Epílogo

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—Es un gran gusto tenerte nuevamente aquí, Fuyuka

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—Es un gran gusto tenerte nuevamente aquí, Fuyuka. Me ha llegado la información de que últimamente se te ha visto más suelta en las clases, incluso después de seis meses, has ido a buen ritmo.

—Sí, supongo...

Tenía que aparentar cambio, obviamente seguía estancada.
Su cabello ha crecido, de estar a la altura de su mentón, ha pasado a la par de sus hombros, su flequillo llega a su párpado ¿O tal vez más abajo? Le picaba pero no tenía suficientes ganas de cortarlo un poco.

—¿Puedes hablarme de cómo ha ido tu día hasta ahora? —preguntó cálidamente.

—Normal, todo está normal, con o sin Todoroki junto a mí... Creo que hubiera sido lo mismo.

—Ciertamente ustedes dos estaban muy unidos, sólo te queda recordarlo en tu corazón, como un buen recuerdo de una persona que amaste. Las heridas sanan con el tiempo... —La psicóloga escolar era repetitiva; suponía que era así de estresante para que no se olvidará, de que en algún punto, ella lo superará.

Amarlo. ¿De verdad lo amaba, o solo lo odiaba demasiado por su posición injusta en la relación? En realidad, si lo hubiera amado puramente, por nada del mundo lo hubiera dejado morir.

—La forma en que me vió la última vez fue...

«Totalmente despreciable»

Admitía que lo que hizo en ese día fue un impulso producido por su coraje. Los momentos más humillantes de su relación salieron a flote justo en ese momento crucial en el que se enfrentaban la vida y la muerte: vió una salida y la tomó.

—No te sientas culpable por ello... —dijo.

No pensaba pasar en terapia sus etapas de «duelo», pero no estaba en su elección, tanto como sus maestros y padres tomaron dicha decisión en conjunto arbitrariamente. Ella no estaba loca. No necesitaba de una terapeuta para afrontar sus emociones. No importaba cuantas sesiones vaya a tomar, incluso si perdura un año así, siempre extrañaría de manera asquerosa y desde sus entrañas a Todoroki Shoto.

«Lo maté y ahora resulta que lo extraño, que porquería», pensó.

—Cuando empecé a relacionarme con él, fue totalmente... Abundante su presencia en mí, siempre me trajo sensaciones poco comunes y eventualmente... No, fue demasiado rápido a decir verdad, nos quedamos juntos. No pensé en el rumbo que tomaríamos, sólo quería disfrutar los momentos que aparecieran fortuitamente —dijo con una tranquilidad perfectamente fingida.

—Todoroki tomó tu cariño de repente, y lo aceptaste porque lo sientas especial. Es lindo escuchar esa declaración, sin embargo, siempre habrá gente allá afuera, dispuesta a hacerte sentir aquellos sentimientos de nuevo o más intensos. No te cierres tan pronto, y ábrete con sinceridad —habló la profesional.

—En ocasiones, me cuesta asimilar las cosas... Veo a mis compañeros quebrándose todavía, y yo... Me siento diferente. —Quería dejar a la psicóloga en enigma, así que puso una cara incómoda y dijo—: ¿Puedo regresar a mi recámara? Tengo dolor de estómago.

Toxic ➳ Todoroki ShotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora