Seungmin no quería pensar en eso pero toda la semana su mente se había concentrado en pensar en Hyunjin debido a su convivencia con Jeongin. La primera vez que vio a Hwang Hyunjin supo que se había enamorado instantáneamente, se ponía nervioso en su presencia, se reía de manera tonta, hacía tonterías y aquel chico solo le decía que eso era bastante lindo.
Cuando le había dicho que le gustaba se lo dijo con ojos cerrados y mejillas completamente rojas.
— Pensé que nunca lo dirías... — contestó Hyunjin para luego besarlo tiernamente.
Seungmin no había querido sacar todo su lado Little con Hyunjin al principio, solo eran pequeños momentos en que lo hacía hasta que éste le había dicho:
— No me molesta, creo que es muy tierno — aquella opinión había cambiado el día en el que Seungmin decidió mostrarle cómo era realmente.
Se había sentado a llorar en medio del centro comercial porque no le había querido dar la mano para caminar.
— No me quiedes... — lloraba Seungmin.
— Seungmin... Por favor... Todo el mundo está viendo... — le decía Hyunjin totalmente apenado.
Y así las peleas habían comenzado, Hyunjin siempre le decía las frases que más odiaba escuchar: "Ya madura, Seungmin" "No eres un niño" "Actúa de acuerdo a tu edad" Incluso una vez habían peleado de tal forma que Hyunjin le había alzado la mano a Seungmin, no le había pegado pero fue una de las primeras advertencias para el pequeño de que debía dejarlo. Cuando Hyunjin había dicho que se iría a otro estado Seungmin había aceptado ir con él, pero todo cambió en su última pelea.
Hyunjin había explotado nuevamente por el hecho de que Seungmin estuviera en estado Little.
— ¿Sabes qué? No pienso soportar eso allá. Estoy harto — dijo Hyunjin. Comenzó a tomar las cosas de Seungmin, sus peluches, sus mamelucos, su mantita y comenzó a romperlos y tirarlos a la basura.
— ¡NOOOOO! — gritaba Seungmin mientras lloraba — POR FAVOR DETENTE — pero su novio no le hacía caso.
— Es tiempo de que crezcas. No eres un niño, no lo eres al menos cuando me besas ni cuando lo hacemos ¿Por qué sí cuando te da la gana? — gritaba Hyunjin en respuesta sin parar de tirar las cosas del pequeño.
El coraje de Seungmin se seguía acumulando poco a poco hasta que finalmente también explotó.
— ¡Yo no quería hacerlo contigo! ¡Tú fuiste quien me presionó! ¡Mis besos son lo más inocentes porque te quiero! ¡Tú eres el que no me quiere! ¡No tal y como soy! Yo no quiero cambiar, quiero seguir así. NO TIENE NADA DE MALO SER LITTLE — comenzó a gritar en respuesta aún llorando, pero incluso Hyunjin se había asustado un poco y se había echo para atrás. — ¿Y sabes qué? Puedes irte a otro maldito estado solo, porque no pienso cambiar por alguien más... — concluyó.
— Perfecto, si eso es lo que quieres. Está bien — contestó Hyunjin — Quédate aquí con tus juegos de niños.
Después de aquello Seungmin no había regresado a su estado Little por meses, no encontraba fuerzas ni ganas de seguir. Tampoco tenía sus cosas, todas habían sido destrozadas por Hyunjin. Sin embargo, su estado de ánimo había cambiado un día.
Aquella vez había tropezado sin querer con un chico en la escuela tirando las cosas de ambos, inmediatamente Seungmin había pedido perdón y recogido todo.
— No te preocupes, está bien — había dicho aquel chico de cabello negro y algo ondulado.
Fue todo lo que necesitó para sentirse mejor, alguien había sido amable con él. Y fue entonces que ese día había ido a comprar nuevos peluches, nuevos mamelucos y ropa hasta volver a llenar todo lo que alguna vez había tenido.
Esta vez quería alguien que lo cuidara, por lo que había puesto un anuncio en una página de trabajos. Había pensado seriamente en los criterios que quería para su cuidador o cuidadora y sabía qué preguntar. ¿Quién hubiera dicho que aquel chico de cabello ondulado se había convertido en su cuidador? Habían sido pocas las probabilidades de que eso pasara pero el destino había tomado esa pequeña probabilidad y la había hecho realidad.
Sin embargo, Seungmin se seguía preguntando si Minho podía ser el chico que enmendara sus heridas y le volviera a ayudar a amar de una manera aún más hermosa que antes. No quería de nuevo una relación tan desastrosa, no quería años de lágrimas nuevamente, tenía miedo de eso.
— Bebé, ven. Déjame arroparte — dijo Minho sacando al pequeño de sus pensamientos.
Había ido corriendo mientras reía y abrazaba a Minho.
— Gracias, MinMin — dijo como todos los días.
— No tienes porqué agradecer siempre, Minnie — decía aquel chico.
— Sí, si tengo — era lo único que contestaba el pequeño antes de darle un beso en la mejilla. Lo había acomodado en la cama junto con sus peluches y su mantita como siempre.
— MinMin... Quédate hasta que me duedma... He tenido sueños feos... — dijo haciendo pucheros.
— Está bien, pequeño. No te preocupes, no te pasará nada mientras esté contigo — lo calmó su cuidador.
Y efectivamente, así se sentía Seungmin al lado de Minho. A salvo.
— Te quiero, MinMin — dijo medio dormido.
Pudo sentir la sonrisa de aquel chico sin abrir los ojos. Por favor... Dame este pedazo de felicidad. Pensó sin saber exactamente a quien se lo pedía. Pero quería que aquello nunca acabara...
♥︎
cadena de personitas que le quieren dar una piña al Juan aquí: 👺
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٬٬ 🍒 ꒱ 𝗰𝘂𝗶𝗱𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗮𝗹 𝗽𝗲𝗾𝘂𝗲𝗻̃𝗼 𝗺𝗶𝗻𝗻𝗶𝗲 ᦒ knowmin ゛
Short Story𝗮𝗱𝗮𝗽𝘁𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻. ૮ / / / ⍝ა ❝ Cuando Minho se presentó a aquella casa para tomar el puesto de niñero lo último que pensó fue encontrarse a un chico de su edad en mameluco sentado en el piso haciendo pucheros. ❞ ›› Minho, top / Seungmin, botto...