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La segunda vez que sucedio, fue mientras estaban en una misión.

Bien y como lo había mencionado su Operador, los tres Proxys irían a las misiones juntos, y así se cumplió.

Él iba enfrente, guiando la ruta, atrás de el iban el de hachas y el de pasamontañas cubriendole la retaguardia.

—¿Es por aqui?— Hablo por fin Brian.

El de mascara suspiro, estaba tan sumido en lo que había pasado el otro día que no noto el camino.

—Si, Debemos estar cerca. — Afirmo rápidamente mirando de reojo a sus compañeros.

Tal como lo predijo, escucharon pasos de los jóvenes que buscaban aclarar sus existencias, ordeno que cada uno fuera por su cuenta, así seria mas facil acabar con ellos.

—¡Alejate!—La chica corría a pasos rápidos, parecía atleta.

Para el no fue gran cosa, pronto se cansaría, se tropezaría, o dejaria de correr para esconderse, Estaban dando vueltas y ya estaba harto, cuando otro de los investigadores lo ataco por atrás.

Se dio la vuelta dejando la ventaja a la  femenina de escapar, lucho contra el joven, estaba frustrado, encajo el cuchillo en su hombro pero el humano si que sabia defenderse, ya estando hasta el límite de la situación, encajo el cuchillo en su pecho enterrandolo cinco veces.

Se puso de pie, tal vez tenía algunas marcas rojizas por la pelea con el chico, pero no le importaba en lo absoluto, iba a regresar sin importar el rastro de sangre cuando unos brazos enrollaron su torso por detras.

—¿Que crees que estas haciendo?—

Sabía quien era, solamente esa presencia colorida y estúpida la podía tener una sola persona.

Rogers.

—Abrazando a mi compañero.— Le contesto con total naturalidad.

—¿Y tenias que hacerlo cuando estamos en medio de una misión?—

Oh mierda.

Tobías usaba guantes, pero aun así pudo sentir el calor de su mano cuando en un descuido su chaqueta se levanto con el aire que rondaba por el bosque,  enseñando una porcion de su estomago haciendo que sus dedos 'acariciaran' aquella parte de piel expuesta.

Una gota de sudor cayo por su sien, y en su garganta murieron las palabras.

—Podia esperar, pero es mejor después de acabar un trabajo.—

Y así, se alejo de el como si nada.

¿Como es que ese idiota podía disimular tan bien?

Seguía siendo infantil, su misma personalidad de siempre, tan irritosa, pero aún así por dentro estaba seguro de lo que acababa de hacer.

Esa fue su segunda sospecha.

Una misión 'cálida.'

ะ;𝙏𝙤𝙦𝙪𝙚𝙨༣ཾ྄∘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora