Best Friend I'm sorry

Cap 1

9 de abril

~salón 609~

Muy bien chicos y con eso concluye la clase, no olviden hacer sus tareas-dijo la maestra mientras recogía sus cosas.

~Sale poco a poco la maestra y empiezan los compañeros con relajo. Al fondo se halla Charlotte~

Samantha se para y va hacia Charlotte luego de asegurarse de que se fuese la maestra–¡Que hay cerebrito!–ella la ignora–Ja, ¿estás sorda o qué cuatro ojos? –sigue sin hacerle caso–ah ya se, estás enojada porque dicen que tu papá tiene una amante mientras tu madre, vaya, que puedo decir de ella...¿ Te digo o no te lo digo cuatro ojos?

Sigue sin decir nada Charlotte,pero en su mirar se nota la impotencia que siente.

–Está bien, lo diré. Tu madre no es más que una mosca muerta cancerígena–dice Samantha mientras sus ojos reflejan maldad y diversión ante su burla.

~todos en el salón comienzan a acercarse poco a poco y a un solo sonoro~

–Uhhh, tsss, no yo que tu... defiendete–¡Sí!, no te dejes Charlotte-decían los demás para avivar el fuego. Otros trataban de calmar la situación y hacían malas caras hacia Samantha–¿qué harías si fuese tu madre la enferma y que se burlen de ella? así que para con eso–decía una que otra. Los demás se mantenían como espectadores, lo que menos querían era hacer de enemiga a Samantha.

Samantha se encargaba de hacerle la vida imposible y tan miserable a cuanto se impusiera en su camino, por lo que Charlotte no era la excepción. Samantha se mantenía siempre con una bola de imbéciles que se creían superiores a los demás y con gran poder en la escuela.

Eran temidos por sus maldades, bromas, etc. e incluso ahuyentaron a varios maestros, nadie podía quejarse y si lo hacían no vivían para contarlo. Los padres de cada uno ellos ocupa un buen cargo, lo suficiente como para tener un poco de poder.

No puedo clasificarlos como los(as) típicos(as) chicos(as) que son de alta sociedad, que deslumbran por su belleza o que son chicos flor o chicas flor, porque tampoco son millonarios o famosos por algo espectacular que hicieran si no más bien como unos rufianes de diez y siete años, que no eran feos pero tampoco eran guapos, ni esbeltos o hermosos con lo cual se enloqueciera alguien. Aunque había a quienes les encantan los chicos malos como ellos, que de tan solo verlos se desmoronaban.

Llevaban motos de color negro, blanco, rojo y azul en su mayoría; vestían chaquetas de cuero, pantalones de mezclilla (como la vestimenta de moda del rock and roll) y relojes de buena marca. Fuera de la escuela porque tenían que limitarse con todo y ese pequeño poder del que abusaban.

Samantha era uno de ellos, había una que otra chica, sin embargo eran más chicos que nada. Algunas de ellas, como Samantha, no eran pobres ni ricos y sus padres no eran de un alto cargo como el de los demás pero tenían algo especial que no cualquiera podía tener, amistades como ellos, contactos de gente importante, que sin tener un alto cargo de cierta forma contaban con un leve poder.

Hastiada, enfurecida,tratando de mantener la calma hace una risa que delata su total enojo y sin mirarla-¿Qué quieres? deja de molestar ¿quieres?-dice Charlotte mientras al mismo tiempo para en seco su escribir.

–Huy, pero miren quién ya se enojó; la polluela ya salió a relucir sus plumas o debería decir ¿la próxima huérfana?–dice Samantha en un tono arrogante y alto mientras juguetea con el cabello de Charlotte y suelta una risita buscando pelea.

Charlotte se para molesta, quita la mano de Samantha de su cabello y la empuja con tanto coraje, tratando al mismo tiempo de controlar sus puños y un frío que le entra desde los hombros hasta la punta de sus pies, haciendo que su cuerpo tiemble.

Samantha cae al suelo y Charlotte se acerca lentamente alejando la butaca.

–te dije que no me dijeras así–dice mientras fulmina con la mirada–de mi padre no digas nada, más bien es tu madre quien se mete con cuanto hombre se le pone en frente; mucho menos hables de mi madre, no es algo de lo que burlarse así que retira lo que dijiste o atente a las consecuencias–Su tono de vez era completamente molesto, sus expresiones confusas y con algo de amargura.

–¿Qué acabas de decirme?–continuó diciendo, mientras fruncía el ceño–vuelve a intentar repetir lo que acabas de decir y no sabes la que te espera. ¡¿Qué difamas contra mi madre?!

–Lo que oíste, ah y para tu información la que no sabe lo que le espera eres tú. Y a mi madre, ya te dije, no tienes derecho alguno de hablar de ella.

–que decepción se llevarán los maestros...–se para lentamente y continúa-cuando sepan que la alumna favorita y disque seria no es mas que una mosca muerta–dice irónicamente mientras suelta risas y sacude el hombro de Charlotte.

–Maldición, ¡no me toques! ¡JÓDETE!–Charlotte le responde ya sacada de sus cabales y luego le suelta un puñetazo en el ojo a Samantha.

–¡PELEA! ¡PELEA! ¡PELEA!–empezaron todos a gritar mientras hacían las butacas a un lado y armaban un círculo, tratando de no terminar ser golpeados se mantenían lo más retirado posible.

~Empieza una pelea entre ambas~

–Pero ¡¿qué está pasando aquí?–A los pocos minutos llegó diciendo la maestra, que supuestamente faltaría, al notar semejante escándalo.

Ambas estaban truncadas contra el suelo, sosteniendo el pelo de la otra bien en trenzadas que no había quien pudiera separarlas.

–¡Se me separan pero ya!–gritó la maestra enfurecida y con autoridad–A las dos, las quiero en la dirección ahora mismo.