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—Me debes esto por dejarme con las ganas aquel día en la casa de tus padres —Jimin sonrió y bajó del auto caminado alrededor de este para abrir tu puerta. —. Trataré de ser gentil pero evidentemente terminaremos follando en los baños de la plaza o en el auto.
Minutos atrás antes de salir de casa Jimin había colocado dentro de ti un pequeño vibrador a control remoto que el manejaba, pues era su manera de castigarte pero sinceramente te preocupaba ya que no sabías hasta donde podía ser capaz de llegar, era una simple visita al supermercado pero las cosas se podían tornar interesantes.
—Me las tendrás que pagar después. —Mencionaste antes de bajar del auto y Jimin encendió aquel objeto por un par de segundos haciendo que soltaras un pequeño chillido el cual fue disimulado a medias por tu palma, para tu suerte el aparcamiento estaba oscuro y vacante.
—No me gustan las niñas mal portadas, sabes cual es tu castigo. —Te guiñó un ojo y extendió su mano para tomar la tuya y caminar ahora hacia la plaza, tus nervios aumentaban pues la gente en el lugar era demasiada.
Una vez estando dentro del súper optaste por hacer tus compras como de costumbre pero con algo de nervios puesto que la diferencia ahora es que tenías un vibrador dentro—que en cualquier momento se podía encender— y el simple hecho de que alguien más pudiera descubrirte te avergonzaba. Jimin permanecía caminando detrás de ti y tu sentías su mirada clavada por debajo de tu falda, así que para molestarle un poco te detuviste un momento para tomar una caja de cereales en el estante más bajo; te agachaste tratando de no doblar las rodillas haciendo que tu falda se levantase un poco más de lo normal y diste una mirada rápida hacia Jimin. Este hizo una mueca; una sonrisa ladina y mostrando el control que mantenía en su mano derecha dio click al botón haciendo que aquel objeto vibrase fuerte dentro de ti haciendo que tus piernas flaquearan y llevaras una de tus manos a tu boca como reflejo.
—Te estás comportando muy rebelde hoy —Subió un tono la velocidad del aparato y te fue imposible el no soltar un gemido ahogado por tu palma. Jimin se colocó detrás de ti y tomó tu mentón con su mano para girar tu cuerpo y dejarlo frente a frente, dio un beso en tus labios y sonrió. —. No quiero ser muy obvio en las cámaras. Sigueme y disimula, si es que puedes. —Te observó de arriba a abajo y rió al ver tu condición, pues te era muy difícil mantenerte de pie y contener aquellos sonidos obscenos que amenazaban con salir de tu boca.
Se adelantó unos cuantos pasos y al ver que te mantenías aferrada fuerte al mango del carrito de compras y caminabas a paso demasiado lento y con las piernas temblandote decidió apagar aquel objeto, regalándote otra sonrisa y caminar de nuevo por delante de ti.
Habían pasado apenas un par de minutos y ya te encontrabas de nuevo con aquel aparato encendido, esta vez estabas agachada con tus manos apretando fuerte tu boca conteniendo las sensaciones que ahora tenían a tu cuerpo demasiado estimulado, podías sentir la humedad en tu ropa interior y aquella frustración, necesitabas terminar de una vez con eso.
—Jimin...por favor, detente —Susurraste lo suficientemente fuerte para que el lograse escuchar, pero en vez de ceder y detenerse subió la intensidad de las vibraciones haciendo que mordieras fuerte tu labio hasta el punto de lastimarlo—. Necesito correrme, lo necesito ahora.
Detuvo el objeto y sentiste leve frustración pues aquella sensación te había empezado a gustar, pero preferías terminar en un lugar más privado, así que te levantaste y fuiste caminado, casi corriendo hacia los baños más cercanos, entraste en un cubículo y cuando estuviste a punto de cerrar la puerta algo te lo impidió, era Jimin.
—¿Que haces aquí? Nos van a descubrir.
—No hay problema, solo mantén la boca cerrada. —Te empujó dentro de aquel reducido espacio y cerró la puerta con seguro.
Tu retrocediste algunos pasos y Jimin se acercó a ti, volvió a encender el vibrador y dejó el control remoto dentro de su bolsillo, llevó sus manos por debajo de tu falda y bajó tus bragas hasta las rodillas, después tomo una de tus piernas y la levantó para colocarla sobre la tapa del inodoro, acaricio tu muslos internos y después pasó delicadamente uno de sus dígitos por los pliegues de tu intimidad acariciando la zona para después introducir sin más dos de sus dedos y embestirte con ellos una y otra vez.
Su mano libre se metió en uno de sus bolsillos y lograste sentir como la intensidad de aquel objeto dentro tuyo había aumentado dos veces más y ya sin poder mantenerte de pie te sostuviste en los hombros de Jimin quien aún se encargaba de dar placer con sus dedos, poco después los sacó para ahora quitar el botón de sus pantalones y sacar su ereccion rozando la punta de esta por tu clitoris hacia tu entrada embistiendote con fuerza y robándote un agudo gemido pues la sensación del vibrador junto con el miembro de tu novio era demasiado excitante.
Había tomado una de tus piernas para sostenerla sobre su cintura y comenzar a embestirte con bastante profundidad empujándose aún más fuerte cuando escuchaba voces y movimientos fuera del cubículo. Su mano libre pasaba por tu abdomen y subía hasta tus pechos rozando la punta de sus dedos sobre uno de tus pezones para después tomarlo y pellizcarlo con ligera fuerza. Los gemidos y jadeos silenciosos de ambos —y algunos más fuertes de parte tuya— llenaban aquel estrecho espacio. Tus piernas temblaban ante cada golpe directo a tu punto y Jimin te embestía más fuerte cuando tus paredes apretaban más su miembro. Podías notar el sudor recorrer por tu frente y la manera en que ambos ya no podían contener sus gemidos, estaban al borde del orgasmo. Solo un par de embestidas más fueron necesarias para hacer a ambos explotar y concluir con aquel juego que habían iniciado, ambos estaban exhaustos y agitados.
Jimin salió con cuidado de tu interior y apagó el vibrador aún sin quitarlo, tu te adelantaste entonces y bajaste una de tus manos para sacar aquel objeto, o eso pensabas hacer hasta que él detuvo tus acciones y chasqueo con la lengua negando repetidas veces.
—Aún no cariño, el día no acaba ¿no recuerdas que esto es un castigo?
