Capítulo 1

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*Hace 73 años*

Me encontraba sentada en el avión. Hoy dejaba mi país para mudar me a Londres. Estaba de lo mas feliz. ¿Se preguntaran porque? ¿No?. Pues verán. Yo era el conejillo de indias del instituto. Siempre me molestaban y me hacían bullying. Por obvias razones, nunca le conté a mi madre. No quería que se metiera en esto.

Soy Carly Jason. Tengo 17 años de edad. Soy un poco alta, pelo castaño claro y un poco largo hasta un poco mas de mis hombros y ojos azules. Yo  Vivía en París. Mi padre se separó de mi madre por estar con una secretaria mas vieja que mi madre. Que estupidez ¿No?.

Mi vida no puede ser de lo mas maravillosa. Nótese mi sarcasmo. Odio mi vida. Me hacían bullying, me relajaban de anorexia, me decían que era una estúpida. Nunca he tenido un amigo. ¿Para que tenerlos? Solo te joden la vida. No puedes contarles nada, porque después ya andan de chismosos.

Por eso estoy aquí en este avión, para hacer una vida nueva. O eso me dijo mi querida madre.

Yo escuchaba Wrecking ball de Miley Cyrus. Me encanta esta canción. Aveces tarareaba la canción. Tenía los audífonos puestos. Estaba tan relajada, que casi me duermo.

Cierro los ojos disfrutando de la musica por un momento. Hasta que los abro de repente al sentir la presencia de alguien al lado mío. Volteo mi cara hacia la derecha y veo a un chico de mas o menos mi edad. A decir verdad, el chico estaba donde uno lo quiere.

Parece que el se dio cuenta que lo miraba y me miro. Me dedicó una sonrisa y yo aparte la mirada nerviosa. El chico era de pelo castaño, ojos verdes y tez blanca. Gracias a Dios que hablo ingles, porque sino estoy frita.

—Hola.—Me saluda cordialmente.

No logro responder al instante, ya que él me saludo sin sentir asco de mi. Eso me hizo sentir extraña, pero como no me conocía, supongo que parece que le caí bien.

—Hola.—Dije un poco nerviosa.

—Me llamo Chad Williams.—Se presentó.—¿Cómo te llamas?.—Preguntó.

—Me llamo Carly Jason.—Respondí sin mirarle.

—Lindo nombre.—Dijo mirándome.—Me gusta que cuando hablo con una persona, me mire.—me levanto la barbilla para que lo viera.

—No acostumbro a mirar a las personas a los ojos.—Le dije sincera.

—Conmigo tendrás que acostumbrarte.—Dijo Chad sonriendo me.

Me la pase hablando con Chad por mucho tiempo. Él es muy divertido y juguetón. También es algo tierno. Él es tan lindo. Es todo lo que una chica quisiera.

—Entonces ellos me hicieron pensar que Tom había desaparecido y me hicieron salir en bóxer y sólo en bóxer fuera de la habitación. Y afuera estaban muchas chicas y me miraban con los ojos abiertos. Yo me devolví a mi habitación pero los muy idiotas me cerraron la puerta con seguro. Y así fue como estuve en internet por 6 meses.—Contaba Chad.

Me reí tanto que creo que el avión entero escucho mi risa y la de Chad. Chad era muy divertido.

—Carly..—Chad trataba de decirme algo pero el capitán del avión lo interrumpió y hablo.

—Queridos pasajeros, ya hemos llegado a Londres. Por favor, pongan se los cinturones de seguridad.—Dijo él capitán en el megáfono.

Me puse el cinturón y Chad también. Dos minutos después aterrizamos.  Luego los pasajeros empezaron a salir. Perdí de vista a Chad por la cantidad de personas que había. No lo busque mas y ví a mi madre. Cogimos nuestras maletas y salimos para afuera. Iba a coger un taxi con mi madre, pero alguien me agarra del brazo. Volteo mi mirada y veo que es Chad.

—Carly.. Quería darte mi numero para que tengamos comunicación.—Dijo Chad tendiendo me un papelito con su numero anotado.

—Gracias Chad.—Le agradecí.

—De nada. Hablamos después. Esperaré tu llamada.—Dijo Chad y se fue alejando.

—Esta bien. Adiós.—Me despedí.

Mi madre cogió un taxi y ambas entramos en el.

(...)

Llegamos en tres horas a nuestro nuevo hogar. Entré la cerradura en la puerta y empujé delicadamente. Cuando abrí, me quede con la boca abierta. Wow, que casa más hermosa.

—¿Te gusta?.—Pregunta mi madre.

—Pues claro, es hermosa.—No tenia palabras para describirlo.

—Ve a desempacar, haré algo de comer.—Dijo mi madre y se dirigió a la cocina.

Subí los escalones que habían en la cómoda casa y arriba ví cuatros cuartos. Uno era el baño, otro el cuarto de mi mama, otro el de invitados y el ultimo era el mío.

Cuando abrí el mío. Me puse mas feliz que nunca. Tenía una cama de casados grandisima, un balcón y mi propio baño. No podía pedir mas.

Me puse a desempacar mi ropa y lo ponía en mi armario. Todo me parecía genial. Haría una nueva vida, una nueva yo. Todo sería completamente diferente.

De tanto estar pensando, mi madre entro a mi cuarto con bizcocho de chocolate. Yo amo a mi madre.

—Aquí tienes cariño. —Me tendió un pedazo de pastel mi madre.

—Gracias madre.—Le dije y empecé a devorar el pastel.

—Si quieres puedes dar un paseo por Londres. Puedes llevarte mi GPS por si te pierdes.-dijo  mientras me pasaba su GPS.

—Esta bien. Iré a explorar la ciudad.—Le dije.

—Abriga te bien. Hace frío afuera.—Me dijo y salió de mi habitación.

Me puse un abrigo de lana blanco y mi cabello lo deje suelto. Salí de mi casa y empecé a caminar sin rumbo viendo las tiendas y todo alrededor.
Veía mucha gente felices y sonriendo me. Algunos hasta me saludaron.

Llegué a un parque y empecé a ver algunos niños corriendo o jugando con sus juguetes. También había parejas de novios o de ancianos. Se veían tan felices.

Seguía caminando hasta que siento que me dan en la cabeza y caigo al piso sentándome en mi propio trasero. Eso me dolió. Me toqué la cabeza y juraba que me saldría un moretón.

—Oye, ¿me tiras la pelota?.—Preguntó un chico de pelo negro y ojos negros serio.

Ese idiota, ni siquiera se disculpa conmigo por haberme tirado la pelota.

—Ven y busca lo tu mismo idiota.—Dije enojada parando me y sacudiéndome el pantalón.

Sus amigos hicieron un "Uhh" y el chico me miro enojado y tensando los músculos. Se fue acercando lentamente a mi y cuando estuvo lo suficientemente cerca de mi, me miro para matarme.

—¿Cómo me dijiste?.—Preguntó enojado.

Me puse nerviosa por su presencia y sentí que me hacia pequeña. Solo quería llorar, pero no lo haría frente a él. Baje la mirada hacia mis zapatos y no dije nada mas.

—Oye Josh deja la en paz. Es solo una chica, recuerda que no se debe golpear a una dama.—Dijo alguien a lo lejos. Pero no pude verlo, ya que no quería levantar la mirada y ver al tal Josh  delante de mi.

—No me interesa, me dijo idiota. Por lo menos debió de pedir disculpas y no lo a hecho.—Dijo Josh aun enojado pero no tanto.

Me enoje más con él porque él me tiro el balón en mi cabeza y no se disculpo.

—Tu eres el que debe pedirme perdón por tirarme el balón a la cabeza.—Dije y lo mire enojada.

El me intimidaba demasiado. Con sólo mirarlo, me hacia tirarme de un puente para no verlo mas.

—Yo no le pido perdón a nadie. ¿Me escuchaste?. —Dijo enojado aún acercándose a mi.

—Si.—Susurré.

Y sin más, el se fue.

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Chad es el de la foto. Voten y comenten

By: Mayte

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