Ya se cansó
de ver ante sus miedos
simples platos.
Intensos estallidos
de adrenalina
y esos ojos pardos.
¿Quién iba a comprender
un alma en total pena?
No basta con decir "te entiendo".
Nadie comprendía.
Silencios intermedios,
la bemol, sol mayor
y buenos días.
Rutina de descanso
piropos en el jardín
Vigor.
Llegaba a su sillón
destilando furia pero
exhalando paz.
Libre de un día más
presa del mañana
fanática del ayer.
Así paso sus días
Laura
encerrada en su memoria.
ESTÁS LEYENDO
Laura.
PoesíaViejos versos embriagados, pintados, anticuados. Sentimientos rotos, turbios e intocables.