Beatrice

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-Shhh, tranquila todo está bien.- Me dijo Gwen mientras tomaba mis manos para evitar que me siguiera golpeando.-No sirve de nada hacer esto, Kiara esta bien, ya escuchaste a Evan, cuando la veas le dirás que lo sientes, pero necesito que te calmes, ¿esta bien?

Asentí levemente y me levante poco a poco, no podía parar de temblar. Casi muere Kiara, casi perdimos a Kiara por las putas pastillas que le vendí, ¿En que clase de persona me convierte esto? ¿Quién le hace algo así a alguien que ama? Un monstruo, yo soy un puto monstruo...debería estar muerta. Debería estar muerta. Debería estar muerta...

-¿Bea? Bea dime algo por favor, me estás preocupando...-Me dijo Nara mientras movía mis hombros. Fue allí cuando me di cuenta de que había pasado horas sentada en un sofá mirando al suelo, con los nudillos ensangrentados.

-Si, si, estoy bien.- Le contesté tratando de volver a la realidad en la que estaba, ella me sonrió con sus lindos rasgos asiáticos, y sus bonitos ojos oscuros, haciéndome sentir confortada como siempre. De la nada me dejó de sonreír y miró fijamente detrás de mi, pero solo duró unos segundos antes de que vomitara en mis pantalones, recogí su cortó cabello oscuro para quitarlo de su rostro, Gwen quien estaba durmiendo a nuestro lado se despertó.

-Iré por un basurero.-Dijo entre dormida, mientras corría hacia el baño. 

-Lo siento...-Murmuró Nara entre arcadas.

-Tranquila, me lo merezco, debe ser el karma.

-Ten, vomita aquí.-Explicó Gwen mientras le entregaba un basurero pequeño y rosa. Sin sentido alguno volví a sentir las lagrimas acumulándose en mis ojos, dejando una escena sumamente extraña con Nara vomitando a mi lado, yo apunto de llorar con los pantalones manchados, y Gwen mirándonos a ambas con una cara de lastima, desagrado y un poco de arrepentimiento por haber ido al club. Por un segundo pensé que exageraba, pero conozco tan bien sus gestos faciales, que es como si me estuviera hablando en otro idioma.-Bea, pídele a Ángel unos pantalones, yo me quedo con ella.-Me pidió, aunque sonó mas como una orden amorosa (lo mas amorosa que podía en las circunstancias en las que nos encontrábamos.), asentí y me levante antes de comenzar a llorar.

Subí las escaleras, y me fije en las fotos familiares de Ángel, antes llevaba el cabello largo, mas abajo de los hombros, lo recuerdo aunque no éramos amigos todavía, solo compañeros de salón, era un antipático de pequeño...me gustaría que volviésemos a ser pequeños...pero ahora me gustaría mas sacarme estos pantalones con vomito.

Abrí lentamente la puerta de la habitación de Ángel, me saque los pantalones, y comencé a buscar unos nuevos en su closet con la esperanza de no despertarlo, pero sabía que era imposible, entre el y Gwen tienen una competencia no pactada sobre la persona con el sueño mas liviano de la ciudad. 

-¿Que haces Bea?- Me preguntó desde la cama con su voz ronca, a la vez que se estiraba entre las sábanas.

-Nara me vomitó encima, necesito unos pantalones.

-Busca al fondo.

Me puse un pantalón de pijama negro con líneas blancas Adidas, y otra vez no pude evitar pensar en Kiara, imaginé su cara viéndome, sus ojos verde azulados, su sonrisa que te obligaba a amarla, su olor a flores y dulces, pero de la nada la volví a ver tirada en el baño de un sucio club, en medio de una sobredosis, con su cabello rubio mojado con agua del suelo, Evan mirándola en shock, su madre sollozando en el hospital, y mirándome con una cara que nunca olvidare.
No paraba de llorar, intenté hacerlo en silencio, pero me deslice hacia el suelo cayendo de golpe al final.

No noté cuando Ángel se levantó, y se acercó hacia mi, pero entre las lagrimas levante la cabeza, y vi su rostro mirándome fijamente, mientras estiraba su mano hacia mi. La tome y me levanto como si pesara lo mismo que una pluma, me acostó en su cama, y el se recostó del otro lado, para luego abrazarme, taparme y dejar que entrara en calor con su torso desnudo.

-Duerme un poco Bea, ha sido una noche horrible.

-Casi la mate.

-No sabías que las pastillas estaban mal medidas...

-Eso no importa. 

-Bea.

-¿Si?

-Duérmete de una vez.

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