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—No, no es él —negó al ver al nuevo pollo que traía Reborn en sus brazos.
—Pero es idéntico a él, ¿como lo sabes?
—Mi niño tenía un collar con su nombre, no es difícil de entender, lo especifiqué en su información.
—Entonces, ¿quieres que le ponga un collar?
Auron molesto, además de muy cansado, cerró la puerta en su cara y volvió al interior de su hogar. En el camino a su cuarto para sentirse desdichado al pensar en su pequeño Frederick, ahora perdido, logró escuchar un ruido bastante molesto que venía desde arriba.
Cuando subió a investigar, a pasos del balcón, vio cómo caía Lolito frente a él desde el techo.
—¡¿Lolito?! —gritó antes de estallar en carcajadas al verlo tirado en el suelo como todo un miserable.
—Me alegra haberte hecho reír —dijo sarcástico mientras se levantaba toqueteando su cabeza donde estaba el mayor daño causado.
—¿Se puede saber que cojones estás haciendo?
—Buscando a Frederick.
—¿En mi techo?
—Pudo volar hasta ahí.
—Es un pollo, no una paloma.
—Tiene plumas, ¿no?
—Fuera de mi casa.
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