Edén

Silas.

Siempre que veo a Kiara, pienso que no es real, pienso que estoy soñando, es tan hermosa que me llevaría horas describir todo lo que me gusta de ella, y es aún más impresionante cuando la veo acostada en mi cama, solo con ropa interior y fumando un porro mientras acaricio su cabello con los rayos del sol en su cara. No la merezco, y espero que ella también lo sepa, aunque luego de la fiesta de Gwen creo que todos lo saben.

-¿Que somos Silas?-Me preguntó la rubia sin voltearse a verme, mientras fumaba otra calada.

-¿Qué?- Le respondí un poco confuso, me tomó por sorpresa...somos nosotros, estamos juntos...

-Tu sabes de que hablo Silas, no me digas que nunca lo has pensado, llevamos más de nueve meses teniendo sexo, caminamos de la mano, me besas en todas partes, salimos a citas, pero nunca me has preguntado si...

-Tampoco sabia que esperaras eso...pero si eso es lo que quieres puedo...-Eso había sonado horrible, no quise que sonara así de mal, solo me refería a que si ella quería podía hacerlo ahora...¿Por qué sigue sonando mal?

-No, no es eso, no quiero que seamos algo solo porque te lo pido Silas.-Dijo mi nombre con su voz suave, pero con un tono triste, no sabía que hacer.

Kiara se levantó y se vistió rápido antes de guardar sus cosas en su mochila, todo en total silencio.

-¿No me dirás nada?

-¿Y que quieres que te diga Silas? Somos amigos, dejémoslo así, ¿de acuerdo?-Me miró fijamente a los ojos después de decirlo, sabía que estaba esperando a que yo le dijera algo para detenerla, algo para asegurarle que no solamente somos amigos, pero si ya no somos amigos y nos reducíamos a solo ser novios o una de esas estupideces, ¿Qué pasaría después? Cuando se acaba el amor, las mentiras, los engaños, secretos, no, eso no nos pasaría a nosotros otra vez, prefería seguir teniendo a Kiara en mi vida, aunque eso significara nunca ser nada más que su amigo.

Luego de eso no dijo nada antes de irse, y yo no hice nada más que salir a correr cuando el sol cayó.