Ruleta Sexual

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Vuelvo a mirar mi celular para comprobar que este en el lugar correcto.

Manzana 78, calle Beingurts, número 1287

Es el lugar, pero la hermosa y gigantesca casa se ve demasiado tranquila y silenciosa.

Todo comenzó cuando unos amigos de la universidad me dijeron que habría una alocada fiesta sexual al estilo de película erótica estadounidense y me invitaron, y yo como toda adolescente hormonal fanática del sexo, acepte gustosa.

Pero no hay luces, música ni gente haciendo streptease en la entrada, me siento estafada.

Toco el timbre de todas formas y siento que no estaba tan equivocada cuando una mujer en un pequeño y ajustado bikini me abre la puerta.

- ¿Contraseña?

Alto ahí, nadie me dijo nada de una contraseña.

- ¿Contraseña?

-Si, la necesitas para entrar – La mujer me mira hastiada y no sé qué responder, yo solo recibí la invitación y..

-Quita esa cara que era broma linda – Su risa me saca de la confusión y me quedo perpleja, ¿Broma? No se juega con eso, creí que me iba a quedar sin sexo esta noche.

Se hace a un lado para que pase y eso hago, no me detengo a detallar el lugar, solo la sigo cuando se mueve por los pasillos.

- ¿Y dónde está la fiesta? - La intriga me está matando y es que no entiendo nada.

Gira un poco la cabeza para mirarme y su media sonrisa me confunde aún más.

-Tu solo sígueme.

Abre una puerta dando con una especie de cuarto de lavandería, una vez que entro se devuelve a cerrar la puerta y ya estoy pensando que es una loca o me va a matar.

-Las mujeres no son mi tipo, así que te agradecería que me llevaras a la fiesta, sino me largo.

-Tranquila gatita, estoy en eso.

Se mueve hasta el fondo, donde empieza a tocar los botones del lavarropa y estoy a punto de mandarla a la mierda e irme cuando veo que el aparato se hace a un lado, tal cual como una puerta automática.

La chica desaparece por ese lugar y siento que los ojos me brillan a medida que avanzo, las luces de colores rebotan contra una escalera y no dudo ni un segundo en bajarla.

Cuando voy por el cuarto escalón escucho un ruido detrás, me doy vuelta asustada, pero lo único que puedo ver es la puerta o pasadillo corredizo cerrado.

Me concentro a lo que vine y eso es a pasar una buena y caliente noche, así que sigo mi camino, bajo hasta que la música comienza a escucharse y en unos cuantos pasos más ya puedo ver el increíble lugar.

Las luces de colores iluminan todo, la música llena el lugar, hay una gigantesca barra que ocupa todo el ancho de uno de los lados, en la otra punta las personas bailan desnudas o en bikini y puedo ver una especie de patio, donde supongo que esta la piscina.

Hay varios grupos haciendo todo tipo de juegos, pero uno en específico llama mi atención.

Está un poco más alejado de la pista y hay muchos espectadores.

Me voy acercando hasta que distingo una ruleta gigante en el centro de lo que parecería ser una baja plataforma de un fino mármol negro, en el que están sentadas varias personas, delante de ellas hay un número en blanco y un mazo de cartas rojas.

Deseos carnalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora