Capítulo 5

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La intriga invadió la mente de Rosé y aunque sentía el miedo correr por sus venas, decidió acercarse discretamente e intentar ver lo que sucedía en aquel callejón. A paso lento logró llegar al borde de la pared para poder mirar de reojo, fue entonces cuando escucho que alguien respondía ante los cuestionamientos... era la voz de una mujer.

-Creo que se equivocaron de persona- decía una chica que se encontraba en medio de cinco personas más, dos mujeres y tres hombres. –No los conozco-.

Inmediatamente la rubia se dio cuenta de quién se trataba, era Lisa, se encontraba frente a un chico un poco más alto que ella que con actitud agresiva y prepotente la bombardeaba con preguntas. Sin embargo, la pelirroja no se veía intimidada en lo más mínimo, mantenía una actitud tranquila pero seria, tenía sus manos guardadas en los bolsillos de su buzo deportivo y solo se limitaba a escuchar lo que le decían.

-Pero nosotros te conocemos a ti- decía el agresor. –La chica nueva con actitud insolente... debiste mantener un perfil bajo.-

-... Mm, ¿esto es a lo que llaman acosar?- habló Lisa mirándolo seriamente.

-Deberías de saberlo, siendo que eres la nueva...- respondió el chico con un aire petulante.

-Ya que entendiste de lo que hablamos, tiñe tu cabello de negro para mañana.- Intervino alguien más en la discusión. Era una mujer que estaba cruzada de brazos y sostenía un cigarro encendido en una de sus manos. Su cabello era largo y oscuro, tenía una piel blanca y unos ojos que se asemejaban a los de un felino y, al igual que el otro chico, se dirigía a Lisa con una actitud agresiva y amenazante. –¡Deja de actuar como la gran cosa!- Enfatizó la chica.

-Disculpen pero no voy a teñir mi cabello-

-¡¿Qué?!- gritó enojada la pelinegra.

-No me aburro tanto como para cambiar a su antojo... ya no somos niños.- respondió Lisa manteniéndose tranquila ante la situación.

La rubia quien permanecía aún escondida observando todo el asunto, no sabía qué hacer, estaba demasiado asustada como para reaccionar. -¿Está en problemas...? ¿Qué debería hacer?- se decía a sí misma.

-Por favor, dejen de hacer tonterías como esta.- decía Lisa mientras les daba la espalda a todos a su alrededor, aun manteniendo sus manos en los bolsillos de su buzo. 

–Si eso es todo, ya me voy-  y empezó a dirigirse a la salida del callejón no sin antes decir una última cosa, esta vez dirigido a la pelinegra. –Una buena chica no es una degenerada. Deberías distanciarte de estos pandilleros.-

-¡¿A quién llamaste degenerada?!- Gritó furiosa la chica.

-¡Estúpida perra...!- respondió el chico mientras se abalanzaba por la espalda a la pelirroja llevando un puño en alto, realmente iba con toda la intención de golpearla por detrás. –No dejarás de ser tan arrogante a menos que te dé una lección, ¡¿Verdad?!-

Lisa se detuvo al escuchar la amenaza, sintió que el chico se acercaba apresuradamente hacia ella pero en milésimas de segundos reaccionó dándose vuelta y respondiéndole con una patada en el vientre logrando evitar el puño. Fue tal el golpe que recibió el pandillero que lo dejó tendido en el suelo tratando de recuperar el aliento y retorciéndose de dolor mientras los demás a su alrededor quedaron completamente en shock al ver la escena, incluyendo a Rosé quien seguía mirando desde una distancia prudente. No podía creer lo que estaba viendo.

-Tú... ¡¿De verdad llegaste a lo físico?!- preguntaba desesperada y asustada la pelinegra.

-Sé más específica... ustedes fueron los que empezaron- decía Lisa mientras les lanzaba una mirada amenazante a al grupo de chicos.

-¡Mierda, tú me obligaste a llegar a lo físico y ahora te haces la tonta!- le respondía a la pelinegra uno de los pandilleros.

–Sólo eres una chica, ¡¿Cómo te atreves a creerte más que nosotros?!- Esta vez se dirigió a Lisa, mientras el otro chico que acompañaba al grupo le decía asustado a su compañero. -¿En serio quieres empezar una pelea?-

-¿Ah?, ¿Una pelea?, ¿Ustedes dos contra mí?- les preguntó Lisa, ahora sí se estaba enojando realmente. –Dos chicos grandes contra una chica, ¿eh?-

-Tsk!! ¡¿Qué hay con ese tono?! ¡Sólo por esa actitud te enseñaré una lección!- decía uno de los agresores mientras chasqueaba sus dedos y se preparaba para iniciar una pelea. –Además, golpeaste a mi amigo. Mierda ¿Acaso no sabes quién soy?-

Ante esto, Lisa soltó un gran suspiro al mismo tiempo que arrojaba al suelo la mochila que llevaba a sus espaldas para darse vuelta y quedar de frente ante los agresores. Se dirigió a ellos con una mirada realmente enfurecida, sus ojos habían cambiado por completo y solo se podía ver reflejada la ira que estaba sintiendo en ese momento.

-Al fin y al cabo sólo quieren una razón para empezar una pelea... sin embargo, debo dejar algo en claro... ustedes fueron los que empezaron- enfatizó la pelirroja.

-¡¡¡Que una mujer diga tanta mierda realmente me hace enojar!!!- gritaba enfurecido uno de los pandilleros mientras corría hacia Lisa -¡¡¡No actúes como si fueras genial!!!-

Lisa sólo se quedó de pie esperando el ataque resguardando una de sus manos en el buzo que llevaba y solo hasta que el chico estuvo lo suficientemente cerca, decidió responder con un izquierdazo en el rostro lanzándolo al suelo.

-¡Maldita estúpida! ¡¡Mira como te golpearé hasta que supliques de rodillas!!- gritó el chico restante que quedaba de pie en la confrontación y se dirigía a atacar a Lisa, pero fue noqueado de inmediato con una fuerte palmada de la mano derecha de la pelirroja que se estrelló en la sien de su oponente.

-¡Oye, tú fuiste la que tuvo esta idea, apúrate y piensa en algo para acabar con ella!- le gritaba a pelinegra la otra chica que estaba presente en el callejón.

-Qué asco, arruinó mi reputación...- se decía ella misma con gran enojo al escuchar lo que le decía su compañera, así que en lo único que pensó fue en responder de la misma manera que habían hecho los tres chicos. -¡¡¡Puta!!! ¡Te di una salida y no podías conformarte con eso!- Decidió lanzarse a la pelea contra la pelirroja. –¡Te di una opción pero tenías que elegir el camino difícil! ¡No te creas mejor que los demás!- Gritaba mientras llevaba una pierna en alto con la intención de patear a su oponente.

La pelirroja miraba fijamente esperando el contacto de su adversario... ¿Qué haría?

-Lisaa!!- Sólo podía decir para sus adentros Rosé quien lucía realmente preocupada por ella mientras observaba todo el caos...

LILYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora