Cap 10

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El camino fue silencioso, aun se podía observar el lindo atardecer. Charlotte iba con una mirada fría, triste y confundida, a ratos regresaban aquellas imágenes de su padre teniendo sexo con la madre de su enemiga. Su mente estaba completamente distraída que no se percató de que ya había llegado hasta que–hemos llegado a su destino señorita–una voz grave y pacífica la sacó de sus más profundos pensamientos–Ah si, perdón, quiero decir, gracias–dijo mientras se apresuraba a sacar su monedero y pagar.

Y ahí estaba ella, frente a la casa de Cris; soltando un suspiro y recuperando su cordura, fingió una sonrisa y se dirigió a tocar la puerta. Fue Cristina quien la atendió, ambas se abrazaron.

–Te he traído esto, se que no es mucho pero se que te encantará–se apresuró Charlotte a decir mientras extendía sus manos con una hermosa bolsa de regalo

–Ay, cariño, no te hubieras molestado–dijo con alegría y emoción–cualquier regalo viniendo de ti se que me encantará–terminó diciendo mientras hacía pasar a Charlotte.

La casa era grande; aún mantenía sus colores vivos y ese toque sencillo pero elegante con adornos y cuadros de los 90's. Casi olvidaba las veces que se quedaba ahí, preparaban galletas con chispas de chocolate y las acompañaban con un atole caliente, al mismo tiempo que a través del ventanal veían la lluvia caer y hacían figuras en el vidrio empañado. O las veces que jugaban a las escondidas.

–¡Hey! tierra llamando a Charlotte–dijo Cristina soltando una risita

–Ah? si, perdón, ¿qué pasó?

–No se, dime tu–se llevó la mano a la boca para tapar su risita–¿en qué tanto piensas? o más bien ¿en quien piensas?

–Ah no, no, en nadie. En realidad estaba, bueno recordaba las veces que me quedaba aquí, aun se siente como si hubiera sido ayer–se apresuró a decir denotando un leve nerviosismo

Ambas comenzaron a conversar y recordar viejos tiempos cuando de pronto se acercó Sheyla,la hermana de Cristina, integrandose en la plática y hasta ese momento todo parecía estar tranquilo, la música se escuchaba de fondo mientras resaltaban las risas. Había grupitos esparcidos por todas partes, justo cuando lo noto el lugar comenzaba a llenarse más. Algunos estaban afuera con cigarrillo en mano, mientras que otros al teléfono con tonos altos y de enojo.

–Oh cierto, casi lo olvido, Jack ha estado preguntando por ti–dijo Sheyla tras un largo rato de charla–ya tiene un rato que llegó y al saber que viniste insiste en verte.

–Mmm... –casi se atraganta Charlotte con su bebida– ¿en verdad? ¿insiste en verme?¿sabes dónde está?–preguntó entusiasmada y con las mejillas un poco rojas

«Ahh! ¡contrólate Charlotte! es el novio de tu mejor amiga» pensó para sí misma

–Vaya, vaya, parece que alguien se sonrojo, o ¿me equivoco? –mencionó Cristina con ironía al darse cuenta de que las expresiones de Charlotte delataban sus sentimientos.

–No, no, ¿cómo crees?, solo me alegre, al fin de cuentas es mi mejor amigo–dijo y después se apresuró a tomar un sorbo de refresco sintiéndo algo de vergüenza.

–Ay si, no te hagas, tu y yo bien sabemos que...

–Está en la sala de estar–interrumpió Sheyla a Cristina, salvando a Charlotte del incómodo momento.

–Muchas gracias Sheyla–dijo mientras lanzaba una mirada que decía “gracias por salvarme, te debo una”–bueno si me permiten, iré a verlo.

–Si, claro adelante ve–en unánime se escucho a ambas decir

Charlotte se marchó y se dirigió a la Sala de estar, uno de sus lugares favoritos ya que es el lugar más tranquilo de la casa.
A diferencia de las otras áreas de la casa, la sala de estar tiene colores claros combinados con oscuros como azules de diferentes tonalidades, negros, grises y uno que otro blanco. Tiene una vista hermosa hacia la ciudad, lo mejor de todo era aquel balcón con un pequeño sillón, una mesita en el medio y algunas plantas que refrescaban todo el lugar.

Y ahí estaba Jack, viéndose tan hermosamente relajado, con aquellos ojos tiernos y esos labios que dicen a gritos "kiss me baby”. Desvaneció así los pensamientos carnales Charlotte después de contemplar la imagen tranquila de Jack y después haber notado algo en su semblante que la hacia pensar que algo no iba bien.

Jack llevaba puesta una camisa blanca de cuello mao que marcaba a la perfección sus músculos; un pantalón de vestir color negro, pues la fiesta tenía un poco de formalidad; un trench coat de un marrón vintage; unos zapatos Oxford negros y un reloj lige que hacía juego con su vestuario. Sin duda un hombre que a pesar de su corta edad reflejaba algo de elegancia y eso lo hace tan atractivo.

Charlotte se acercó luego de que Jack le dirigió una mirada de alegría. El se paró, la saludó y luego le dio un beso tierno en la frente para después ofrecerle sentarse. Jack estaba algo bebido, sin duda algo había pasado, ambos tenían penas que desahogar por lo que Charlotte no dudó en hacerle compañía en el alcohol.

Ambos empezaron a  conversar y a escarbar el pasado. 

Best Friend I'm sorry  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora