"Te quiero ver"~

68 2 3
                                    

Alma era una chica complicada. O tal vez no, pero al menos eso pensaba ella de misma.
Estaba siendo una semana realmente agotadora, suerte que mañana sería viernes y acabaría...

Contempló a su gato. Miw, moviendo la cola muy lentamente mientras alzaba la mirada sereno hacia la chica. Ésta sonrió, otra vez se veían sus hermosos ojos alumbrados y brillantes por el tenue rallo de sol que entraba por la ventana... Se acercó allí, con cierta dificultad cómo no, aun estaba con las molestas muletas, sentándose en el banquito que tenía acolchonado y cómodo -el gato no era tonto- y automáticamente el minino subió a su regazo.

Paz. Serenidad. Tranquilidad.

Eso le aportaba aquél pequeño animal de compañía... Su ronroneo suave, llegaba a sus oídos relajándola, era como si todo lo malo se esfumara...

Vibró el móvil. La sacó de su leve trance y suspiro mientras el gato miraba lo que hacía con suma tranquilidad...
Un mensaje decía tal cual:

"Te quiero ver."

Vaya. Esto la pilló totalmente desprevenida. Primero no supo cómo reaccionar y después poco a poco una sonrisa invadió su rostro... Tecleó con los dedos aún entumecidos, tenía las manos heladas, hace nada había llegado de la calle y los nervios que le habían provocado ese mensaje...

"No hay nada que desee más en este momento que verte"

Le envió el mensaje. Mierda mierda, pensó después. ¿Había sido demasiado cursi? ¿había sonado demasiado desesperada? ¿había contestado demasiado rápido?
Todas esas inquietudes se esfumaron cuando leyó...

"Bien, cuanto antes, ¿podemos quedar mañana? ¿quieres que te recoja de la uni?"

"No te molestes, vente a mi casa mejor, a las.. ¿seis?"

"A las seis estaré en tu puerta"

Suspiró, guardándose el móvil en el bolsillo y apoyándose en la pared, cerró sus ojos.. A las seis estaría sola en su casa.
, aun vivía con su madre, aunque tenía planes de independizarse pronto..
Pero ahora tenía tantas preguntas.. Había sido muy directa, aunque con eso bastaba su cabeza era un caos.. ¿cuándo había llegado? ¿se habría instalado ya? ¿qué haría cuando la viera? ¿volverían  esos sentimientos..?

Una lágrima brotó solitaria, no tan dolorosa.. Aunque la sonrisa seguía en sus labios, era irónico, porque ella sabía la respuesta a la última pregunta...

Y su cuerpo la traicionaba ya que sabía, con todos los poros de su piel y más, que la necesitaba, tanto como necesitaba respirar..

"Algo que leer"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora