A Very Romantic Proposal

Extra 7: Wen Chao, el Dios del Matrimonio y el Parto

El viaje de Wen Chao termina ... ¿o no?

Twitter de la artista: @85kwa2

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Wen Chao suspiró, satisfecho. Estaba descansando en una silla de playa bajo una sombrilla azul y bebiendo su cóctel de frutas en un vaso alto. Llevaba solo un short hawaiano rojo y un lei de colores en el cuello, cortesía de las chicas realmente agradables y bonitas de esta hermosa isla llamada Hu-weii o lo que sea. También usaba un par de gafas redondas para proteger sus hermosos ojos del feroz sol.

Cerca de allí, las olas del mar eran como música para sus oídos; calmando su mente y aliviando todas las tensiones que había acumulado durante los últimos miles de años desde que murió y ascendió como el Dios del Matrimonio y el Parto.

Sintiéndose engreído, comenzó a recordar el día en que se convirtió en dios. Había muerto a los ochenta años, en su propia cama, rodeado de sus hermosos y apuestos hijos y lindos nietos y bisnietos. Nunca se convirtió en el líder de la Secta Wen, porque el título se le había pasado a su hermano mayor, quien solo regresó después de que su humilde esposa diera a luz a un par de adorables gemelos que todos habían amado a primera vista, incluso su padre, que había presumido todo el día sobre ellos.

Nunca esperó que después de pasar casi toda su vida planeando bodas y emparejamientos, fuera arrastrado gritando, pateando y maldiciendo en voz alta desde su lecho de muerte por un par de hombres de aspecto sospechoso con ropa blanca sobre la cabeza que solo mostraban sus ojos y lo traían al Reino Celestial, porque según ellos, ahora era un dios y necesitaba registrar su nombre en el Registro Celestial como el Dios del Matrimonio y el Parto.

Al principio se había enfurecido. Había pasado casi toda su vida mortal planeando bodas, consolando a novias nerviosas, arrastrando a los novios que se acobardaron en el último minuto hacia los altares, soportó todas las quejas de cientos de madres y amenazas de miles de padres e incluso tuvo que ahuyentar a una horda de cadáveres salvajes del banquete de bodas en una boda muy memorable que se había escrito en los anales históricos! ¡Y solo había ayudado con partos siete veces!

¡Debería haber estado en paz en la vida después de la muerte y no tener que lidiar con más de estas mierdas! Pero los Oficiales Celestiales no parecían pensar lo mismo y no tuvo más remedio que tomar el manto del Dios del Matrimonio y el Parto.

No había pasado mucho tiempo antes de que decidiera que ser un dios no era tan malo. Tenía adoradores que habían construido cientos de templos en su nombre en todo el país y todos esos templos tienen miles de devotos seguidores que visitaban y traían ofrendas todos los días. Y a pesar de que, por alguna razón insondable o una broma cósmica, esas montañas de ofrendas pesadas aparecían repentinamente en el aire sobre él y, a menudo, lo terminaban aplastando. Solo necesitaba visitar templos ricamente decorados una vez al mes, llevar allí las ofrendas y bendecir a cada uno de sus adoradores con un matrimonio fructífero. Incluso estaba empezando a disfrutar de su nuevo "trabajo".

Y aparte de uno o dos santurrones, a ningún otro dios le importaba su mal humor, su mala boca y su arrogante actitud de 'Soy demasiado bueno para hablar contigo, insecto'. Los demás dioses se ocupaban de sus propios asuntos y parecía que ya estaban acostumbrados a dioses novatos raros y extraños como Wen Chao.

Al menos, ni una sola vez trató de darles comida envenenada.

¿Y qué hizo más dulce su ascensión a la divinidad? No tenía que lidiar con ese bastardo de Wei Wuxian y su marido imbécil, quienes parecían no recibir la nota de que no quería verlos a los dos cuando murió, ya que todavía habían llegado, ambos luciendo tan frescos- bellos y guapos como cuando estaban en sus veintes. También estaban tan pegajosos el uno con el otro como el día en que se casaron, que casi vomitó. Desafortunadamente (¿o afortunadamente?), los dioses enmascarados llegaron a tiempo y se lo llevaron antes de que pudiera agarrar su espada y llevarse al marido y esposo a la otra vida.