesión enfundaba su legendaria katana, y en el cadáver de un asesino despreciable aparece una flor de sakura. De este asesinato surge una criatura llena de ojos en todo su cuerpo, manos pequeñas y piernas regordetas, una lengua gruesa llena de una baba morada, y de sus labios llenos de gusanos se escuchan los lamentos de miles de personas.

- ¡Maldito! ¡Acabaste con mi juguete! ¡Acabaste con mi maldita diversión! Los demonios y maldiciones deberíamos apoyarnos, ¡¿por qué mierda los hiciste?! - Esta criatura de piel marrón llena de gallas y pus, se encontraba en cólera contra Hakai, asesino de su vasija. - Tú, un kitsune que gana poder por robar corazones, ¡me viene arruinar la diversión! ¿Cuántos malditos inocentes tuviste que arruinar para así ganar tus condenadas colas?

- No tolero a los asesinos sin piedad, pese a que yo en el pasado fui parte de ustedes. Perdí mi código de honor, me quitaron a las personas que amaba, y antes de que pudiese hacer algo, es ahora que te diré una verdad: el honor es lo último que pienso perder. - Mueve su cabeza haciendo que sus huesos tronaran, su cabello naranja se volvió de un hermoso color blanco con destellos dorados, sus orejas de zorro se hicieron ligeramente más largas y ahora portaba las más hermosas colas, eran 9 en total. - Acabé con la vida de 9 jóvenes para obtener cada una de mis malditas colas y no me arrepiento, pero ahora pienso vivir la vida que siempre quiso ella.

- No... - En su voz retorcida se escuchaba el miedo al ver el aura brillante de la forma real de Hakai. - No puedo creerlo... Eres... - Su voz es silenciada, Hakai ya no se encontraba enfrente a él, ahora estaba en su espalda y su cuerpo había sido cortado.

- Mil cortes de purificación. - El cuerpo de la criatura caía en pedazos cuando Hakai había enfundado nuevamente su espada, en ningún momento se había percatado de que este había desenfundado su sable.

Hakai regresaba a su forma humana, ahora portaba un traje de hermoso color blanco como la nieve, su cabello pelirrojo largo sostenido por una cola, y sus zapatos de color gris sólo resaltaban aún más la belleza que postraba, mientras que el monstruo se empezaba a transformar en cenizas. En ese momento Hakai solamente escupió en el suelo donde aún había sangre del asesino que había sido ejecutado por él momentos antes, y golpeó levemente sus talones haciendo que empezara a levitar.

Ahora había desaparecido del callejón en una estela de humo y cenizas para aparecer en un bar tradicional, este estaba decorado como si se tratase de una antigua casa japonesa, los camareros y los cantineros portaban kimonos de karate, y estos estaban decorados con los colores del lugar: marrón, beige y un color amarillo pastel tan sutil como la caída de las flores de Sakura. Entonces Hakai caminó hasta uno de los taburetes enfrente de la hermosa barra de madera, y el cantinero le preguntaba mientras este se sentaba: "¿lo de siempre, señor?". Hakai asintió y el cantinero le dio una calabaza de sake, Hakai empezaba a beber, cuando siente una presencia conocida. Un hombre de traje negro gastado se sentaba al lado de Hakai, pidió una botella de whisky y el cantinero con cierto miedo se la entregaba, y este puso junto a la botella de Hakai, una libreta de cuero gastado.

- Hace mucho que no te veía por estas tierras, ¿Qué quieres, esclavo del caos? - Hakai hablaba en una lengua completamente extraña, no parecía que eso fuera posible en el mundo de los mortales.

El Nacimiento del CaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora