Capítulo 2

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Lollipop encantador

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Lollipop encantador

Pensó que se le pasaría, creyó que cuando la volviera a ver todo volvería a la normalidad y seria el mismo de siempre, que todo lo que sintió en su oficina solo fue un desliz de lo ocurrido ayer, simples ilusiones de una mente lasciva.

Enserio intento no mirarla demás, no sentir aquello que estaba prohibido para él y lo atormentaba por no sacarla de su cabeza, evito pensar en esas ideas fantasiosas que no hacía más que avivar el fuego.

Se hizo a oídos sordos con las voces de sus demonios que le susurraban cosas inapropiadas sobre la dulce chica de ojos perlas, intento borrar de sus memorias el agradable aroma que desprendía ella.

Intento que su cerebro borrara ese pequeño cuerpo lleno de curvas que parecía danzar cada vez que caminaba, no escuchar su melodiosa voz cuando se presentaba a la clase, evito que su mirada oscura se desviara a esos labios carnosos color cereza.

Y sobre todo aparentar que todo estaba bien cuando estaba explicando su clase.

Pero en simples palabras no logro mucho, sus ojos viajaban de vez en cuando a la Hyūga que era ajena a los deseos de su sensei por ella, solo concentrada más en su libro de texto que a las miradas indiscretas del Uchiha.

Así era ella, Hinata Hyūga venia de una familia tan tradicionalista que ver lo diferente que era el mundo fuera de su jaula de oro le era sumamente fascinante y curioso.

Por otro lado, Sasuke era un caso diferente, ya que aquellos sentires nunca experimentados no podía comprenderlos, y eso le molestaba mucho: no estaba acostumbrado a no tener control sobre sus emociones.

Quiso huir de su presencia por primera vez en su vida, no soportaba que su cuerpo actuara en contra de su voluntad, no concebía el hecho que una jovencita era la causante de dicho comportamiento.

El receso fue como un alivio a su espíritu, necesitaba pensar las cosas con la cabeza fría, y no con su miembro que parecía tener mente propia.

Se encerró en su oficina pensando que era lo que tenía la Hyūga que lo descontrolaba: acaso era su manera de ser, aquellos ojos perlados que le resultaban preciosos entre esa mezcla de lila y blanco, mientras eran adornados por esa mirada tierna e inocente, el tono de su voz que le resultaba una melodía pasiva y hechizante, esos labios pecadores rojizos, ese pequeño cuerpo de ninfa.

«¡¿Qué?! con un demonio» «Acabo de conocerla, cómo es posible que me esté matando la cabeza por ello»

«No debo permitir que esto me afecte» «Ella no puede voltear mi mundo con su presencia»

«Ella no significa nada»

«¿O tal vez sí?» dijo una segunda voz en su conciencia.

—Pero que mierda estoy pensando, es obvio que no. Es solo una chiquilla de 15 años —recapacito—, 15 años Sasuke, no lo olvides —se dijo a sí mismo.

𝑫𝒖𝒍𝒄𝒆 𝑻𝒆𝒏𝒕𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏 (𝑺𝒂𝒔𝒖𝑯𝒊𝒏𝒂) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora