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—Sobre que querías hablar conmigo -dijo Isaiah llegando hacia mí y sendose a mi lado-
—Llegaste tarde –le recriminé–
Lo había esperado durante casi dos horas aquí sentada, ya estaba apunto de irme
—Estaba ayudando a mi mamá el algo y se me pasó la hora –mintió– perdón
Por la cara de dormido que llevaba era obvio que se le había olvidado y se había quedado dormido
-Quiero que terminemos -dije después de unos segundos sin despegar la mirada de mis manos-
-Que? Por qué? -pregunto-
-Ambos estamos en momentos diferentes de nuestras vidas -dije y suspiré- Siento que esto se está volviendo una rutina
Y es cierto. Al principio nuestra relación parecía un noviazgo, pero ahora siento que se volvio más una amistad donde siempre hacen las misma cosas porque ya es tradición
-Eso no es cierto -dije-
-Si es cierto. Los días de semana; exepto los viernes, tu estás ocupado con la escuela y yo con el baile. Los viernes salimos al mismo parque de diversión, Los sábados me quedó en tu casa y muy rara vez te quedas el domingo en la mia -dije y el se quedó callado- Siempre te olvidas de nuestras fechas importantes. Olvidaste mi cumpleaños, olvidaste nuestro aniversario, Isaiah, olvidaste la presentación de baile más importante que tenía
