capitulo veintitres

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Aleksey...

Esa mañana fue la peor en toda mi vida...

Al despertar me percato de que estoy solo, me levante de inmediato para buscar a Yurit, en eso escucho ruidos provenientes del baño.

ꟷ¡Estoy tomando una ducha! ꟷexclamo ella, a lo que mi tranquilidad regreso.

Toda mi preocupación regreso al saber todo lo que teníamos que enfrentar junto con Yurit, debía convencerla de que se entregase a la Orden, después de todo ella es lo único que me queda, su salud mental no estaba bien, no pensaba con claridad.

Fui hacia la puerta y tenía el correo atrasado, me percaté de que la última carta era proveniente de Berlín, era de Derek. En eso Yurit sale de la ducha, mi reacción fue esconder la carta de inmediato en mi bolsillo.

ꟷYurit debemos hablar. ꟷdije tras que la vi. Se encontraba en ropa interior.

ꟷSe lo que vas a decirme, sé que tienes miedo.

ꟷYurit todo estará bien, necesitas ayuda.

ꟷ¡Deja de decirme que todo estará bien! ¡Todos me repiten lo mismo una y otra vez! ꟷexigió molesta y esa extraña energía se hacía presente.

ꟷ¡No te dejare sola! ¡tienes que dejar que te ayuden!

ꟷ¡Eres patético Alek! Solo eres una distracción para ellos y más para mí. ꟷsoltó de pronto con una sonrisa ladina, toda la esencia de Yurit había desaparecido. ¿Qué era esta cosa? ¿Por qué de repente me decía todo eso?

ꟷ¡Al fin te muestras! ¡¿Quién eres?! ꟷgrite hacia eso que controlaba a Yurit.

ꟷ¡Te he usado todo este tiempo! ¡Eres tan imbécil que no te das cuenta de nada! ꟷgrito y lanzo hacia a mi unas dagas ¿Cómo es que fue tan rápida?, esquive todas a gran velocidad, a lo que ella salto hacia la ventana escapando.

No podía dejarla escapar, más aún en plena ciudad cuando la orden la está buscando. ¿Yurit porque me haces esto? Sali de inmediato tras de ella, no puedo creer que sea tan rápida. La lluvia no cesaba, aquella maldita neblina me dificultaba la vista, pero, aun así, podía sentir su aura.

Desde aquí todo comenzó a empeorar, ella ya no podía dar marcha atrás, ella había desertado de la corte y la orden ya estaba enterada de sus crímenes. Lo llamaban conspiraciones hacia los líderes, quizás pueda tratar de salvarla, pero soy mal visto por los sublíderes, por mi apellido y por mi hermano, de nada serviría que me esforzara en todo si ellos no esperaban más que traición y malos actos de mi parte. Fuera lo que fuera no me darían ninguna oportunidad.

El bosque de holosiivskyy se encontraba lejos de la colonia, cerca de la provincia vecina Bukovel, sabía muy bien a donde se dirigía, podía percibir otras energías siguiéndonos, sabía muy bien que enviarían a escuadrones a matarla, pero yo no lo iba a permitir. El bosque era húmedo y montañoso, al entrar uno siente aquella energía pesada, el portal se encontraba en el corazón del bosque, había perdido su rastro, era extraño que no haya ninguna criatura neófita cerca.

Me adentré a lo más profundo del bosque, tratando de encontrar a Yurit antes que los guardias, después de buscar por varios kilómetros dentro de ese inmenso lugar, la encontré ella estaba justo ahí, al verla sentí miedo, un terror inmenso de perderla. Por el estado en el que se encontraba, ella no era Yurit. ¿Qué podía hacer cuando muchos vendrían a matarla? Desde que se metió con los humanos se sentenció a muerte y yo no pude detenerla.

¡Yurit toma mi mano! Ven conmigo. ¡Aléjate de ahí! dije en voz baja, tratando de que se aleje de la orilla, está pendiente podía derribarse pronto y ella está justo ahí.

LA ORDEN DE SANGREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora