ᴊᴇᴏɴ ᴊᴜɴɢᴋᴏᴏᴋ
Una hoja tras otra, y sin querer ya tenías una torre de papeles apilados sobre tu escritorio, pendientes por examinar. Tus ojos pesaban debido al sueño pero aún tenías incontable trabajo por efectuar, así que, encendíste tu pc y continuaste tecleando mientras observabas aquel montón de papeles frente a ti. Agobiante.
—No te retires demasiado tarde, pero asegúrate de concluir con el papeleo y enviar los archivos a mi correo —Mencionó Namjoon mientras limpiaba el vidrio de sus gafas en la tela de su camisa. —. Recuerda que tienes hasta mañana al mediodía. —Sonrió y cerró la puerta de la oficina, a secas lograste oír los pasos que se alejaban y se perdían entre el eco del exterior.
10:34p.m. Todavía era temprano.
—Así que, andando. —Mencionaste para ti misma después de exhalar con pesadez, y como era hábito tenías que ponerte cómoda para trabajar ya que eventualmente pasarías la madrugada ahí en la oficina.
Soltaste el moño que sostenía tu cabellera en una coleta dejando resbalar los mechones de este sobre tus hombros, después quitaste el saco que vestías y pasaste a desabrochar algunos botones de tu vestimenta para a continuación quitar el broche de tu sostén—después de asegurarte que eras la única en la sala— y soltaste un pesado suspiro regresando al trabajo.
Habían pasado apenas veinte minutos cuando escuchaste un portazo detrás de ti, logrando percibir una silueta masculina acercarse, no sabías si sentir terror por haber presenciado un suceso paranormal o algo así, o miedo a caer en cuenta de que tu jefe aún estuviera en el edificio y te viera en estas circunstancias.
—Lamento si te asusté. Soy Jungkook.—La figura misteriosa habló al fin dejando ver que era tu compañero de trabajo, se acercó a ti mientras dejaba su taza de café y su laptop sobre el escritorio junto al tuyo.
Mierda, era Jungkook ese Jungkook.
—No hay problema. —Respondiste y pronto sentiste el calor acumularse en tus mejillas.
Como olvidarlo, Jungkook y tu habían tenido encuentros algo acalorados desde que se conocieron, pero nada más que simples besos y caricias. Su excusa era "para calmar el estrés".
—Demasiado trabajo ¿no crees? —Notaste por el rabillo del ojo que había cerrado su laptop y había dejado caer su peso sobre el respaldo de su asiento.. —Esto es agotador, llevo la mitad del día aquí sentado trabajando. —Acercó su silla e inclinó su cuerpo hacia ti, dejando su rostro bastante cerca del tuyo. —Demasiado estresante. —Recalcó las últimas palabras y dejó una de sus manos sobre tu muslo, trazando un camino que ascendía hasta tu entrepierna, más sin embargo se detuvo antes de llegar al borde de tu falda haciéndote remover sobre tu lugar.
—¿Entonces te gustaría aliviar el estrés? Para serte sincera yo también estoy agobiada.
En cuando mencionaste sus ojos brillaron y te dio luz verde. El pasó su diestra por detrás de tu cintura y entonces lo tomaste de la barbilla, juntaste tus labios con los suyos comenzando un beso algo apresurado, el tomó tu cuello con su mano libre y con cuidado guió tu cuerpo hasta su regazo en donde te acomodaste aún sin deshacer aquel beso. Su respiración estaba algo acelerada y sus manos recorrían tu pecho por debajo de las prendas, tomando tus pezones con sus dedos y pellizcando estos suavemente mientras dejaba un camino de besos húmedos por todo tu escote.
—Ponte sobre el escritorio.
Susurró en cuando acercó sus labios a tu oído y mordió sutilmente el lóbulo de este. Obedeciste sin reprender y te colocaste sobre un escritorio desocupado que se encontraba detrás de ustedes; con tus codos sobre la madera sosteniendo tu peso y tus piernas entreabiertas. El se levantó de la silla y caminó hacia ti, tomó tus piernas firmemente con sus manos y las separó doblandolas sobre la mesa, después trazó un camino invisible con uno de sus dígitos comenzando en tu rodilla hasta tu entrepierna, en donde apartó tu falda junto con las bragas y dejó su Índice sobre aquel centro de nervios tan sensitivo que tenías, comenzando a mover en pequeños círculos una y otra vez haciéndote agitar bajo su tan superficial contacto.
—Eso es, buena chica. —Murmuró entredientes y tomó el borde de tu falda quitando esta de un solo movimiento, relamió sus labios y con completa serenidad se acercó a tu muslo interior dejando una larga lamida que finalizó sobre la tela de tus bragas, llevó uno de sus dedos y apartó la prenda aún sin quitarla del todo. —Estás tan húmeda aquí abajo. —Mordió su labio y sacó su lengua para pasarla por tu feminidad con una inquietante lentitud, lamiendo de arriba a abajo y en pequeños círculos una y otra vez. Un fuerte gemido fue emitido por tus labios cuando aquel chico realizó dicha acción, sintiendo como aquel pequeño piercing de su lengua otorgaba una mayor placentera sensación.
Su mirada permanecía fija sobre tu rostro y después de relamer sus labios rompió aquella posición para ahora dejar que sus largos dedos se encargasen de otorgarte placer. Llevó sus dedos a tu entrepierna y comenzó a moverlos perezosamente sobre tu imtimidad, y sin previa advertencia introdujo dos de sus dígitos comenzando con figurar suaves embestidas con estos, doblandolos hacia arriba y tijereando un poco dando diercto con tu punto, manteniendose así por un extenso rato al igual que recorría tu cuello con su lengua, succionado tu piel y marcando sutilmente el área. Y cuando estuvo satisfecho sacó ambos dedos y los llevó a su boca saboreando y sonriendo con lascivia mientras con su mano libre quitaba el botón y cremallera de sus pantalones.
Se acomodó entre tus piernas y tomó un preservativo del bolsillo de sus jeans, colocó el objeto de látex en su falo y lograste ver de reojo por primera vez toda su extensión, era más grande de lo que esperabas y sin duda te sentías ansiosa. Cuando estuvo listo se empujó de una dentro de ti, dejando escapar un sonoro gemido cerca de tu oído el cual hizo erizar tu piel, tu lo acompañaste con un pequeño gritito que apenas fue callado cuando mordiste fuerte tu labio. Comenzó con aquel vaivén en el momento en que habías pedido que continuara, primero suave y tranquilo aumentando la intensidad y rapidez conforme el tiempo, colocó ambas de sus manos sobre la mesa justo al lado de tu cuerpo soltando suaves jadeos y gemidos que se mezclaban con aquella melodía de ambas pieles chocar, y lograste observarlo entre quejidos y gemidos morder su labio inferior con fuerza mientras entrecerraba sus ojos y pequeñas gotas de sudor aparecían sobre su frente brillando sutilmente gracias al reflejo de la pequeña y única lámpara que alumbraba la oscuridad.
Una embestida, y luego otra más fuerte y profunda marcando un ritmo constante con sus caderas. Su diestra se encargó de recorrer todo tu pecho debajo de la ropa y tu lo tomaste por el cuello para volver a juntar sus labios en un beso apasionado y necesitado, estabas tan cerca del clímax y al parecer Jungkook encontraría el mismo camino pronto, así que contrajiste tu interior apretando su miembro dentro de tu cavidad y lo escuchaste gemir con fuerza una y otra vez, a esas alturas ya estaban hechos un manojo de gemidos y el seguía dando con tu punto dulce una y otra vez hasta que alcanzaste tu orgasmo haciendo que apretaras con fuerza su miembro dentro de ti.
Jungkook rompió el beso para observar tu rostro justo después de tu orgasmo aún sin detener sus embestidas, pues el estaba a punto de llegar a su clímax también, y después de unas cuantas estocadas más se corrió al golpear tu interior y sentir tal estrechez manteniendose ahí por un momento antes de separarse y dejar caer su cuerpo sobre el tuyo sin poner todo su peso mientras respiraba bastante agitado.
—Debo decir que había esperado tanto por este momento. No me molestaría trabajar de nuevo contigo, y quitarnos el estrés de vez en cuando.
[🍒]
Siéntanse comodxs para decir que les gustaría ver en este libro o dejar pedidos ya sea en esta sección o enviarme un mensaje al privado.
No olviden dejar su estrellita, besos.
ESTÁS LEYENDO
⇢ ʙᴀɴɢᴛᴀɴ ᴏɴᴇ sʜᴏᴛs +18
FanfictionOne shots de BTS en situaciones un poco calientes. Segunda edición. ᴄᴏɴᴛᴇɴɪᴅᴏ ᴜɴɪᴄᴀᴍᴇɴᴛᴇ ᴘᴀʀᴀ ᴀᴅᴜʟᴛᴏs.