13. Compromiso

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Era nuestro último día en Japón, mañana en la noche debíamos estar tomando un avión para regresar a Corea y por alguna razón me sentía algo triste, me había acostumbrado rápidamente al ambiente japonés, al igual que Jonghyun. Ahora hablaba un poco más fluido el idioma gracias a Arisa y Yuto quienes le habían enseñado durante las visitas en el departamento y citas dobles que tenían ellos con nuestros padres.

Kibum había decidido que cocinaría junto a Arisa comida tradicional japonesa y coreana, nada de restaurantes esa noche porque, además del frío que hacía, última pijamada no estaría mal. Logró convencer a Jonghyun fácilmente, y Arisa hizo lo mismo con el japonés.

Ahora estaba sentada entre las piernas de Yuto mientras que veía una película de acción junto a mi dueño, quien tenía a Kkomdes y Garcons en su regazo recibiendo caricias y mimos. Escuchaba los murmullos de Kibum y Arisa, el movimiento de los platos y las pequeñas quejas que el pelinegro le decía a su amiga cuando se equivocaba de ingredientes, pero las risas venían luego. El ambiente era muy agradable para todos.

—Oye Jong —oí susurrar a Yuto, acercándose un poco hacia Jonghyun. Giró unos instantes en dirección a la cocina y, después de cerciorar de que no había nadie cerca, continuó. —Quiero decirte algo, pero no se lo digas a Kibum, mucho menos a Arisa.

—Claro... dime. —Jonghyun se acercó un poco confundido. Empecé a prestarle atención y a parar bien mis dos orejas.

—Llevo saliendo cierto tiempo con Arisa, pero la conozco tan bien como la palma de mi mano, incluso más que Kibum. —mi dueño dejó escapar una pequeña carcajada, pero se calló al instante cuando Yuto emitió un shh. —Yo quería preguntar si crees que sería muy pronto para... para pedirle que se comprometa conmigo.

—¡¿Qué?! —el tono de voz de Jong se elevó un poco, haciendo que el japonés se sobresaltara al igual que nosotros tres. De inmediato se llevó una mano a su boca, llevó la mirada hacia la puerta y, para su suerte, solo oyó los murmullos de Kibum. Los dos se calmaron y Jonghyun volvió a tomar la palabra. —¿Estás seguro?

—Muy seguro, no es como si le fuera a pedir matrimonio, aún. —explicó el pelinegro encogiéndose de hombros. —Arisa ha sido la mujer para mí desde que nos conocimos, me hace sentir especial y amado.

—Tienes razón, conozco esa sensación. —admitió mi dueño con una tonta sonrisa en el rostro. —¿Y cuándo lo harás?

—Pensaba hacerlo hoy, con ustedes dos presentes porque son importantes para nosotros.

—¿Incluso con Kibum aquí? —Jonghyun levantó una ceja y el japonés solo asintió. —Bueno, aunque él no quiera admitirlo sí le agradas, solo que es muy orgulloso.

—Y engreído, no sé cómo lo soportas. —Yuto lo golpeó con su codo provocando las risas de los ambos.

—Así es el amor. —Jonghyun suspiró antes de tomar la palabra nuevamente. —¿Y cómo piensas hacerlo? Sé que no es una propuesta de matrimonio, pero debes hacerlo de una manera única.

—Estaba pensando en poner el anillo en su copa de vino y-

—¡No! —Jonghyun formó una x enorme con sus brazos, reiteradas veces con la cabeza. —Es muy cliché.

También puede que te quedes con el anillo en bolsillo y pienses que se lo bebió. —dije al recordar lo que sucedió con Jonghyun aquel en el que le pidió matrimonio a Kibum. Tan tonto y descuidado.

—Es cierto, ¿entonces qué puedo hacer?

Ambos se pusieron a pensar durante unos minutos, dejando de prestar atención a la película mientras que nosotros tres observamos todo con curiosidad. Luego de un par de minutos, Jonghyun chasqueó los dedos pronunciando un "¡lo tengo!" muy eufórico. Sin embargo, no quería saberlo. Aun moría de ganas por saber, sería aun más bonito si fuese una sorpresa para todos, y por esa razón me bajé de las piernas del chico llevando a Kkomdes y Garcons conmigo con la excusa de ir a la cocina por algo de comida.

Roo: The Best Cupid Puppy ►︎ JongKeyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora