▸ 𝐉𝐔𝐒𝐓 𝐘𝐎𝐔 𝐀𝐍𝐃 𝐌𝐄 | 𝗵𝗼𝘀𝘀𝗹𝗲𝗿 |

𝗱𝗶𝗲𝘇

ʚ 𝒅𝒊𝒂 𝒔𝒊𝒈𝒖𝒊𝒆𝒏𝒕𝒆 ɞ

—Apaguen eso –escuche a alguien quejarse–

—Cállate –dije y cubrí mi cara con un cojín–

Apesar de no haber tomado ayer, la musica muy fuerte me provocó migraña

—Tu teléfono está sonando Amelia –dijo Madi–

Con toda la pereza del mundo paré y contesté mi teléfono

—Si? –dije restregando me los ojos–

—Hasta que por fin contentas Carolina –escuche decir a mi hermana menor regañarme–

—Qué pasó Alabama?

—Es papá –dijo–

—Que paso con él? –pregunte preocupada–

—Esta en el hospital, tuvo un accidente –dijo y escuché como comenzaba a llorar–

—Mándame la dirección del hospital iré para allá –dije y colgué el teléfono–

Cuando colgué me fuí a dar un baño rápido, les hice una nota a los chicos dónde les decía dónde estaba y así sin hacer maletas ni nada compré el primer vuelo que iba de Connecticut a boston que es donde vive mi papá

ʚɞ

Después de un vuelo de casi cuatro horas por fin llegué a Boston y lo primero que hice fue irme al hospital. Cuando llegue estaba Alabama durmiendo mientras que Landon la abrazaba

—Landon –dije apenas lo ví– como está el? –pregunte tratando de no despertar a Alabama–

—El doctor que lo está atendiendo dice que todavía está inconsciente, pero que quizás mañana o en unos días despierte –dijo y yo pasé mis manos por mi cabello–

—Vallan a descansar yo me quedaré aquí –dije–

—No te voy a dejar aquí sóla además no quiero despertar a Alabam porque se que va a llorar otra vez –dijo–

—Cuando pasó? –dije tratado de mantener la calma–

—Ayer en la noche –me respondió–

Mientras yo estaba de fiesta el estaba teniendo un accidente

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Ya era de noche y todavía no nos han dicho nada sobre mi padre

—Familiares del señor Travis Landon Barker –dijo un Doctor–

—Yo voy –le dije a Landon cuando vi que se iba a parar– Yo soy su hija

—El señor acaba de despertar antes de lo esperado y los quiere ver. Pueden pasar a verlo –me dijo– su habitación es la 512

—Gracias Doctor –dije y fuí por Landon–
Acaba de despertar

—De verdad? –preguntó y yo asentí– Alabam, Alabama –dijo moviendo la–

—Alabama vamos papá acaba de despertar –dije y ella comenzó a abrir los ojos perezosamente–

—Vamos a ver a papá –dijo Landon y ella se paró–

—Esta en la habitación 512 –caminamos hacia el ascensor y subimos hacia donde debe de estar–

Caminamos casi todos los pasillos hasta que por fin encontramos su habitación y entramos. Apenas lo vimos todos nos tiramos sobre él para abrazarlo

—Me matan –se quejó–

—Tremendo susto el que nos pegaste –dijo Alabama entré lágrimas–

Creo que está más que obvio que Alabama es muy sensible

—Miren el lado bueno Ame nos vino a ver, hacer año y medio no la veíamos –dijo–

—Ni siquiera estando al borde de la muerte dejas de bromear –dije abrazándolo fuerte–

—Me vas terminar de quebrar las costillas –dijo quejándose–

—Cuántas costillas tienes rotas? –preguntó Landon–

—Cuatro; dos de cada lado –dijo– Te vas a quedar aquí?

—Quizás me quedé unos días porque ni siquiera traje ropa, solo salí de casa y tomé el primer vuelo que encontré –le respondí–

—Llevas dos pares de sandalias diferentes –Dijo a Alabam y yo ví que tenía una sandalia dorada y una amarilla–

—Solo cogí lo primero que encontré –me encogí de hombros–

—Cuando volveremos a casa? Todavía debo cobrar los 8,000 mil dólares que gané en la carrera de autos –dijo–

—No volverás a correr –dije–

—Todavía me falta correr para el campeonato dónde me puedo ganar dos millones de dólares –dijo–

—No dejaré que sigas arriesgando tu vida –dijo Landon y yo miré a mi papá sonriendo– tu tampoco harás la carrera Carolina

—No es la primera vez que correré una carrera –solté a mi papá y me senté en el sillón de la habitación–

—La última vez que lo hiciste perdiste el control al volante –se sentó a mi lado–

—Pero recuperé el control y gané –dije victoriosa– solo piensa en todo lo que podrás tener con esos 2 millones Landon

—Ya dije que no carolina –dijo– tu y Alabam deberían ir a dormir a casa se ve que no han dormido nada

—Deberían y los tres y vuelven mañana –nos ordenó muestro papá– Yo también dormiré

—Señor, si Señor –dijimos los tres al mismo tiempo mientras poníamos una manos en nuestra frente y la otra en nuestra espalda–

—Algún día dejarán de hacer eso cada vez que los mandé a hacer algo? –preguntó–

—No señor –volvimos a decir–

—Ya vallan se escandalosos –Alabama y yo nos acercamos a el besamos su mejilla para despedirnos y nos fuimos a la casa–

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- Hay alguien? 🥺