[04]

1K 123 34
                                    

Para ese momento, las palabras eran un poco innecesarias. Bastaba con escuchar el fuerte y obsceno sonido de las pieles chocando para saber que lo que estaba sucediendo ahí era placentero. Y ni hablar de los gemidos y jadeos que llenaban la habitación.

Entonces un sonido más se sumó al momento y se trató de aquella fuerte nalgada que el mayor le propinó a Hyungwon, incluso sabiendo que la piel de aquella zona seguramente ardía como el infierno a esas alturas. Pero sabiendo también que un demonio como el delgado, era feliz de vivir en el infierno.

— Estás hecho un desastre. —gruñó Wonho al ver como Hyungwon realmente estaba irreconocible en comparación a cuando él lo vio por primera vez en el día.

Su cabello estaba húmedo de agua y sudor, desordenado y alguno pegándose a su cara, sus labios entreabiertos, llenos de saliva y de los restos de su líquido preseminal todavía, y su cuerpo lleno de hematomas y marcas que él mismo había dejado y que seguramente no se borrarían en varios días.

Las manos de Hyungwon se movían levemente sobre su espalda de vez en cuando, por lo que Wonho dedujo que seguramente ya tendría las extremidades entumecidas, y teniendo un poco de compasión, aflojó la corbata para que él mismo se la pudiera quitar cuando quisiera, pero no esperó que tan pronto como hiciera eso, el menor se liberara y girara su cuerpo completamente para quedar frente a frente.

Sin esperar más, también se quitó la corbata que cubría sus ojos y dejó a la vista unos hermosos ojos castaños irritados, llenos de lágrimas y deseo infinito. Su contacto visual fue violento, pero ambos estuvieron de acuerdo en romperlo cuando Hyungwon fue libre por fin, entonces se abalanzó contra el mayor y empezó a besarlo con desesperación, frotandosé contra su cuerpo como animal en celo, esperando que aquel musculoso hombre lo penetrara de nuevo, y así lo hizo.

Esta vez el cuerpo de Wonho se encargó de aplastar el delgado cuerpo de Hyungwon contra la cama, pero sin dejar de besarse intensamente, dejando un par de mordidas entre el beso, coordinando sus cuerpos para seguir el ritmo de las embestidas que volvieron a provocar los obscenos ruidos.

Las manos de Hyungwon estaban felices explorando aquel territorio que sentía como suyo desde hace mucho tiempo, aprovechando en dejar sus propias marcas con las uñas en su espalda, y bajando hacia las caderas del mayor para incitarlo a penetrarlo con más fuerza, al tiempo que abría sus piernas para él.

Ya no había cordura para ninguno. Eran salvajes como animales, y ni siquiera las sábanas cayendo al suelo los detuvo de seguir en aquel intenso vaivén donde sus cuerpos se volvían uno solo.

Extasiados por el momento fue Hyungwon el primero en liberarse de aquel fuego y tener su primer orgasmo en seco que lo estremeció entero, teniendo escalofríos y temblores, al tiempo que gemía sin discreción, apretando a Wonho en su interior, como si quisiera suplicarle que no saliera. Wonho por su parte, lo penetró más rápido mientras eso ocurría, sabiendo que tenía a un precioso chico multiorgasmico delante.

El delgado todavía no había terminado de sentir las repercusiones de su orgasmo seco cuando Wonho ya había empezado una nueva ronda rápida de embestidad, esta vez coordinando los movimientos para bombear el miembro del menor al mismo ritmo con que lo penetraba.

La doble estimulación casi volvió loco de deseo a Hyungwon, quien gritó y se aferró a Wonho como si su vida dependiera de ello, apretando con mucha fuerza el miembro que tenía incrustado en el cuerpo, arrastrando con su nuevo orgasmo también a Wonho, eyaculando casi al mismo tiempo. Uno manchando el abdomen de ambos y el otro dejando que todo el líquido caliente y viscoso se derramara libremente en el interior de la única persona a la que confiaría la vida.

Sus respiraciones eran realmente agitadas después de eso. Wonho se desplomó sobre el delgado cuerpo sin salir de él y se quedó así por mucho tiempo. Hyungwon tenía las mejillas empapadas de lágrimas, su cuerpo entero dolía y su piel ardía, pero estaba más que satisfecho. Incluso, si supiera que soportaría, repetiría todo lo ocurrido.

De repente sintió curiosidad por ver al hombre que lo había hecho llorar en su propia cama durante mucho tiempo, y notó que él también estaba viéndolo.

— Tendré más cuidado la próxima vez... —susurró desconcertando al delgado. En ese momento aquella mano se posó en su mejilla y le hizo sentir un fuerte dolor, pese a que sólo lo estaba tocando— Odio que tengas heridas en la cara... —su mano se movió hacia el labio roto de Hyungwon que sangraba levemente— Te aplicaré medicina antes de dormir.

Ante la preocupación demostrada, Hyungwon sonrió contento. Si era sincero, con el calor del momento ni siquiera había notado el dolor que tenía en todas partes, pero agradecía el gesto tan dulce.

— ¿La próxima vez? —susurró intentando molestar al mayor.

Wonho asintió y se movió para besar su labio herido, pero debido a que su miembro seguía dentro del delgado, este gimió por culpa del repentino movimiento y del beso.

— Por próxima vez me refiero a lo que comenzará ahora. —susurró lamiendo su cuello nuevamente— ¿Acaso pensaste que esto es suficiente para mí?

Hyungwon sonrió complacido.

Si bien sabía que esta persona tenía la facilidad de agotarlo hasta su límite y luego fácilmente acabar con su vida usando una de sus muchas armas que tenía por toda la casa, decidía confiar en él cada vez, dejarlo entrar a su vida, a su alma, a su corazón, a su cuerpo y amarlo a su manera cada vez que podía.

Sabiendo que no habría nadie más que pudiera complacerlos. Sólo ellos podían disfrutarse de esa manera, comerse hasta que sus cuerpos cedían, dormir en la misma cama abrazados hasta el amanecer, y finalmente, después iniciar un nuevo día fingiendo que no se conocen, que no se disfrutan entre sí, que no se aman y más que nada, fingiendo ser enemigos de diferentes redes de contrabando.

Es por eso que cada encuentro no era nada suave, después de todo, entre enemigos las cosas les gustaba hacerlas de forma ruda...

Es por eso que cada encuentro no era nada suave, después de todo, entre enemigos las cosas les gustaba hacerlas de forma ruda

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Y hasta aquí el final
de esta historia puerca xD
Fue corta pero agregué justamente lo que quería y estoy satisfecha con el resultado.

Los que me conocen saben que generalmente no suelo crear personajes/parejas tóxicas y el lemon hard es moderado por distintos motivos, pero esta vez me apetecía hacer algo así para plasmar esta escena puerca que se me ocurrió en un momento repentino de inspiración.

Gracias por los tres años que me han acompañado, apoyando cada cosa que
se me ocurre, realmente espero que les haya gustado el especial.

¡Nos leemos en otra historia!

Like It Hard Donde viven las historias. Descúbrelo ahora