𝐶𝑜𝑟𝑎𝑧𝑜𝑛𝑒𝑠 𝑑𝑒𝑙 𝑅𝑒𝑖𝑛𝑜 (JAYWON)

Capítulo VI

Por lo que se logró saber acerca del omega, vivía en una aldea apartada del reino, dentro del bosque. El rey no sabía que tal lugar existía y en esos momentos iban en camino hacia el lugar en sus respectivos caballos.

El recorrido se sentía interminable para el rey, pero en cambio Jake iba muy animado hablando de algo con Heeseung que el rey no estaba escuchando. Parece que hablaba de cómo iba a ser su boda y cuántos hijos tendría con el omega que buscaban.

Diez minutos después estaban frente a la casa que se suponía era dónde estaba el omega. Pero no. Jake tocó la puerta y salió una mujer que, sorprendida de que el rey esté ahí, les indicó en dónde se encontraba su hijo con preocupación de que fuera algo malo.

Caminaron hasta el otro lado de la aldea con miradas curiosas y sorprendidas mirándolos y aunque el rey no les prestaba atención comenzaba a sentirse incómodo y molesto. Que les importa que esté haciendo ahí.

La puerta frente a ellos comenzó a provocar nervios en Jake por primera vez en su vida. Una vez que estuviera frente a él, ¿Que le diría?

"Hola, te extrañaba y mandé a buscar tus datos personales para poder verte."

Debería estar loco para decir algo así, el omega pensaría que es un pervertido obsesivo. Ni siquiera se conocían los suficiente, pero Jake sabía que lo quería. Él era su omega.

- Toca tú.- se giró a decirle a Jay que estaba detrás de él con Heeseung. Apoyándolo a distancia.

- Tú quieres verlo, no yo.

El alfa mayor lo miró suplicante, con los nervios y el miedo pasando a través de su mirada. Y Park no se pudo negar.

- Bien, muévete.

Park camino hasta estar frente a la puerta, sin pensarlo tocó tres veces a puerta y se paró junto a Jake en espera a que abrieran.

Unos segundos después, frente a su vista apareció el chico al que recordaba por ser una de las personas más odiosas que alguna vez pudo haber conocido. Yang Jungwon.

El omega apareció comiendo un sándwich, y al momento de verlos no hizo ninguna expresión. Se limitó a cerrar la puerta en su cara tan rápido como abrió, sin esperar a que dijeran algo.

- ¿Quien era, cielo? – escucharon una dulce voz detrás de la puerta. La madre de Jungwon.

- Se equivocaron. – esta vez era la voz del chico.

Park frunció el entrecejo con molestia. ¿Que se cree este idiota como para cerrarle la puerta en la cara? Se acercó y con más fuerza volvió a tocar la puerta repetidas veces.

- ¿Que quieres? – el omega volvió a ocupar su vista frente a él.

- ¿Quien te crees para cerrarme la puerta en la cara? - ¡Yo puedo hacer lo que yo quiera! ¡Soy el dueño de esta casa! – le dijo con casi las mismas palabras que Park usó alguna vez con él.- Y si te quiero cerrar la puerta en la cara lo haré las veces que yo quiera.- intentó cerrar de nuevo pero la mano de Jake se lo impidió. 

- Necesito ver a Sunoo.- dijo en un tono tímido.- Por favor.

Jungwon lo miró dudoso y unos segundos después abrió la puerta completamente, dejando que los tres alfas entrarán en su hogar.

- ¿Quienes son, Jungwonie? – su madre gritó desde la cocina. Sabía que pronto podría oler el gran olor de los alfas y saldría a ver qué pasa.

- Nadie impor.- fue interrumpido por el grito de sorpresa de su madre saliendo de la cocina.

- ¡Su majestad! – hizo una reverencia hacia Park.- ¿A qué debemos su agradable visita? ¿Gusta algo de tomar? ¿Tiene hambre? Dígame que necesita, con gusto sera atendido.