Bienvenido a Mi Mundo (EreRiren )

Salvame

Los días pasaron y hubo muchos cambios, cambios que ni Eren ni Levi se esperaban, ni siquiera sus hermanos podían haberse imaginado, no cabía duda que en menos de un segundo todo tu mundo podía cambiar para siempre y eso, Eren lo sabía.

Sábado 10:30 am

Los rayos del sol hacia tiempo que habían salido, peor para Eren todo se veía oscuro desde aquel día en el que su novio, le colgó dejándole un amargo sabor de boca, pues desde ese entonces no había sabido nada de él, intentar llamarlo era inútil pues el azabache simplemente no contestaba, poco a poco, sin familia, amigos o su lindo novio, el mundo de Eren se tornaba gris.

A pesar de continuar trabajando para Jean, el castaño no veía ni a su amigo Armin y mucho menos a la pelinegra ya que ella era la culpable de todo lo que había acontecido esos últimos tres días.

Su apartamento Perfecto para tres personas se encontraba vacío la mayor parte del Día pues con él trabajando y sin nadie más, aquel lugar permanecía en un silencio desolador hasta que el castaño llegaba y miraba televisión o se divertía con Jean y sus otros amigos.

Como de costumbre se levantó listo para patrullar, luego de bañarse y vestirse salió en busca de su jefe quien llegaría por el listo para recibir cargamentos de droga que tendrían que vender más tardes.

Como de costumbre el apartamento se quedó vacío haciendo que el silencio reinara por unos momentos hasta que el timbre sonó

— ¿Eren? ¿Estás allí? ... Eren necesito hablar contigo... soy yo, levi... sé que no hemos hablado pero me gustaría hacerlo ahora... por favor sal... — Un silencio nuevamente reino pero aquel azabache no se rindió — Se que tengo la culpa de que no hablemos pero estaba molesto... solo deseo hablar— esperó aproximadamente unos 20 minutos pero era claro que no había nadie. Sin más el Azabache salió del edificio listo para ir a su casa subiendo a su auto yéndose sin más; jamás había imaginado que un auto color negro donde iría un castaño ojos verdes, llegaría segundos más tarde.

Narra Levi

No había hablado con Eren hacía varios días, aquello no solo me molesto, también me impactó mucho, jamás creería que eso le llegara a pasar a Hange y menos por culpa de esos "amigos" de Eren, aún no puedo creer que alguien tan dulce y puro esté con esos salvajes.

Aún así, no pude responder a sus llamadas ya que había estado muy ocupado en la construcción del comedor comunitario y otras cosas relacionadas con el estupido de Erwin.

Al llegar a casa simplemente tenía planeado descansar y llamar a Eren más tarde pero cual fue mi sorpresa al ver como mi mamá y Erwin me recibían en la sala de estar.

—Hola hijo ¿donde estuviste?— Dijo mi madre con aquel tono dulce fingido

— Fui con Hange ¿que esta pasando aquí? — Deje mi saco en el perchero del recibidor y me dirigi a ellos con el tono frío de siempre

— Tu madre y yo ya hablamos sobre nuestra boda. Ya llegamos a un acuerdo ¿podrías decirle Kuchel? —

— Si... Levi, Erwin y yo decidimos que, si no te unes en matrimonio con el, mi empresa y la de sus socios dejaremos de financiar aquella obra  qué haces con Hange... —

— ¿¡Que!? ¡No pueden hacer eso! Hange y yo hemos invertido todo lo que tenemos, tiempo y dinero en esa obra ¡no pueden quitárnoslo así como así! —