¿Imaginas estar corriendo una maratón, verdad?Ahora imagina que esa maratón no es por un premio, imagina que es tu vida.
¿Seguirías corriendo o pararias?
Por asi decirlo en estos momentos estoy en esa situación, sentado en el borde de la azotea del edificio más alto de Nueva York, decidiendo si parar la carrera o seguir corriendo sin propósito.
Me levanto despacio y me quedo observando las vistas,a estas horas la mayoría de neoyorquinos estarán durmiendo esperando un nuevo día, una nueva oportunidad para triunfar.
¡Clack!¡Clack! Alguien intenta abrir la puerta que se haya a mis espaldas, imagino que lo guardias de seguridad o mismo el propietario,
se me olvidó comentar que era una propiedad privada, supongo que es un pequeño detalle que se le puede pasar a cualquiera.Te estarás preguntando como entré, pues fue tan sencillo como robarle un caramelo a un niño, solo has de observar y actuar en consecuencia.
Esta misma mañana me paré justo enfrente de la puerta,supongo que el destino me llamó, así pues me decidí a entrar.
Por lo visto el edificio está dividido en la parte residencial que se encuentra en la parte más alta, mientras que las plantas más bajas es una sede de abogados;
Algo curioso es que el propietario vive en la última planta, o al menos eso he entendido al subir por el ascensor, la gente habla demasiado.
¿No crees?
¿Por dónde iba…?
Oh ya sé, después de salir del ascensor en la última planta me encontré de frente con mi destino, estaba ante una puerta inmensa de puro metal, plateada, brillante y con dos grandes barras haciendo de pomos.
Que podría hacer, me dije a mi mismo, como esperar hasta la noche sin ser descubierto…
Pues lógicamente forzar la cerradura, tras comprobar que no había nadie, eso si, no soy tan idiota como para dejar pruebas de este acto, jajaja
¿De algo tenía que servir haber estado diez años en prisión no?
Sobretodo cuando entré a los catorce años, a esas edades uno se queda con los conocimientos fácilmente, como se suele decir es edad de crecimiento, somos como esponjas absorbemos todo conocimiento que nos rodea.Como era de esperar logro entrar sin ninguna dificultad.
Al entrar un gato me sorprende, es tan blanco que destaca sobre todo los muebles negros,
éste sin preocupación se acerca a mi y empieza a olisquearme.Nunca me han gustado demasiado los animales, son molestos, siempre hay que estar pendiente de ellos, cómo si yo no tuviese problemas, añádele ocuparme de un animal.
Aún así no me desagradan del todo, me recuerdan a cuando Amelie me decía que cuando nos mudásemos juntos tendríamos uno.
Solo han pasado dos años desde que salí de prisión y ya me he cansado de este juego, pero bueno a lo que íbamos, por así decirlo se me han acabado las cartas.
Camino ignorando al gato, pero no sin pararme a mirar cada foto, papel etc…
Por lo visto el propietario se llama Nick Tomson, su nombre me recuerda al típico niño malcriado, rico desde pequeño, pero como diría mi difunta familia no hay que tener prejuicios.
Aunque visto lo visto no es nada del otro jueves, si está bastante bueno pero no parece tener nada más que su cuerpo, con todo mi pesar veo un marco con una foto de su novia.
Pensar en tener que compartir mis días con él, pff mejor no lo imaginemos, seguramente esté con él por el dinero, o no es muy inteligente.
Aunque si es verdad que parecen la típica pareja de las películas, ella pelirroja, alta, de ojos azules y él de pelo negro, corpulento, alto y demasiado encantador.
A lo que íbamos voy caminando por el pasillo cuando casualmente llego a la habitación, me paro en seco y echo un pequeño vistazo, levanto un pie para seguir mi tour, pero el otro no quiere moverse.
¿Ha quedado bien no crees?
Claramente entro en la habitación, entre la habitación y el baño no sé que es más interesante.
La cama es tan simple y arquetípica, como esperaba,
yendo a lo divertido me acerco a un lateral de la cama y me agacho, tristemente no hay nada,ni una caja ni un sobre, nada de nada.Espera, no se sí lo has escuchado pero alguien está abriendo la puerta, esto se pone interesante, me encanta esa sensación de poder ser atrapado y si voy a la cárcel otra vez.
Ufff echo de menos a Parker, con suerte me tocaría con el otra vez, el pobre no se libra de la perpetua, que se le va a hacer el mundo es injusto.
Intento no hacer demasiado ruido mientras me meto debajo de la cama, al contrario mi mente no se silencia,
"odio las camas tan bajas" ,
"que necesidad",uno necesita esconderse de vez en cuando.
Por suerte llevo meses sin ir al gimnasio y mi musculatura se ha visto reducida, así que gracias a esto entro por los pelos.
*No pienses que soy un palo, o algo así, sigo con el mismo cuerpo de siempre, pero con menos volumen.
Ahora sí procedo a seguir-Hey¿estás en casa?.
Quien iba a ser… Nick, mira que no suelo odiar a las personas, es algo que no me entra en la cabeza, pero Nick es de esas personas que te caen mal.
¿Quién dice, estás en casa?
La persona que esperas te recibiría en la entrada o mismo con un hola, si hay silencio total obviamente no está en casa.
Y a saber a que hora se va…
Solo quería ir a la azotea, pero es de único acceso y éste está en el balcón.Pasan horas y horas y más horas…
Nick parece más enamorado del gato que de su novia, aunque parece que el sofa es el tercero en discordia.Lleva sentado horas, sin hacer nada, durante tres minutos ojeó un libro, pero ya el resto del tiempo ha estado jugando con el gato.
¿Estarás pensando cómo lo puedo saber si estoy debajo de la cama?
Pues porque el tio es tan imbécil que no se ha dado cuenta de mi presencia, he salido de debajo de la cama, me he paseado por la casa y ni se ha inmutado.
Me atrevo a decir que si fuese un ladrón me invitaría a jugar una partida de póker.
Son las nueve de la noche según el reloj que tiene en la cocina y la chica no vuelve, ojalá haya quedado con ella fuera,puedo acceder a todo la casa, menos al balcón que está al lado del salón donde está sentado.
Cómo si de un milagro se tratara el timbre suena sorprendiéndonos a todos, incluso el gato pega un salto.
-Esa tiene que ser Blair, si que ha tardado…
Dice Nick susurrando.
Coge un abrigo del armario que hay en la entrada y sale despidiéndose del gato, o cómo le dice él, Misipushi.Por fin sólo, haciendo un resumen de lo que he encontrado, os dire que la tal Blair no es trigo limpio, escondidos por la casa tiene carnets falsos, pasaportes y varias tarjetas de crédito.
Salgo al balcón y por fin logro subir a la azotea.
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Unidos por el destino (Sin Editar)
Romance¿En serio crees en el destino? Admito que es algo tentador pensar, que hay alguien para ti en algún lugar del mundo. Sin embargo lo único que he aprendido del destino es, que es cruel, me tentó con un amor, me engañó con unas lágrimas y se llevó tod...