Capitulo 2: Una Maldición hecha con amor, Segunda parte

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Calamidad en la mente del Dios 


Un anciano se encontraba en una vieja cabaña en alguna parte de Nueva Orleans, la madera se veía bastante desgastada y una vieja radio daba noticias sobre la segunda guerra mundial. Este hombre estaba sentado frente a una lampara y junto a él se encontraba un tazón con un pedazo de carne el cual se veía podrido y lleno de gusanos, el hombre lo miraba para luego con sus manos llenas de tierra empezar a jugar con los gusanos. En ese momento el hombre empezaba a matarlos con sus propios dedos y luego los llevaba a su boca, los degustaba como si fueran la mayor exquisitez del mundo. Es aquí cuando comenzó a ver al vacío de la habitación y empezó a hablar.

- Parece que han llegado quienes tanto esperaba; cuéntenme ¿cómo están? - El anciano se levantaba y limpiaba sus manos contra su ropa. - ¿Que a quién le estoy hablando? Pues a ustedes, mis queridos lectores de esta humilde historia. - Empezaba a tronar sus huesos, estos se escuchaban como los estruendos de los rayos, luego quitaba su cabello largo de su rostro y se podían ver los ojos grises que portaba en su rostro, parecía que estaba totalmente ciego. - Es interesante que ustedes se pregunten quien soy yo, cuando yo los conozco tan bien a todos ustedes, a veces hasta los espío en la ducha mientras están saboreando los placeres carnales de masturbarse en ese espacio privado. - Es en ese momento que empieza a reír. - Parece que no les agrada que los espíe cuando están en ese momento tan íntimo, o ¿quizás es que no les gusta que los vea en esta forma? - es ahí donde se muestra con algo de sorpresa. - ¿Qué? ¿Desean que cambie de forma? ¿Cómo están tan seguros de que yo puedo hacer eso, si en este libro aún no he aparecido y no saben mis habilidades? - Sus ojos cambiaban de color, estos obtenían un hermoso color ámbar. - Los complaceré, seres impuros e irrespetuosos...

En ese momento el anciano empezaba a acariciar su cuerpo, su cabello canoso empezaba a volverse de un hermoso color castaño, al igual que se recortaba hasta los hombros. Su ropa desgastada y manchada pasaba a ser un traje de color negro con una corbata carmesí adornando su cuello y en sus dedos aparecían anillos en sus pulgares, a la vez que sus dedos dejaban de ser huesudos. Las manchas en su piel anciana desaparecían y esta se rejuvenecía, sus labios pálidos regresaban a tener un color hermoso y sus dientes amarillentos y manchados ahora estaban relucientes. Frente a él aparecía un hermoso cetro ornamentado con un cuervo de plata, este lo tomó con sus manos sosteniéndolo por el cuervo, su cuerpo empezaba a recuperar su figura, sus músculos ahora estaban totalmente renovados, se notaba que tenía la espalda ancha y sus brazos bastantes ejercitados. Ahora era todo lo contrario a su apariencia anterior.

- Ahora bien, mis humildes lectores, esas personas que siempre están ahí para leernos, ¿les gusta más esta figura? ¿Les parezco sexy? ¿O debería tomar una figura femenina semi desnuda para que se les enciendan las ganas de fornicar? ¿Tal vez debería darme un pene enorme? Según escuché eso les excita bastante. - Empezaba a reír a carcajadas. Su voz también había cambiado bastante, ya no era frágil y quebradiza como la de un abuelo que está en sus últimos días, esta vez tenía una voz ronca y gruesa, con un tono completamente dominante. - Dios, escucharlos quejarse por ese comentario es tan molesto, ¿acaso maté a 500 niños en Somalia? O ¿Acaso fui yo el que le dio a Hitler la oportunidad de acabar con tantas personas? No, ¿verdad? Entonces bajen sus antorchas y empiecen a escucharme, que les quiero contar una historia bastante buena, aunque es gracioso, una historia dentro de una historia, qué sorpresa ¿no? - Colocó su mano en su mentón y se quedaba pensando un segundo. - Bueno, realmente según la teoría sí fui yo el que mató a esos niños y el que le dio el poder a Hitler, pero no nos pongamos técnicos. - Miraba al vacío algo extrañado y preguntaba: - ¿Cómo que no entienden a qué me refiero? ¿En serio el escritor de esta mierda no les ha explicado nada de nuestra existencia? Me parece una gran falta de respeto a sus hermosos lectores, entonces déjenme cambiar la historia que les contaré, para que así puedan entender a qué me refiero, ya que este imbécil que escribe esta porquería, no creo que lo piense hacer.

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⏰ Última actualización: Jul 11, 2021 ⏰

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