Best Friend I'm sorry

Cap 4

Charlotte era de esas personas que quería pasar desapercibida en la escuela y evitar llamar la atención. Sin embargo sabía ganarse el cariño de los profesores, sus notas eran casi perfectas que llamaba aún más la atención.

Su mochila de todos los días parecía desgastada, era grande, tosca y en algunas partes descolorida y rasgada. Su uniforme de uso, una falda abajo de la rodilla color verde, un verde tan bajito a comparación de el de las demás y una playera blanca de tela desgastada y en el lado izquierdo el escudo.
Sus zapatos negros un tanto viejos, sin adorno alguno y planos.

Llevaba puestos unos lentes sin contacto color azules, no tan toscos para evitar ser la burla «eso realmente no funcionaba» sobre todo no quería ser notada por "nightmare guys", entre ellos Samantha, que molestaban a media escuela, veían de blanco fácil a los que llevaban mochila bonita; seguido le quitaban las pertenencias valiosas a los demás.

El cabello de Charlotte un poco corto, totalmente negro y sus chinos sin duda hermosos. A veces llevaba una diadema color rojo que resaltaba su cabello. Sus ojos oscuros con pestañas largas y un poco de sombras por debajo de los ojos. Sus labios delgados y largos, el color solía ser de un rosa tan bajito. Hasta que durante esos tres días de enfado, tomó coraje para dejar de ser la burla por su " anticuada " manera de vestir y mostrarse tal cual, sin miedo a ser intimidada.

~Tres días después~

Habían ya pasado sus días de expulsión; desde ese día empezaría una nueva etapa en su vida, dejaría de fingir ser alguien que no ante los demás solo por querer pasar desapercibida.

Una chica tierna, amable con todos, que dejaba que se aprovecharan de ella, una chica que aparentaba ser torpe. Esa chica haría unos ajustes a su personalidad, carácter y exterior, aunque otras cosas no las dejaría sin lugar a dudas.

Esa mañana se levantó muy de temprano, echó su carta de reflexión en una mochila distinta a la de antes. Una mochila nueva de cuero de un color oscuro entre negro y azul.
Se baño y peino tan bien su cabello; dejó de usar aquella diadema roja y a cambio agarró un mechon de cabello por detrás y lo ató con un prendedor, lleno de pequeños diamantes, que le había regalado su madre.

Dejó de usar los lentes y dar a notar aquellos ojos con largas pestañas y cejas delgadas de un color entre café oscuro y negro. Sacó del clóset un uniforme nuevo y bien planchado, a su vez en la parte de abajo una caja de zapatos nuevos que llevaban un tacón pequeño y adornos brillantes en los lados.
Sus labios secos y rosa pálido, pintó con un rojizo.

Tomó su desayuno y luego de envolver su almuerzo lo guardo.

Su padre leía el periódico mientras daba mordidas a su pan con maple y daba sorbos a su café. A penas si notó el cambio de Charlotte que tan solo miró sin hacer comentario alguno. Solo se limitó a dar los buenos días a su hija.