capitulo cuarenta y uno

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Rosalie...

Aquella mañana comenzó muy inestable, una lluvia imparable con una espesa neblina. El acto de graduación es mañana por la noche, el día de ayer decidí empacar todas mis cosas ya que luego de las fiestas de fin de año, emprendería mi viaje a New Jersey, me había elegido por la universidad de Princeton, un nuevo comienzo por lo que veo, creo que no es normal sentir tanto miedo, ¿no?

Llegue a aquel museo como de costumbre y allí había una gran cantidad de personas, ya había aprendido a diferenciar entre humanos y vampiros. Así es, muchos de ellos se encontraban ahí, por la expresión de sus rostros note que estaban sorprendidos por mi presencia.

Jamás había visto tantos reunidos en un solo lugar, todo esto es tan extraño. Todos ellos se apartaron del camino como si esperasen mi llegada. Esperaba que dijesen alguna sola palabra, pero todos guardaban silencio, tengo un mal presentimiento frente a todo esto.

Continúe por los pasillos hacia la oficina donde Aaron acostumbraba a estar. Al entrar toda mi piel se erizo por completo, sentí que toda mi sangre se congelo en ese preciso instante, mi garganta no podía modular si quiera una palabra, quería mover mis piernas, pero se me resultaba difícil.

Aquella escena era tan devastadora para mí, debía ser una pesadilla. Nada de esto es real ¿no? Veo a mi alrededor y ahí estaba Alek, junto con tres hombres, uno de ellos es el mismo que estuvo en mi escuela el otro día. Su rostro de aquel tipo tras verme reflejaba angustia. Los otros dos estaban sorprendidos como si viesen a un fantasma, ninguno de ellos esperaba mi llegada.

ꟷ¿Qué hace ella aquí? ¡Sáquenla! ꟷgrito con autoridad uno de aquellos hombres con molestia.

ꟷ¡No! ¡Y ya cierra la maldita boca! ꟷgrito Alek de inmediato. ꟷRose no te vayas, acércate. ꟷcontinuo Alek, pero todo mi ser trataba de entender la situación.

ꟷ¿Qué es esto? ¿Una broma? ¿Desde cuanto tú tienes derecho? ꟷespeto otro de aquellos hombres, tan solo si supiera el nombre de aquellos dos, lo diría. Es obvio que mi presencia les disgustaba.

ꟷ¡Basta! ¡Cállense los dos, si es que tienen un poco de respeto, por lo que una vez fue nuestro hermano Aaron, cierren la boca! ꟷgrito molesto, fue aquel hombre que estuvo en mi escuela.

ꟷ¿Qué es lo que te pasa Ares? ¿Tienes remordimiento ahora? ¡Eres tan patético! ꟷcontraataco uno de ellos hacia Ares. Una de sus manos comenzó a crear hielo, toda aquella sala se congelo de inmediato.

ꟷ¡Es mejor que cierres la boca Viktor! ꟷrespondió Ares y al igual que aquel otro vampiro, sus manos de él comenzaron a producir electricidad, era algo extraño. Jamás había visto algo así, estos dos se pelearían en cualquier momento.

ꟷ¡Viktor, Ares no es momento de dividirnos! Todos fuimos engañados con esa profecía. ꟷhablo el último de ellos que al parecer se veía más calmado.

ꟷ¡Ya no hay nada que se puedas hacer niña! ꟷme dijo Viktor e hizo que aquella sala volviera a la normalidad. Luego de aquellas palabras, esos tres hombres se retiraron.

ꟷLo siento mucho, sé que no esperabas esto. ꟷmurmuro Alek y me dejo sola junto con Aaron.

Hace poco había conocido a mi padre biológico, alguien con un conocimiento y sabiduría increíble, un ser que pensó en el futuro de cada una de estas personas, y en este día lo perdí. Lo he perdido todo, verlo ahí cubierto de sangre sin poder saber ¿Quién le hizo esto a alguien que no hacia daño a nadie?

Saber que no pude despedirme, ni decirle que en este poco tiempo le he querido, quizá si hubiese llegado antes esto no estaría así. ¿Por qué todo lo que me causa felicidad tiene que terminar así?

LA ORDEN DE SANGREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora