12. Noche estrellada.

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Nota: este capítulo será narrado desde mi punto de vista, espero les guste;)



Jonghyun llevó a Kibum a una pizzería, la cual había sido recomendada por Arisa. Un lugar así les traía bonitos recuerdos, porque fue en lugar fue donde se conocieron. Bueno, técnicamente no allí, aun así era similar, con la diferencia de que Jonghyun no era un empleado y esta vez no sería cubierto por muchas pizzas. Ahora ambos estaban en una cita.

—Cuando me dijiste eso de "encantado me dejo llenar el cuerpo de pizza con tal de volver a verte" —habló Kibum mientras leía la carta, Jong lo miró un poco sorprendido. Ni él recordaba haber dicho algo tan cursi. —Me gustaste, a pesar de que fue muy cursi y tonto.

Jonghyun no pudo ocultar su sonrojo, escondió su rostro detrás de la carta. El pelinegro rió con ganas, adoraba ese lado de su esposo. El mayor carraspeó y sonrió de costado, fingiendo arrogancia.

—Pues claro, soy encantador. —el menor rodó los ojos torciendo los labios, Jong pellizcó con suavidad su mejilla derecha. —Tú también me gustaste, Kibum. Me atrevería decir que llegaste a mi vida de manera inesperada, pero de la más dulce, y rara.

El color carmesí cubrió las mejillas redondas de su esposo, solo que él en lugar de esconderse se encogió de hombros. Siempre tan romántico, Jonghyun nunca cambiaba eso de su forma de ser.

Un mesero interrumpió el momento preguntando por sus órdenes, dijeron sus pedidos y el chico se retiró. Mientras esperaba platicaron de cosas triviales, del lugar en el que estaban, sitios que querían visitar durante su corta estadía en Tokio, era obvio que no les alcanzaría el tiempo, pero ambos volverían nuevamente. A Jonghyun no le cayó mal la idea de quedarse a vivir ahí permanentemente, Kibum se sorprendió un poco ya que igualmente lo había considerado. Sin embargo, eso estaría por verse en un futuro no muy lejano, después de todo tenían amigos y una vida hecha en Seúl.

No demoraron en cenar, en especial Kibum quien estaba muy ansioso por el lugar sorpresa que le tenía Jonghyun. Eran las ocho de la noche, no tenían mucho apuro. Aun estando en la pizzería el pelinegro llamó a Arisa, sabía que estaban en una cita, aun así era un padre responsable y quería saber cómo estaban sus pequeños.

—¿Están tranquilos? Vaya, ellos son como pulgas saltarinas.

—Soy muy buena con los perros, Key-oppa.

—Antes les tenías miedo. —soltó una carcajada al recordar la reacción de su amiga la primera vez que vio a sus cachorros, había corrido como gato.

—Eso es pasado, tonto.

—Lo sé... me alegra que estén tranquilos contigo, te llamaré más tarde, ¿sí?

—Preocúpate en tu cita, ¿dónde está Jonghyun oppa?

—Está trayendo nuestros sacos- oh, ya llegó, nos vemos Ari-chan.

—¡Suerte, Key oppa!

Kibum guardó su celular en el bolsillo de su saco después de habérselo puesto, Jonghyun agarró su mano y salieron del lugar para caminar unas cuadras a la derecha. A medida que caminaban, las calles se hacían más cortas y había menos edificios, los árboles adornaban su camino.

—Kibum —habló Jong luego de un largo pero agradable silencio. —Llegamos, o bueno, estamos a mitad de camino.

—¿Qué? ¿Dónde es?

—Date la vuelta. —con su otra mano indicó a su esposo que girara, éste lo hizo un poco confundido. —¿Ves esa gran montaña? Tenemos que ir hasta allá.

Roo: The Best Cupid Puppy ►︎ JongKeyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora