Mini notícias importantes:
Al final no serán 5 capítulos especiales, sino 4. El capítulo de la boda de Gon y Killua no será escrito, mas es probable que sí haya un epílogo, pero esto no está confirmado ni es seguro. Por ahora, solo habrán 4 especiales.
Este capítulo NO tiene GonKillu, ni LeoPika, sino Ging x Kite. Prometo que los próximos si tendrán. Si no les gusta, pueden esperar al capítulo LeoPika, que será publicado pronto, pero este capítulo es muy necesario para entender la historia. Y si quieren leer un GonKillu, pueden ir al mini one-shot que publiqué por el cumpleaños de Gon <3.
Este capítulo quedará dividido en partes, pues no es el capítulo principal, así que no quiero que quede demasiado largo.
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Era día de mercado, había mucha gente por la calle, bien vestida para presumir. Pese a que el mercadillo se daba una vez por semana, siempre se celebraba como si fuera una fiesta importante. Era como si la gente tuviese la necesidad de demostrarle constantemente a los demás que tenían dinero, como si necesitasen satisfacer las altas expectativas que tiene la sociedad sobre ellos. Nadie se lo pasaba bien en el mercadillo, nadie estaba celebrando. Era una fiesta fría e hipócrita. Una competición para ver quién se gastaba más dinero, para ver a quién supuestamente le iba mejor en la vida. Y mientras tanto, en las esquinas y callejones de la ciudad, había muchos vagabundos, durmiendo en el suelo, los más afortunados entre cartón. Lo único que ellos recibían eran miradas de desprecio, como si fueran ratas. Pese a que ellos también son seres humanos. Esa hipocresía le quemaba el alma al joven príncipe. Odiaba esta sociedad con todo su corazón.
Ging, a sus apenas 14 años de edad, miraba con desprecio a la clase media-alta del reino en el que próximamente será gobernador. Estaba en su cuarto, ignorando absolutamente todas sus responsabilidades, mientras miraba por la ventana a la gente de la capital, "pasándoselo bien", con esas sonrisas tan falsas. Realmente le frustraba.Todo lo que ha visto y vido en su corta vida, todo lo que hay y hubo a su alrededor fue falso, superficial. A nadie le importaba <<Ging>>, solo miraban por el <<príncipe>>, él ni siquiera podía explorar su propia personalidad. Desde el momento en que nació, todos decidieron por él como tendrá que ser, actuar o pensar. Todo en esta sociedad tenía una estructura artificial y frágil, pero inexplicablemente inquebrantable. Para poder encajar en esta tan estrecha estructura, la gente tenía que recurrir a la falsedad y a la tiranía. Ging no era la excepción, pero realmente lo odiaba, le ahogaba.
Volteó la mirada, y lo primero que vio fueron joyas de oro, joyas que jamás usó, absurdamente caras, que con su valor podrían alimentar a todos los vagabundos de la ciudad. Y él las tenía solo para que cuando viniese un invitado, su madre pudiese presumir de ellas.
Presumir, presumir... Ging chasqueó la lengua. Él nació con oro, no hizo nada para conseguirlo o merecerlo. El vagabundo que podía ver desde la comodidad de su cama innecesariamente grande nació sin nada, pese a no haber hecho nada para merecer vivir así.
La ventana cerrada empezó a ahogarle. Se ahogaba en su ansia de libertad, de huír de esta falsedad. Abrió la ventana, e intentó relajarse cuando el viento finalmente le tocó la piel. Pero no pudo. Sentía como si las paredes de su habitación cada vez se acercaran más, como si su habitación cada vez fuese más pequeña, y el aire en ella vaya disminuyendo.
Empezó a darle un ataque de ansiedad.
En un arrebato de rebeldía, sin siquiera pensar que hacía, tiró varias de las joyas por la ventana, deseando que desaparezcan.
La puerta se abrió, una criada lo miraba horrorizada.
Ging sabía perfectamente que iba a pasar después. Ella saldrá corriendo, avisará al rey, y él recibirá un brutal castigo. Era siempre lo mismo.
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Ladrón (hxh AU) {GONKILLU}
Fiksi PenggemarTenía la ropa desgarrada, aún no sabía cómo no se le había caído en pedazos. El estómago le rugía, pero poco le importaba, le preocupaba mucho más alimentar a las dos niñas que se escondían en su espalda. Pese a que él, estaba en mucho peor estado q...