A Very Romantic Proposal

Un día en la vida de Wen Chao, el mejor consejero matrimonial de la ciudad

Un día en la vida de un consejero matrimonial, quiero decir, un planificador de bodas.

Instagram de la artista: @ elifikyuu

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Exactamente siete meses después de haber comenzado involuntariamente su carrera como organizador de bodas, Wen Chao sintió que sus cejas se movían con creciente molestia cuando la puerta de su oficina se abrió y las dos personas a las que nunca más quería volver a ver entraron. Los dos jóvenes tienen un espacio notable entre ellos y obviamente estaban evitando mirarse a la cara. Se sentaron en las sillas frente a su mesa, lo más lejos posible el uno del otro.

Wei Wuxian resopló, luciendo tan triste y patético que Wen Chao medio esperaba noticias sobre un próximo funeral. Mientras tanto, Lan Wangji tenía una expresión cerrada en su cara bonita realmente injusta, aunque el organizador de bodas notó que sus cejas estaban juntas y apretaba los puños en su regazo.

Se resistió a llamar a su amante y secretario porque ¿en qué demonios estaba pensando esa mujer dejando entrar a las dos pesadillas de su existencia dentro de su oficina?

"Qué. Pasó", dijo Wen Chao, llanamente, con apatía. Necesitaba terminar esta reunión lo más rápido posible. ¿Y qué querían estos dos de él? Era bastante obvio que ambos cultivadores no necesitaban un casamentero/planificador de bodas. Recordando sus modales que sus siete meses de planificador de bodas le han golpeado con fuerza en la cabeza, generalmente por clientes irritados y enojados, enderezó su cuerpo y mostró una sonrisa tan falsa como la flor en la cabeza de Wang Lingjiao.

Wei Wuxian lloriqueó de nuevo. "Quiero el divorcio", respondió finalmente después de exactamente un minuto de doloroso silencio. Sí, lo contó Wen Chao. El tiempo era dinero, el tiempo era oro y su tiempo se estaba desperdiciando en este momento porque ¿por qué esta pareja incluso acudió a él cuando querían divorciarse? Era un puto organizador de bodas, por el jodido amor de Dios.

Wen Chao se resistió a arrancarse el pelo y gritar. En cambio, solo asintió, su sonrisa era tan falsa como la del adivino que estaba siendo torturado en la mazmorra de tortura de su familia. Si escuchabas atentamente, incluso podrías escuchar sus gritos. "Y por favor, señores, si ustedes dos realmente querían divorciarse, ¿por qué vinieron a mi oficina? Me temo que no puedo ayudarlos en ese asunto", dijo tan educadamente como pudo con los dientes apretados. Su padre apreciaba a Lan Wangji y a Wei Wuxian por razones que no podía comprender y no quería ofenderlos para no provocar la ira de Wen Ruohan en su cabeza. "Sería mejor que le pidieran a sus respectivos líderes de secta un divorcio o podrían pedirle a mi Padre que les diera uno".

La boca de Wei Wuxian se abrió con sorpresa. "Pero, ¿no fuiste tú quien organizó nuestra boda? Entonces, ¿no deberías ser tú quien nos ayude a romperla?" preguntó el joven como si fuera la afirmación más lógica del mundo. También miraba a Wen Chao como si fuera el puto idiota de la habitación.

Contó mentalmente hasta diez y se imaginó pateando a un cachorro indefenso para calmarse. "Señor Wei, debe estar equivocado acerca de la naturaleza de mi trabajo. Por favor, váyase ahora con su esposo. Tengo más trabajos esperando que les brinde mi atención. Permítanme acompañarlos a los dos hasta la puerta".

Estaba a punto de levantarse de su silla cuando de repente sintió una mirada escalofriante. Se congeló, gruesas gotas de sudor aparecieron en su frente y espalda. Lentamente, se volvió hacia Lan Wangji, quien lo miraba con la mirada más desagradable que jamás había recibido en su corta vida malcriada.

Oh, mátenme con un jodido rastrillo oxidado.

Temblando, volvió a sentarse en su silla, resistiéndose a gemir y llamar a su mamá. Okey, eso era realmente desconcertante. Al darse cuenta de que ya no tenía otra opción, preguntó: "Entonces, ¿qué te hizo decidir divorciarte de Lan Wangji?", Le preguntó a Wei Wuxian.