Sangre en el suelo y bandera blanca ondeando

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Era la última batalla, con Wen Chao caído y las "oficinas de supervisión" recuperadas. La campaña avanzo con prontitud hacia el norte. Los distintos regimientos comandados por las diversas sectas convergieron en Yueyang al pie de Qishan.

No habiendo más a donde girar se realizó la marcha hasta Buyetian.

Los líderes de sectas: Wanyin de la secta Jiang, Xichen de la secta Lan, Chifeng Zun de Nie, He su de Tingshan, Shuiqiang Jun de Meishan, Ouyang Siban de Baling y muchos mas

Los herederos y nobles cultivadores: Jin Zixuan heredero de Lanling, Wei Wuxian discípulo principal de Yunmeng, Hanguang Jun de Gusu y otros tantos

Y cada discípulo o cultivador rebelde que se uniera a la marcha. Juntos avanzaron hasta el palacio del sol para encontrarse con el ejército más grande de todos, conformado por, tanto cultivadores de Wen, como marionetas de Wen Ruohan.

En el frente con espada en mano estaba el primogénito de la desgracia, Wen Xu de cortesía Aohuo, empuñaba una espada y mantenía la mirada en alto. La muerte reflejada en aquellos ojos, dispuesto a dar su vida en la guerra suicida de su padre.

La batalla fue feroz, el suelo se pintó de rojo e innumerables cuerpos caídos se levantaban comandados por las dos grandes fuerzas. Cuando el control de Wen zongzhu se debilito y se vio obligado a salir para luchar cara a cara con el cultivador demoniaco que se atrevía a retarlo, nunca espero el cruel tirano que un astuto zorro se atreviera a atacarlo por la espalda...

La sangre y la hoja atravesaron el cuerpo y su vida se le escapó de las manos. Los cadáveres bajo el control de Wen cayeron... y luego

Cuando Wen Ruohan cae, un zumbido estalla.

Wen Ruohan está muerto, el tirano ha caído. Murmullos se apresuraron a correr por todo el campo. El choque de las armas al caer retumbo en el espacio.

La mirada hacia arriba y las espadas en el suelo. La cacofonía de murmullos cambio por gritos y llanto, entre toda la conmoción Wen Aohuo subió al podio desarmado, lanzando su casco por las escaleras y pararse cara a cara con los líderes de secta... Una bandera blanca ondeo en su mano, sus rodillas chocaron contra el suelo y bajo la cabeza ganándose las miradas incrédulas de los muchos presentes.

— Chifeng Zun – ladro Aohuo —, la secta Wen acepta la derrota, emito una disculpa en nombre de mi secta por los mandatos de mi padre y me inclino para recibir un castigo – luego levanto la cabeza para mirar los ojos de Nie Mingjue — pero, pido justicia para los inocentes que se vieron obligados a participar en esta guerra, muchas de estas personas fueron amenazadas por mi padre – miro hacia el campo a los Wen arrodillados, los que se derrumbaron, todos aquellos que lloraban o gritaban — soy conforme con la muerte, pero ellos no cargan culpa

Jiang Cheng gruño y se acercó al Wen

— ¡Descarado! – grito el Jiang, Zidian chispeando en su mano — te atreves a pedir perdón, ¡que misericordia recibió mi secta antes!, ¡¿dónde se ablandaron con Gusu?!

— Seguí órdenes...

— ¿Sí?, también nosotros, acabar con cada perro Wen

— Mátame entonces, dejare que lo hagas como pago por tu secta, pero deja que ellos vivan, permite que abandonen el apellido – rogo Wen Xu

— Abandonar su apellido, crees que cambiara lo que son – Nie Mingjue rugió y Wen Xu se apresuró a levantarse

— ¡Un apellido no nos define, ni quienes somos ni lo que somos! – exclamo Wen Aohuo, no volvió a arrodillarse sino que miro a la cara a los líderes.

Sopa De LotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora